Arrebujado en el amanecer desnudo, con gavilanes heridos y cuadrículas de luz en el encinar, devastado como un jilguero que entrega su canto mientras atraviesa el fuego y las letanías, las alondras reverberan en el límite del bosque, resuenan cantos de taberna y aún con los labios heridos no puedo recitar.
Un niño llorando se me asemeja mucho a esa bella imagen que has escrito: "un jilguero que entrega su canto mientras atraviesa el fuego y las letanías"
ResponderEliminarNo me extraña, cuando un niño llora de dolor, todos los pájaros del universo enmudecen. Otro abrazo aun más fuerte que el de antes!!
ResponderEliminarPD
Este texto tuyo -muchos más- pero este en concreto, para enmarcar!!!
Feliz resto del día ; )
Beauséant, un niño llorando es una imagen que te rompe el alma. Ver las imágenes de Gaza con tantos niños y niñas indefensos es atroz. Gracias por tu comentario-
ResponderEliminarMaría, jueves, temprano (a las 6 de la madrugada estaba en el aeropuerto), hace frío, llueve, invierno, ver a un niño llorando es lo que me faltaba (creo que estoy demasiado sensible). Muchíimas gracias por tanto como me regalas. Un abrazo.
ResponderEliminarVer ciertas fotos o videos le rompe a una el corazón.
ResponderEliminarTantas tragedias que se podrían evitar...
Besos.
Laura, un niño llorando, un anciano llorando, nos agitan, nos conmueven, nos tocan tan dentro, hacen que nos sintamos tan pequeños, tan indefensos.
ResponderEliminarEn cuanto a evitar tragedias, no sé, el mundo en el que vivimos está concebido para provocarlas, sin descanso.
Besos.