Para que el corazón baile,
cubro la estela de su cuerpo con pañuelos de seda, imito a su alrededor cantos
de petirrojos, murmullo de arroyos, rumor de sirimiri.
Vuela el ruiseñor, agito las
ramas que disfrazan el lago, soplo a las estrellas, he vendido mi alma al
diablo y renacido espero la vuelta de la virgen descalza.
A veces hacemos cosas muy alocadas para que el corazon baile..
ResponderEliminarpero si el corazon colapsa...no hay vida..o sea..
Yo prefiero bailar..
Besosssssssssssss de viernes aun por aqui