Aquí (es decir, aquí) el agua del
mar está muy fría. Opinar también. Eso va también según la percepción de cada
uno (y según el aquí). Por eso muchos no se bañan, la mayoría ni se mojan los
pies, ni dios opina. No sé lo que ocurre ahí (porque ahora estoy aquí y de
momento no puedo estar en dos sitios a la vez, todo se andará), no sé si ahí se
bañan, si se mojan o no, si en su casa, con los suyos, opinan. Es todo tan
relativo, tan efímero, tan sintáctico, tan esdrújulo, tan apocalíptico, tan
sicalíptico, tan absurdo, tan sencillo, tan de andar por casa, que opinar por
opinar pues va a ser que no (no vaya a ser que nos detengan).
Una sugerencia, gratis: mójate,
en la playa/río/piscina/poza/opiniones, si el agua está buena, si las tienes
(opiniones), si no, una ducha caliente al volver a casa. De nada, a mandar,
para esto estamos.
Yo soy más de ver, oír y callar. Mis opiniones las comparto con quien sé que puedo, porque cuidado que nos vigilan...
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