New York City 1963
Sollozos
al amanecer, extraer con mimo la piedra de la locura, decir la canción aunque
nadie la escuche, ser tú la canción. Morir de desamor, gota a gota, día a día,
carta a carta. Hablar ahora por no callar,
salir desnudo a la calle a pintar los escaparates, a romper farolas. El
viento se lleva las máscaras, las
puertas están selladas con cerraduras torcidas. Ahorcar a los gatos con
cascabeles, tumbarnos en Central Park y mirar como arden las estrellas.
Un perro de odio ladra allí, arriba, entre la niebla de la cordillera. Avivar
la conciencia. No se puede hacer más.
Avivar la conciencia y procurar no ahorcar a ningún gato con cascabeles y menos al mio...te lo suplico!!!!
ResponderEliminarY por lo demás...todo pasa..
y Dios querrá que mañana despertemos y salgamos a dar la vuelta al perro jajaj Besosssss
eli mendez no tengo ni perro ni gato, hubo un tiempo en que no me tenía ni yo mismo pero ahora, ay señor, aleluya, cada día es una fiesta, con mascarilla, eso sí, pero plena de emociones y esperanza. Amén.
ResponderEliminarjajajjajajajajjaj
ResponderEliminarAmén..
cuidado con los gatos de los vecinos..