He envejecido dentro de tus ojos; eras la dulzura y el exterminio
y yo amé tu cuerpo en sus frutos nocturnos.
Tu inocencia es como un cuchillo delante de mi rostro,
pero tú pesas en mi corazón y, como una miel oscura, yo te
siento en mis labios al ir hacia la muerte.
(Gamoneda)
Precioso...
ResponderEliminarhermoso, si.
ResponderEliminarAgora cabelos negros,
ResponderEliminarmáis tarde cabelos de brancos;
agora dentes de prata,
mañán chavellos querbados,
hoxe fazulas de rosas,
mañán de coiro enrugado.
Morte negra,morte negra,
cura de dores e engaños:
¿por que non máta-las mozas
antes que as maten os anos?
Rosalia de Castro,Follas Novas
PD.ya he publicado,impaciente!
¿Algo ha desaparecido? Eso me ha parecido. Sniff.
ResponderEliminarSuena maravilloso el concierto para Oboe de Handel mientras paseo la mirada por el edificio, capta mi atención el rayo de sol donde la ternura se hace humana, sedienta de saber leo los versos y esta vez les veo a ellos siendo ternura.
ResponderEliminarUn beso, o dos
P.S. Ser artífice de la embriaguez ajena debería estar penado