Las
mañanas taciturnas, las barcas rotas, el sol que juega con la niebla,
perforación de los días como grutas, serenidad desde la certidumbre, las olas luminosas
rompiendo en el acantilado del no saber, distancia, frontera, geografía de
sentimientos diferentes, coordenadas de un tiempo y un espacio nuevo...
“Deja, deja, otro día me cuentas, pesao.”
Sigue... sigue contando, no me resultas pesao
ResponderEliminarSi supiera, habría escrito hoy exactamente eso.
ResponderEliminarUn beso.
Tracy pues seguiré. Yo también te sigo por las calles de Córdoba que no te imaginas qué recuerdos tan bellos me traen. Saludos.
ResponderEliminarMoony-A media luz tú sabes escribir de lo que quieres y de a quién quieres. Así me lo parece. Un beso.
ResponderEliminarHay días en que podemos escribir tanas cosas desde nuestra serenidad, y de forma tan bonita como lo has hecho.. Un abrazo Pedro y que tu noche sea bella
ResponderEliminareli mendez empiezo por el final. Mis noches son bellas porque como en aquel cuento, me limito a “dormir y callar”. Como hace tiempo que no peco (básicamente por falta de oportunidades), no tengo remordimientos y duermo y sueño como un niño. Así es fácil escribir luego lo que quiera, me levanto descansado. Besos.
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