domingo, 16 de octubre de 2016

Cantamañanas.



Créanme es fea, pero solo si la miras desde un balcón. Para un cantamañanas como yo no fue difícil verla aunque para ello tuve que sacar medio cuerpo fuera a riesgo de romperme la crisma. En aquel momento no medí por qué me arriesgaba tanto, soy desmedido.

Es fea, decía, pero solo si no metes la cabeza en su pecho y ojeas por dentro, entonces, ay entonces. Lo hice, me curé, dejé de ser un cantamañanas, entré en un estado de absoluta rendición, un bendito. De ahí pase a quitarme el velo y deslumbrarme con su belleza. Vendo cupones por las esquinas, compro postales de su ciudad para no olvidarla, me pongo la chaqueta del revés y a punto he estado de ser arrestado por desacato a las normas.

Créanme ella es bella y canto sus canciones en varios idiomas, pinto su nombre por las paredes, le envío mensajes con golondrinas revolucionarias. El problema es que ahora ella se ha vuelto una cantamañanas y yo sigo feo. Ay.

2 comentarios :

  1. Eres mucho, Pedro, me alucina la capacidad que tienes de escribir tanto, tan variado y todos los días. Y siempre genial.
    Por fortuna no eres el cantamañanas del relato.
    Besos y abrazos, chicarrón

    ResponderEliminar
  2. Virgi con mayúscula, escribir no tiene mérito, lo difícil es que te lean
    Un beso

    ResponderEliminar

Gracias por venir

Mi foto
Bilbao, Euskadi
pedromg@gmail.com