lunes, 18 de febrero de 2008

Casa grande.


El mar borra las huellas de los barcos.
El tiempo borrará nuestras estelas.

(Felipe Benítez Reyes)

Llueve fuerte, las barcas cabecean en el muelle, ella cabecea en un recuerdo en equilibrio sobre el retumbar de tambores imitando una cofradía de semana santa. Humea el café sobre la mesa. Humea el rescoldo difuso del ritual de aquellas manos rudas sobre su cuerpo. Estos días de aniversario son los peores, vuelve con más fuerza su aliento en los oídos, el dulce surco en los muslos, el cauce húmedo de los labios por su espalda. Corre las cortinas, no quiere ver el mar ahí abajo, los barcos, el oleaje contra la escollera. Pero no puede dejar de escuchar su cuerpo que pide ternura, que pide pasión, que pide huir de los papeles sobre la mesa., del trabajo, que grita que quiere ser amada.

Días de mala fortuna, las gaviotas vuelan bajo, con esta mar no podemos salir a pescar, las aguas están revueltas, frías, el barco amarrado, las cuerdas tensas, bordas resbaladizas, el perro arriba y abajo por el puente, las redes recogidas, el muelle vacío, la tempestad a la altura de los caladeros, cervezas en el bar del puerto, partidas de mús, blasfemias, ella allá arriba, en la casa grande, sé que está mirando, sé que me desea tanto como yo a ella en aquellas tardes por la puerta de atrás, cuando llegaba la noche y empezaba la luz de nuestros cuerpos en la habitación del fondo, gorriones dormidos en la palmera, pocas palabras, jadeos, piernas enlazadas, ella entregada y solícita, ella que nunca me había saludado, ni mirado, la señorita de la casa grande, yo un hijo del pueblo, un pescador, ella que abrazaba mi cabeza contra su pecho y me besaba, me susurraba , me pedía, me decía espera y otra vez y ven mañana hasta aquel día, justo hace dos años, duro recuerdo, salí a la noche de su cuerpo con los rastros del amor entre los dedos, en cada parte de mi ser, me embarqué de madrugada, evocándola, en la travesía, distraído, caí al agua, miedo en la soledad del mar, entre altas olas, miedo a la muerte, soy buen nadador, pude resistir hasta que me encontraron, un aviso, un presagio, hice una promesa, luego fue la costera de la anchoa, después el bonito, luego Azores, mucho trabajo, mi mujer quedó embarazada por segunda vez, el hijo mayor empezó la ikastola, no volví, ella no me llamó, han pasado dos años, justo dos años, sé que me está mirando desde ahí arriba, ojalá deje pronto de llover, maldita promesa.

Habib Koité


25 comentarios :

  1. Dura vida la del pescador.
    Y más con recuerdos y promesas.

    Un abrazo

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  2. Las promesas están para romperlas no?

    Besicos

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  3. No es mala cosa esta de dejarse llevar por un pescador en lunes y lluvioso...

    Un besote, Pedro.

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  4. Uf, qué penita de historia...

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  5. Sí lo es ybris, te lo garantizo.
    He vivido en un puerto así.
    La historia no es real.
    Pero podría serlo.
    A nada que se lo proponga…
    Abrazos.

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  6. Bueno, Belén, depende.
    De momento se hacen (sobre todo si estás ahí, perdido en los siete mares).
    Luego se cumplen.
    O no.
    Besazos.

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  7. ¿Llueve ahí? Margot, ¡qué suerte!
    Aquí no llueve ni para atrás.
    Oye, reina, conozco a ese pescador ¿le doy tu teléfono?
    Es dulce como una anchoa y fuerte como un mero, atlético como una merluza y sibilino como un tiburón (de los pequeños, esos que menean la cola para nadar, los de los documentales de la 2)
    Besos múltiples.

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  8. Una pena, sí, a-escena.
    Últimamente, en esta página todo son amores imposibles, dolores múltiples, tragedias, gritos en la madrugá, cosas así.
    Debo cambiar el registro.
    Esto…¿un beso?

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  9. Es muy emocionante, siento un "nudo en la garganta" y un calor que me sube por toda la columna vertebral hasta las cervicales, ahí se para e irradia toda la cabeza. Es necesario que llueva, ya.
    Que tengas felices momentos cada día.
    Un beso.

