Y que no venga el huracán y nos lo cambie todo de lugar... O una ola, aquel jilguero amarillo, la jaula del silencio, o un jazz aflamencadito o besos perdidos sin bocas. O sí, que en el fondo nos gusta jugar con las piezas del lego, y cada mañana armar universos nuevos, diferentes o ni tanto, pero armar, amar, volar.
Y que no venga el huracán y nos lo cambie todo de lugar...
ResponderEliminarO una ola, aquel jilguero amarillo, la jaula del silencio, o un jazz aflamencadito o besos perdidos sin bocas.
O sí, que en el fondo nos gusta jugar con las piezas del lego, y cada mañana armar universos nuevos, diferentes o ni tanto, pero armar, amar, volar.
Un beso, loquito.
No creas, Zarzamora, quizás ingenuo, quizás esperando encontrar lo que aún no he perdido. Pero a este paso… Besos muy amorosos
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