Los canto para mí mismo, y lloro…»
Jia Dao (siglo IX)
Siempre me atrajeron las figuras de Sísifo, de Tántalo, su poder simbólico, sobre todo ahora que han muerto los dioses y los mitos están difuminados.
Esto es un trabajo en el que uno, con humildad, sabiendo donde está, espera la inspiración mientras cuenta absurdas emociones.
Puede parecer un lamento y sin embargo es un canto de júbilo, un ajuste de cuentas conmigo mismo, un aquí estamos.
Yo, a lo mío.
Resulta que sigo, tipi tapa, son números pero estos siete años de compartir unas 3.000 entradas me han servido para disfrutar de placeres inimaginables (de todo tipo, ay, si os contara). Hay uno que se producirá en breve, este mes, espero, mi página llegará al millón de páginas visitadas.
visitas 
Quién no mire sus estadísticas miente. A quién le parezca algo trivial le mandaré mis padrinos. Si a alguien le alegra tiene mi abrazo.
En este mundo silencioso hay que buscar estímulos, este es uno.
Gracias por venir a esta esquina.
Gracias a ti. Se aprende, se ríe, se siente, se intenta comprender. Un maestro en letras. La bailarina en la cabeza...humor con una inteligencia, que por mi parte admiro. Un aplauso. Aquí su lector
ResponderEliminarPues voy a venir mucho más, para que ese millón te llegue antes.
ResponderEliminarBesos y abrazos y felicidades y cariños y gracias por ser como eres.
Yo quiero tener
ResponderEliminarun millón de amigos
y así más fuerte
poder cantar.
Roberto Carlos
Encarna C. gracias compartidas, gracias por venir, gracias por comentar. Aquí un amigo.
ResponderEliminarvirgi es un estímulo para la constancia. Muchas gracias y un abrazo con todo mi cariño.
ResponderEliminarbixen pero no quiero cantar solito
ResponderEliminaryo quiero un coro de pajaritos
Roberto Carlos