Te busqué en lo oscuro, escaleras arriba.
También abajo, donde brotaban manantiales de melocotón y miel.
Latían mis manos insumisas al tantear los espacios indecisos.
Nos desgarramos de amor en el lecho,
perdidos en un laberinto recién descubierto,
desde su centro no quisimos volver a la luz.
Era primavera y reías.
Sugerente texto.
ResponderEliminarTracy es que así estamos en primavera.
ResponderEliminar¡Uf!, la primavera tiene esas cosas. Buscamos en la oscuridad mientras la luz primaveral se hace cada vez más intensa.
ResponderEliminarSaludos
Francesc Cornadó, no solo la primavera. Estoy viendo una serie de TV3, “Citas Barcelona” y además que me está gustando (buenos guiones, interpretación, música, ambientación, etc) una Barcelona fotografiada de fábula, que maravilla, cuantos rincones que me...(hacen escribir estas cosas) Unas historias son mejores que otras pero en conjunto la estoy siguiendo con interés. Y luego lo de buscar en la oscuridad…ay…aaay…aaaaaaaaaaaaaay (es que soy más de apagar la luz, pudor o no sé, esas cosas). Saludos.
ResponderEliminarAh, por cierto, una de las historias está ambientada en el Martínez en Montjuïc y me ha llenado de nostalgia
Intento verla/escucharla en catalán (no siempre la entiendo y paso a castellano).
Felicidades por partida doble, primero por este texto tan luminoso; segundo -aunque sea a toro pasado- por tu reciente aniversario. Un cordial saludo, Pedro.
ResponderEliminarnadie, pues muchísimas gracias por las dos felicitaciones. Saludos.
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