…De
dónde sale el aire que se vuelve viento, un desolador paisaje de soledades,
pobres seres solos, anhelos perdidos en ese viento que era aire, que no era
nada, que se espesa a partir del susurro de un bosque donde no entra la luz y…
La
verdad, Parker se divertía más releyendo lo que escribió sobre aquellos
encuentros eróticos en un cuarto donde la luz del deseo le cegaba.
Hola Pedro
ResponderEliminarMe gustó eso del "bosque donde no entra la luz" o una luz que no deja ver lo importante.
Te dejo mi saludo, Pat
Patricia Palleres intento subir al monte cada día (Bilbao está rodeado de montes y desde la puerta de mi casa en 35 minutos estoy en uno). El otro día subí pronto porque venía un día caluroso. Al pasar por un bosque amanecía, el bosque es tan tupido que el sol no llegaba a entrar. Un privilegio poder disfrutar de eso y del silencio. Saludos.
ResponderEliminarNo solo disfruté leyendo la entrada sino tu respuesta al comentario de Patricia, ¡qué envidia ese paseo tuyo!lo he disfrutado mucho.
ResponderEliminarTracy, somos raros, tú envidias mis paseos y yo envidio pasear de noche por Córdoba con ese aroma de azahar que te acaricia los sentidos.
ResponderEliminarUn examen. ¿Llegaste a conocer una taberna en el patio al final de la calleja de las Flores? Posiblemente te estoy hablando de la prehistoria cuando en el Caballo Rojo se comía como un sultán. Besos.