Shopping at a British meat market during rationing
(Cornell Capa. 1951)
Antes de las manos enlazadas sobre el mantel no éramos, quedaron inmóviles los pájaros en un cielo gris, llenas las iglesias de hombres enlutados, equilibristas entre las riberas del resplandor y nada.
La edad se tendía sobre los signos como hormigas y grisú, ardía la voz pero, en lo oscuro, el silencio construía túneles de tu corazón al mío.
Dejabas tus cabellos al viento.
La melancolía y la tristeza es hermosa cuando la lees.
ResponderEliminarNo lo es tanto si se siente con esa pasión.
Maman Bohème la melancolía y la tristeza te atrapan a veces en una trampa que te dejan sin capacidad de otra cosa que no sea quedarte sentado mirando a la pared. Y llorar. Por suerte, esto, lo de hoy, es una recreación, un suspiro de alivio por haber pasado los tiempos, aquellos. Por cierto, no sé ahí, aquí llueve y hace frío, tiempo propicio para la melancolía. No entrará, al contrario. Saludos. Muchas gracias.
ResponderEliminarAh! la lluvia y el frío da para tardes melancólicas...aquí estamos en primavera ya verano y el calor acecha de cerca. No me da tiempo para estar triste casi que sólo me da tiempo para estar de mal humor, jejejje! el calor se me hace cuesta arriba.
ResponderEliminarIgual hay algo bueno en esa melancolía, que te hace escribir más y mejor. Creo que la felicidad no da para textos tan pasionales, creo yo...
gracias!!!