Jan Willem van Welzenis - 2014
Tu recuerdo rebozado con harina, después huevo batido, pan rallado y freír en fuego fuerte. Me como los recuerdos, nos devoro, los que éramos, aquellos, tú y yo, no vencidos, no ausentes, brillantes, apasionados, otros, aquellos. Ahora nos congelamos en nuestros frigoríficos, entre la mantequilla y la leche pasteurizada, entre un tomate y los albérchigos, tiritando, esperando que alguien abra la puerta y nos libere. Qué fría la soledad, coño, qué fría.
Vi en un documental que cuando nos sentimos solos subimos la temperatura del agua de la ducha. La soledad es una de las cosas que más frío da al corazón.
ResponderEliminarDorotea Hyde ¿Si?, no sabía eso. Siempre me ducho con agua bastante caliente ¿será que me siento solo?
ResponderEliminarConsíderalo. XD
ResponderEliminarLos recuerdos son pura engañífa y en soledad duelen los huesos, es verdad, pero nunca estamos solos. Me lo ha dicho un pajarito :)
ResponderEliminarAnónimo, cualquier parecido de lo que escribo con mi realidad es pura coincidencia. Por suerte para mi.
ResponderEliminareliobernal pero sin recuerdos, solo con el presente, es complicado vivir. Lo peor de la soledad es llevarla en compañía.
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