viernes, 27 de marzo de 2020

Tractatus (5.63)


La función debe continuar, el Actor vuelve al escenario y recita: “yo soy mi mundo”*

El Actor sabe, lo sabe ahora, que acariciar aquel cuerpo no era un pasaporte a su alma, no un visado, no un pase de pernocta, no un permiso indefinido, tener su cuerpo era un trabajo, un purgatorio, una obsesión, la condena del ejercicio desnudo de besar una y otra vez la anorgasmia irreparable de una mujer sin lengua. Sin embargo volvía los miércoles, aún antes de amanecer, cuando mataron al juez y en primavera. Ella escribía en una nube “ven” y él, obediente, iba.

Actuación sin espectadores.


*Wittgenstein - Tractatus (5.63)

2 comentarios :

Gracias por venir

Mi foto
Bilbao, Euskadi
pedromg@gmail.com