domingo, 17 de noviembre de 2024

Palabras atropelladas por un camión indiferente y verde

 


Hoy, marco esta fecha, hoy, como si el resto de los días fueran diferentes. Lo marco tratando de entender la ilusión de sanación de los que tienen hernia discal, de los que se tiñen las canas, de los que exprimen el dolor como naranjas, de los que imitan el trino de los pájaros, de los que tienen un volcán en el centro de su cuerpo, de las que acarician sus pechos bajo la luna, de los que a pesar de todo mastican una esperanza, más allá de números en rojo, de banderas blancas, de la voz ronca de Paolo Conte, del oso de la vejez abrazándonos con el aro en su nariz a milímetros de nuestros ojos cansados, de las vírgenes que presumen de serlo y en su epiglotis se enredan nostalgias de lo desconocido, de hombres que gritan como energúmenos y energúmenos que gritan como si su cerebro fuese un rescoldo de un animal prehistórico, una especie extinguida, un vestigio de una civilización hundida en mitad del océano, donde no hay gallinas, ni bueyes, ni centeno, donde la soledad es esta anemia de no saber, esta inquietud con sabor a despedida, este color de mujeres lavando en la ribera del río de la vida, allí donde tantas mueren en manos de aquellos a quienes aman o temen o sufren, maldito abuso de fuerza bruta, de brutos sin entrañas, me corto en dos con una guadaña porque no me preocupa saber en qué país vivo, en todos, unos pocos, más listos, más hábiles,  más desvergonzados, más canallas, con menos escrúpulos o manejándolos mejor con ideas, lenguas, banderas, mentiras vestidas de verdades, limosnas, pintan fronteras, arman ejércitos, se buscan la vida para sí y los suyos. Si no tienes el carné adecuado, los apellidos justos, la chaqueta de ese tono, vas listo. Sé que me dejo tanto, me dejo todo, me dejo en estas líneas en las que a veces ni me entiendo, pero aquí, ay señor/a, (¿Será Dios mujer?) (¿Hay Dios?) también hoy, para ti que has tenido la gentileza de venir. dejo estas atropelladas palabras.  Salud.

2 comentarios :

  1. Un placer siempre ser atropellada por este camión tuyo, sea del color que sea ...mil gracias, un beso y aún así, conduce con cuidado, no lo digo por ti, lo digo por los otros ; )

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  2. María, esta mañana, más bien pronto, he salido a dar una vuelta en coche, he dejado el camión aparcado, me he cruzado con una carrera popular, con miles de personas en pantalón corto corriendo por Bilbao, con frío, qué cosas, (he corrido esa carrera ni sé cuántos años, ahora les veo pasar con nostalgia y rabia, voy a por el camión, que no les pase nada). Avísame si vienes por aquí, total un atropello más tampoco va a ninguna parte. Ya ves, he desayunado una tortilla con unas setas que me regalaron ayer. ¡Mira, un tigre por el pasillo!, cojo la escopeta y vuelvo. Domingo. Besos. Domingo.
    Mátame camión

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