martes, 14 de mayo de 2013

Peregrino.

No hará casa el que ahora no la tiene,
el que ahora está solo lo estará siempre,
velará, leerá, escribirá, largas cartas
y deambulará por las alamedas,
inquieto como el rodar de las hojas.

Rilke



Como te diría, en realidad New York es parecido a Bilbao, no muy diferente. Cierto que tiene las casas más altas, que las calles son más largas y  los bares más caros, que hay muchísima gente, con músicos callejeros, rascacielos, coches y coches, taxis amarillos, hay más museos, más de casi todo pero, en esencia, aunque la gente habla raro y hay muchos colores, son iguales o muy parecidos a nosotros *, comen, duermen, sueñan, aman, odian, hacen el amor, discuten, anhelan, crecen y mueren.

Allí, entre tantísimas personas, uno más, pequeño pero único, lo pensé, algo debo hacer, algo debo cambiar para seguir siendo.  

No es nada original esto de querer recomenzar, de insistir, de buscar un camino, de estar sorprendido de estar.
Porque, sin embargo, se mueve.
Aún.
Por eso, por tantas cosas que apenas intuyo, salgo.
Con miedo, lo reconozco. **

Necesito saber muchas cosas de mí mismo, no esas  en las que siempre gano, las que el día a día me oculta, las que la rutina, la comodidad, la máscara, las habilidades sociales, el saber hacer, me cambian como un hábil ventajista.
Me engaño, sin mérito.
Quiero encontrar tantas cosas que llevo dentro y que he olvidado.
Es el tiempo, ahora, salgo, solo, llegaré hasta donde llegue.
Hasta ahora no he tenido ocasión de disponer de un tiempo prolongado para intentar algo así, quiero aprovecharlo.
No hay demasiadas oportunidades de cambio, o quizás sí, las desconozco, esto es lo que se me ha ocurrido, lo más cercano a mis posibilidades.
Ya sé que podría irme al África profunda, a las selvas del Orinoco, subir a un 8.000 o bajar a simas sin fondo, ya, doy para lo que doy.
Quizás cuando sea mayor lo intente.

Ahora, con ilusión, con fuerza, consciente de que no soy el que era, orgulloso de ser el que soy, con la humildad del peregrino, paso a paso, quiero caminar hasta llegar.
Solo.  

 Comienzo el Camino de Santiago.***


  

*Bueno, según qué nosotros. 

** ¿Dónde está el que mentía?

*** Desde Saint-Jean-Pied-de-Port


8 comentarios :



  1. No me lo creo. He mirado una guía del camino francés a Santiago y son 775 km. No me lo creo. Solo. No me lo creo. He visto los caminos: la primera etapa es durísima. El resto menos, pero también. No me lo creo. Los caminos a veces tan solitarios. Los albergues. No me lo creo.

    Por favor, por favor, chico que no mientes y tienes miedo, busca ciberespacios - ¿hay de eso en el Camino? - busca lo que sea. Y cuéntanoslo.

    Feliz, feliz, feliz viaje.

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  2. Créetelo, Magnolio, sí, son todos esos kilómetros.
    A las 15, 30 cojo el autobús a Pamplona, allí a las 18 el que me llevará a Roncesvalles, de allí taxi a Saint Jean. Depende del tiempo que haga (anuncian lluvias) quizás mañana empiece en Roncesvalles, ya veré.
    Es la única variación, el resto caminar y caminar, paisaje y soledad, hablaré conmigo mismo. Como tampoco es cosa de sufrir demasiado a estas alturas, si me agobio demasiado…pues me vuelvo (espero que no).
    Si puedo lo contaré. Gracias por tus ánimos. Un beso.

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  3. Primero un bus, después un táxi...Pedro, que tienes que ir andando, que si no, no vale.
    Ya empezamos mal ¿Ves? si es que eso de irse a buscarse a sí mismo tiene su aquél u su aquella.
    Lo cierto es, que ahora mismito estoy muriendo de una envidia cochina y asquerosa.

    Quiero ir, quiero ir, pa hablar conmigo misma no, que ya sé lo que me voy a contestar. Pa saber callar, eso, pa saber callar y escuchar lo que me tenga que decir el camino.

    Busca un algo y ve contándonos.

    Te chero loco

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  4. Que sí, Nikté, que primero hay que llegar al punto de partida. De ahí p´alante, sin parar, paso a paso. Buscarse en el camino tiene su intríngulis, que en algún sitio hay que hacerlo (buscarse digo).
    Que conste que no estoy perdido (o sí, no sé).
    Lo malo de todo esto es que cuando te encuentras es demasiado tarde (o no, que no sé nada)
    Dame ánimos de vez en cuando
    Besos, bella.

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  5. Búscate a tí mismo, pero por favor, si me encuentras, tráeme.
    Ánimos no te van a faltar; dile a tus pies que se comporten.
    Buen camino, peregrino. Y un par de besos y abrazos, por un por si.

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  6. Pásalo genial Pedro.

    Un fuerte abrazo.

    Maria

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  7. Conociéndote, así, un poquito, han pasado 6/7 días y aún no has vuelto… puede que en vez de encontrarte te hayas perdido del todo… puede que si te encuentras decidas dejarte perdido, porque seamos sinceros, si sacas lo que llevas dentro ¿Qué? ¿Vuelves a llenarlo? ¿Con qué?

    Pues eso, que el Camino de Santiago se te queda corto.

    Un abrazo a tu regreso

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  8. Esperando estamos a que nos cuentes, hombre fuerte.
    Un abrazo bien grande.

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