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Angel's Flight, 1931, Millard Sheets (1907-1989) - Bunker Hill, LA
Sí, es curioso que advierta ahora, pasado tanto tiempo, que no se puede hacer responsable del dolor que en un momento sientes más que a uno mismo. Siempre uno es responsable de lo que hace o no hace -aunque me consta que en alguna parte has oído otra versión-.
No hago caso, escucho tantas historias que a veces me resulta difícil distinguir A de B, si eso verde de la cloaca es un cocodrilo, si los invitados se fueron a un cuartel o a un burdel o si la orquesta del miedo a la muerte dejará de tocar alguna vez –sí, cuando te mueres-.
Creo que el dolor es inevitable, lo único que podemos gestionar es el sufrimiento que nos provoca, a veces nos lo causan otros, sobre todo si se lo permitimos y otra veces llega sin previo aviso, como la muerte, pero creo que el miedo a ella no pasa cuando llega, ahí si te da tiempo a pensarlo debe ser cuando más atenaza, pasa cuando ya pasamos al otro barrio, supongo ; )
ResponderEliminarOtro texto tuyo, cortito y genial! ; )
María a mí me sorprende siempre en esos encuentros casuales con alguien que no ves hace tiempo y le preguntas “¿qué tal?” Y él (o ella) responde “bien, como siempre”. Vaya suerte, siempre bien. O mienten o no saben lo que les espera, de aquí no se va nadie de rositas.
ResponderEliminarGracias, muchas gracias.