Esta noche ha llovido mucho.
Ayer quemaron un contenedor de papel debajo de mi casa, las llamas llegaban a la
altura de un segundo piso. Todavía no sabemos si ha ganado Biden, todavía no
sabemos qué cambiará si gana. Los bares estarán cerrados durante un tiempo
indefinido. Antes de las 10 de la noche hay que estar en casa, en nada
estaremos todo el día. Llega el invierno. Los muertos en residencias durante la primera
ola superan los 20.000, los muertos que no conocemos son una cifra, un
porcentaje. Dolor. La pandemia nos ha recordado que moriremos con un 100% de
certeza. Los viejos culpan a los jóvenes de inconsciencia e insolidaridad, los jóvenes
intentan vivir, los de edad intermedia no saben a qué grupo pertenecen, los
niños se adaptan con madurez. Los medios de comunicación informan de lo que quieren
informan. Algunos políticos tienen madre aunque no lo parezca. El llamado rey emérito no sabe y no contesta. El futuro es eso
que decían que vendrá. Puedo seguir revisando lo mal que estamos pero he
recordado que ayer ya pasó, que mañana no sé qué pasará y que tengo este ahora
para disfrutarlo en la medida que pueda. Y a eso me voy a dedicar dentro de un
orden. Que tengan ustedes un magnífico sábado.
Tienes razón en todo lo que dices. Vivimos en una incertidumbre total.
ResponderEliminarQuizá mañana no podamos salir de casa, pero, hoy podemos, así que a aprovecharlo.
Besos y bien día para ti también.
Me ha encantado todo lo que dices porque es verdad y además leyéndote casi te entra un ataque de ansiedad.
ResponderEliminarVivamos el aquí y ahora.
La verdad es que da un poco de miedo. Cada día muere más gente, más contagiados, y más normas sanitarias, pero parece que no frena, entonces no se qué es lo que estamos haciendo mal.
ResponderEliminarPero lo que tenemos es lo que hay, así que disfrutemos del presente, que el futuro es incierto.
Besos.
Sabias palabras.
ResponderEliminarBesos.
Moony-A media luz lo del contender. Tú sabes qué agobio. Escucho sirenas, salgo al balcón y debajo de mi casa un contenedor de papel ardiendo con llamas hasta la altura de un segundo piso. Que lo lees y vaya pero lo ves y dices “madre mía, dónde vamos a parar”. Y llegan los bomberos y lo paran. Un susto. Vamos a hacernos un bono de besos porque a este paso se nos van a agotar.
ResponderEliminarTracy lo de Biden. Que ha ganado. Lo de los bares. Que los han cerrado (no sé cuánto tiempo). Lo del invierno. Confirmado, que llega. Lo de la muerte. Que nos morimos. Lo de la buena educación. Sí, que la tengo, muchas gracias por venir en un día como hoy.
ResponderEliminarMaría no estamos haciendo mal nada, al menos tú y yo, seguro, esto de sentirnos culpables es un resabio de una educación judeocristiana, que no, ¿qué coño culpa vamos a tener de esta pandemia? Yo no cojo el metro, subo las escaleras de casa andando (vivo en un quinto piso), me lavo las manos que las tengo desgastadas, voy al monte solo (como no me contagie un pino), sigo todas las normas que nos aconsejan/mandan. Solo incumplo una, abrazo a mis hijos, faltaría más, si cojo el covid será por una buena causa, que le den al covid. Besos.
ResponderEliminarDevoradora de libros, muchas gracias, pero más que sabias son de superviviente deslenguado. Tenemos el futuro llegando y viene bueno, verás. Besos.
ResponderEliminarNo hay día que pase, y me levante, y mientras me siga amaneciendo, que al echarle un guiño a mi nube, la de la izquierda, que no piense... "esa es la actitud"!
ResponderEliminarLA ZARZAMORA , yo me levanto cada día muy agradecido a la vida.
ResponderEliminarAy. Un beso.
No nos queda otra que disfrutar como podamos, convertir pequeñas cosas en alegrías a pesar de todo. Es como hacer magia y quizás tan efímero como la magia.
ResponderEliminarUn saludo.
Dorotea Hyde, nada por aquí, nada por allá y zass, aparece una vida, nosotros, intentando capear este temporal con una sonrisa que oculte el miedo. En cualquier caso es lo que hay y hay que disfrutar los días. A por ellos.
ResponderEliminarUn saludo.