domingo, 15 de septiembre de 2024

El traductor de James Joyce

 


Al traductor de  James Joyce el negocio le iba muy bien. Lejos de amedrentarse por prejuicios, por el riesgo del ingente trabajo, llegó a realizar tres revisiones de la obra Ulises. Se leyó entera la valiente  apertura de Salas Subirats, se recreó en la libertades poéticas de José María Valverde y reconoció el mérito de adecuación a lo moderno del tándem García Tortosa/Venegas. Con esos antecedentes tradujo las traducciones, efectuó calas microtextuales, se involucró en las transgresiones, se definió en su opinión sobre el dilema de Shleiermacher y por último se puso por montera el libro abierto por la página 325 y clamó “¡no va más!” justo antes de desaparecer por una trampilla camuflada en mitad del escenario no sin antes quemar la edición de Planeta, la de Lumen y la de Ediciones Cátedra, un pirómano joyciano. Vendió todo, lo suyo.  

4 comentarios :

  1. Debería cotizar como profesión de alto riesgo la de intentar traducir a Joyce... Creo que no he llegado más lejos de la página veinte... es más, el libro debería venir con alguna advertencia como las cajetillas de tabaco.

    ResponderEliminar
  2. Beauséant, estas cosas de los gustos. A mí me parece un libro extraordinario, difícil sí, pero extraordinario. Debe ser porque no fumo. Saludos. Buena semana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo mismo tendría que darle otra oportunidad, ahí lo tengo en la estantería, cada vez que me acerco me lanza un mordisco a traición.

      Eliminar

Gracias por venir

Mi foto
Bilbao, Euskadi
pedromg@gmail.com