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  10. ¿ Cómo puedes preguntar éso ?.
    Siempre estoy dispuesta a recibir un beso. Y de alguien que piensa y escribe tan bien, más aún.

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  11. Sí, Mirada, tiene que llover. Rápido. Hoy mejor que mañana.
    (Y luego se me ha ido la cabeza y te he contestado como si esto no lo leyese nadie)(pero sí)(lo leen)(y luego)(esto último con tu acento).
    Te mando un paraguas y tres besos, los cuatro de colores)

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  12. Peggy, conozco bastante bien Sanlúcar, me gusta, tengo allí buenos amigos, de esos que son amigos. He pasado buenos ratos en Sanlúcar. He visto a los caballos correr por la arena. He cenado viendo enfrente Doñana, escuchando los ruidos de las marismas.
    Me voy para esa página.
    Gracias por avisarme.
    Saludos.

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  13. a-escena, es que el personal es muy raro, lo mismo mandas un beso al aire y te cortan los labios. Uno es educadito y a veces (según con quién) no sabe como acertar.
    En cualquier caso, escribir (pretendidamente bien. Que conste que lo dices tú) no es garantía más que de eso. Conozco buenos (de los de verdad) escritores que son (me lo parecen) auténticos capullos (puedo dar nombres). Pero esa es, solo, mi opinión.
    Van los besos, en manadas, desbocados.

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  14. Ella supo, seguro, de él.
    Espero un tiempo prudencial, espero.
    Hizo una buena boda, supongo, con otro señorito de otra casa grande.
    Y a veces, le recuerda.

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  15. Es otro final, Carmen
    Puede ser.
    Le preguntaré cuando le vea.
    Saludos.

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  16. De un tiempo acá, siempre intento que cada sacrifio, haya merecido la pena.
    Que cada privación, no sea en vano.
    Que todo dolor, tenga una sedante cura.
    Incluso los propios.
    ¿estaré boba?

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  17. jajaja
    mi acento no te sale nada bien :-P

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  18. Me parece que no va por ahí, querida Carmen, pero cada uno es cada uno, si a ti te sirve, fenómeno.
    Si no te sirve, háztelo mirar.

    Y no creo que estés boba, en absoluto.

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  19. Pues a veces me confunden Mirada.
    Me preguntan ¿Eres de Lugo?

    (jajajajajajaja)

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  20. Alguien debió haberle dicho al pescador que ella:
    quiere que no midas cada paso
    quiere que no des pasos de más
    quiere que la quieras y le enseñes
    dónde queda la felicidd
    quiere que la abraces y la calmes
    quiere que la dejes descansar
    quiere que sonrías y le cures
    las heridas de la soledad
    quiere que le des espacio y tiempo
    quiere que le cuentes tu dolor
    quiere que la quieras y encender
    como una hoguera toda tu pasión
    quiere que la amarres a tus besos
    en el paladar de tu sabor
    quiere que sonrías y sentirse
    protegida de tu corazón
    quiere todo el tiempo para repirar
    y que respires
    tiempo para dar cuidar cuidarte
    y que la cuides
    tiempo para amar tu amor
    y darte amor
    (Pedro Guerra, tu tocayo)

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  21. Abril, gracias por la canción.
    Es mi tocayo, sí.
    Canta bien, también.
    Es más feo que yo (jajajajajajajaja)

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  22. ¿Canta bien, también? ¿Qué pasa? ¿Tú también cantas?...Y eso de feo...bueno, lo importante es decirlo bien (aunque no muero po él, es más, creo que esa canción y la que habla del mayo francés son las úncias que conozco).Ahora que me estoy animando a navegar, puedo mandarte un beso.

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  23. Abril, humor, no conozco ninguna de sus canciones, ni siquiera recuerdo haberle escuchado, me es indiferente que sea feo, guapo o marciano, humor, trataba de ser amable, navega yo no canto (bien), pero si quieres te tarareo esa de por los olivaritos , niña te espero (Camarón de la Isla, ea) .
    Recibo el beso y te envío el mío,

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  24. Por supuesto, Pedro, siempre con humor. Yo navego y tú sigue escribendo (que lo haces de maravillas),así puedo encontrarme contigo y tus amigos todos los días. Gracias!Otro beso

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  25. Abril, otro beso, otro beso...vaya beso más birria.
    Anda, anda , dame un beso de los de antes de la guerra, un beso racial, un beso de mareo.

    Así.

    (Oh)

    Gracias

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