Kathleen Neeley
Debemos estar preparados. Por mi
parte nunca había leído sobre tragedias marítimas, sobre imperios, el hambre
era algo que soportaban otros, lo mismo que el frío o el desamor, miro hacia
atrás y tengo abundantes recuerdos de alegría, esquivando el albur, asomándome
al futuro desde cada una de las dos ventanas de ajimez, aspirando aromas de
trementina del terebinto desde la penumbra que no abarco, ay, no abarco este
tiempo último, este que nos ha tocado. No queda otra, extender los músculos y la
mente, estar preparados para la huida.
da igual, no nos dejarán un rincón del mundo en el que escondernos....
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ResponderEliminarBeauséant bueno, bueno, alguno habrá. ¿Has probado a beber? Con moderación ayuda mucho para el optimismo.