"Perseus" by Joseph Blanc, 1869
Caminamos con la piel blanca y un murmullo, fieles a la esperanza, pasamos junto a una fábrica que arde con nobleza, sentimos las pezuñas de un diablo, cerca, el ardid de sabernos prisioneros, rendidos, la carretera se ha roto, esto era el dolor. Y no lo sabíamos.
Algunas veces, no saberlo es lo mejor.
ResponderEliminarSaludos,
J.
José A. García , la verdad que sí, muchas veces es mejor vivir en esa ilusión de “todo el mundo es bueno” , en ignorar las nubes negras (esas que ahora veo desde mi ventana), al fin y al cabo a (casi) nadie le importa un pimiento lo que les ocurra a los Otros ( todos esos que no soy yo).
ResponderEliminar¿Pienso esto que he dicho? No.
Las nubes negras son circunstanciales, seguro que el viento se las lleva, bajaré a la playa y me bañaré en estas aguas gélidas.
Saber es importante, justo hasta donde no nos haga daño, hasta ese momento en el que veamos lo bueno y nos preparemos para defendernos de lo malo.
Hoy, aquí, ahora, todo es bueno y me siento muy afortunado.
Saludos.