La cuestión no es llegar a cota tres o cuatro, incluso a cinco, la cuestión es que no hay cuestión. Esto se sabe cuándo después de pelear contra tantos, en la lucha contigo mismo, pierdes. No es una rendición es una constancia, no es una contradicción es una evidencia, no hay eco al aullido, una cuestión de tonalidad, de vibración, de haber nacido en el campo y llevar los ojos anegados de bruma. Es así, te conviertes en un adicto a la melancolía, guardas los sueños y la nostalgia en una caja con arena y paraguas negros. Al subir la marea de los dolores a domicilio contemplas la belleza desde la altura, ves las luces de la bahía y detrás, no tan lejos, la frontera entre convertirte en obsesivo compulsivo o en neurótico obsesivo. No sé si se pueden ser tantas cosas a la vez pero, en resumen: estás perdido, chaval.
Me ha parecido precioso eso de ..."llevar los ojos anegados de bruma"...no se está tan mal pedido entre tus letras ; ) Beso grande .. incluso de tuerca y arandela ..pero siempre formal y con cariño ; )
ResponderEliminarMaría hace tiempo que decidí que este blog era solo para mí (qué remedio). Sobre todo porque… bueno, por eso (no quiero molestar a nadie). Que tú comentes así lo adorna (al blog y a mí, claro). Te lo agradezco una vez más. Besos dominicales.
ResponderEliminarYo también paso por aquí, de puntillas…
ResponderEliminarAntes, Anónimo, despotricaba de los comentarios sin nombre.
ResponderEliminarAhora, ya ves, incluso los contesto, los agradezco.
Es lo que tiene el tiempo, atempera.
Aunque quizás me equivoco y pasas de puntillas por tu afición al ballet.
Yo qué sé.
Todo el mundo parece perdido, al menos a ti te quedan las letras... a veces abrigan, a veces ahogan, pero al menos te hacen compañía...
ResponderEliminarLos sueños y la melancolía son como los gases nobles, ocupan todo el espacio, se instalan en la mente y exigen más y más espacio, invaden la razón y anegan la imaginación y cuando esto ocurre ya puedes decir: "estás perdido, chaval".
ResponderEliminarUn buen texto, Pedro, te felicito, chaval.
Salud.
Beauséant, no sé si todo, pero mucho mundo está perdido. Estoy muy impresionado con la catástrofe de la Dana, un fenómeno natural así es imparable, también ha sido predecible y la ineptitud de muchos ha elevado la tragedia. En el 83 soportamos en Bilbao unas terribles riadas por un fenómeno de gota fría, mi mujer y yo lo pasamos muy mal, con mucha angustia en la zona donde vivíamos, por eso entiendo mejor el dolor y el miedo de los que lo están sufriendo. Un abrazo.
ResponderEliminarFrancesc Cornadó, escritos aparte, estoy en un momento de pocos sueños y mucha melancolía, será el otoño. Que estoy perdido lo sé, pero este chaval, de momento, sigue como un tigre.
ResponderEliminar(Un tigre de Bengala, de los de la selva, no de los de zoo o circo, aunque hago las mismas monerías de intentar comerme al domador)
Grrrrrr (quiere ser un rugido).
Ah y muchas gracias.
Salud que no falte.
Y buen humor.
A pesar de todo.
Estamos perdidos, pues.
ResponderEliminarEl texto de la ilustración es simplemente genial.
Saludos,
J.
José A. García, tú también tienes unos ojos muy bonitos.
ResponderEliminarSaludos.
(De perdidos, al agua)