jueves, 25 de agosto de 2011

Ebriedad de agosto.


¿Es que voy a vivir? ¿Tan pronto acaba
la ebriedad? Ay, y como veo ahora
los árboles. Qué pocos días faltan…

(Claudio Rodríguez)

(Playa de Langosteira - Finisterre)


Díganme, ¿a quién se le ocurriría escribir en el Paraíso?, a mí al menos, no.

Y es que agosto está siendo un mes mágico en el que voy de acá para allá llenándome de paisajes y gentes, de acentos y sentimientos, enriqueciéndome.

Es un egoísta alivio no contarlo.

Además seguro que ustedes también están disfrutando de maravillosos días y no tienen tiempo para historias de blogs, para historias.

Una sugerencia, varias, siga la estela de lo imposible, este es su momento, no lo dejen para nunca, olvídense de periódicos y telediarios, de noticias trágicas, de incendios, concéntrese en la Naturaleza, en playas y árboles y pájaros, en cuerpos y almas desnudas, en la belleza de una fruta, de una caricia, de una piedra, una mirada, del cielo, miren extasiados las estrellas, no olviden los proyectos, los sueños, emociónense, llénense de música y manantiales, de rumor de olas, vencejos y  viento, de confidencias después de una cena con generosos vinos.

Esto es, sean felices, viven, vívanse, total los mercados seguirán insaciables, los ineptos, los ruines políticos pensarán en su único enriquecimiento (empobreciendo al resto, claro), algún malnacido tendrá preparada la pintura negra para septiembre, lo que es dejará de ser para volverse peor, pero luego, entonces, ya lucharemos, ya lo enfrentaremos, ahora estoy en el centro del Paraíso y aunque recuerdo este rincón, de lo que menos ganas tengo es de escribir, ya lo haré, por los siglos de los siglos, amén.



8 comentarios :

  1. Razón tienes, ya nos preocuparemos de todo en septiembre, que el otoño y el invierno se presentan crudos y hambrientos.

    Besín, Pedro.

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  2. Eva, llueve ahí fuera pero me siento tan, tan bien que estoy lleno de soles. Ya llegara septiembre. Hasta entonces

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  3. Si, un verdadero ensueño.
    Amén

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  4. ¡Ah! Pedro, amigo, seguimos cada una de tus sugerencias que son excelentes consejos. lucia parece desembarcada del Beagle y toma muestras y analiza especímenes. mira al cielo fascinada por la luna que en Bilbao tendremos que señalarle...agarra piedras y huele flores sin importarle ensuciarse ni pincharas con las espinas.
    Yo intento imitar su disposición hacia el mundo, que es la que describes, y, a ratos, lo consigo y me siento feliz.
    Septiembre traerá los reencuentros y cuando la veas (aviso: ahora se hace la tímida ¿?) veras lo que ha crecido y nosotros os daremos un beso y veremos tu sonrisa de satisfacción por este agosto que te llena tanto. Me alegro mucho. Un beso muy fuerte.

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  5. Le digo: Escuché la sugerencia, el azul huele a mar (para las sinestesias sí tengo tiempo)Me emocioné. Lo reconozco y qué.
    Un fuerte abrazo inmenso, grande, abro mis brazos mucho para abrazarte mucho.

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  6. Vale, te hago caso.
    Pero tú sigue escribiendo, que lo has prometido, y llevo demasiados años siguiéndote para que ahora me engañes...

    Saludos,
    E.

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  7. Y yo que creía que ya estabas en él, de lo bien que lo haces...como los ángeles o los arcángeles, vaya!
    Sigue disfrutando, besitos.

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  8. La ebriedad es un don, ya lo dijo Claudio.
    Paraísos hay muchos y muy sobrios.
    Trenzar paraísos e infiernos sólo se subsanan o con un buen almax o con una buena prosa/poesía (éstas son más difíciles).

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