¡Que mansa pena me da!
El puente siempre se queda.
Y el agua siempre se va.
(Benítez Carrasco)
El puente siempre se queda.
Y el agua siempre se va.
(Benítez Carrasco)
Mañana se va, lo ha decidido, lleva demasiado tiempo en tierra de nadie y es hora de volver al levante, a los pinares. Deja atrás un tiempo de sobresaltos, bello, lleno de júbilo, también de dolor. Deja, sobre todo, la línea trazada desde los brazos de una mujer hasta el horizonte donde nadan sumisos cachalotes en el embelesado paisaje de ondas repetidas bajo el aire quieto. La tripulación se ha reunido en el puente, se escuchan algunos llantos, preparan los pañuelos, ensayan gestos de adioses tristes, se esconden en la proa y saben que estarán solos, aún más solos. Sin ruido el barco zarpa y él se queda en el puerto, mareado y confuso, sin la más mínima idea de donde le llevarán sus pasos. En el agua salta un sí.
El problema de volver es que no vuelves nunca al mismo sitio.
ResponderEliminarNos empeñamos en volver siempre, y deberíamos escoger ir más a menudo.
Me quedo con ese último sí.
Malditas despedidas.
ResponderEliminarQuisiera creer que el sí que salta en el agua es esperanzador para quien queda sin saber a dónde dirigir sus pasos.
Un abrazo
Si es que sigo vitalista, y que me dure, ays, pero... desde la orilla se puede ver a los delfines y atunes saltar y se encuentran piedras de colores pulidas y calamares en su tinta y estrellas de mar tiesas que miran con cara de asombro y las algas dibujan garabatos en la arena y...
ResponderEliminarY ya, que mejor me callo.
Besossss en la orilla con cubo y pala.
3 Juanjo, sí.
ResponderEliminar2 el problema es si la puerta está cerrada (y no tienes llaves)
1. Ya, ni vuelve el mismo que se fue.
Y sin billete ybris, ni mapas, ni rumbo, ni ná (ya puestos en lo trágico)
ResponderEliminarMenos mal que en la vida (real) es todo más sencillo.
Creo.
Un abrazo
Margot vitalista, lista, violinista, artista (de la pista), submarinista, paisajista, etc, con el cubo y la pala, pretendiendo meter el mar en un agujero. Sí.
ResponderEliminarY el beso.
Olé
Pues claro, porque cabe (el mar), listillo!!
ResponderEliminarY estos besos también caben, ea.
A mi me encanta Madagascar....
ResponderEliminarChau!
Margot, no, no cabe, ya lo he metido yo. Está lleno.
ResponderEliminarBesos sí, tres (cuatro sin son delgados)
Camille, el lunes estaba nublado, apenas vi nada.
ResponderEliminar¿Tiene playas?
Ah, me sobran dos entradas...(jijiji, soy malo)
Ayer se detenía "justo al borde de un No"... Hoy "salta un sí". Debe de ser tu su sino.
ResponderEliminarNo te quedes mucho rato mirando el horizonte... daña los ojos.
Un abrazo
El adiós a un barco, el mareo en tierra, un sí salpica su rostro. Y lo refresca. Quiero creerlo así, aunque en algún lado me haya parecido leer mentiras.
ResponderEliminarun abrazo
De cenizas, me alegro que lo tengas tan claro.
ResponderEliminarY no hagas caso, nos quieren asustar –lo del horizonte- daña más –a los ojos, al menos al de los demás- mirarse al ombligo.
Abrazos.
sergisonic, mentiras es mañana. Hoy es sí. Ya sabes, en un barco los cambios son frecuentes, la marea y eso.
ResponderEliminarun abrazo