En el desamor no está el olvido, me lo copia usted mil veces.
Envueltos en capas de salteador, el Tiempo, el Pecado, la muerte señalando el Reloj, el dramático empeño de querer saber, olvidar lisonjas y partir camino adelante, con brío, con fuerza en los muslos, olvidarse del polvo y la sed, un día, otro día, lo anuncio, llegará la oscuridad y nos iremos, fuera obsesiones, fuera voces, quemaremos calendarios en la dársena, humo de olvido, las espinas, los fantasmas ululando en lo oscuro, tras la tapia, el cuerpo ausente en la cabeza, en los tendones, la palabra que hiere, el silencio que no cesa, ya no sé si era o si soy yo, si existió y si estoy vivo, escribo aquí, pero no vale.
En el desamor, aún. No lo copie, no hace falta.
No, quizá no esté en el olvido, sino en un rincón atelarañado, que ya ni siquiera desempolvamos. Tal vez sea eso, vaya ud a saber, que el tiempo nos carcome, nos quema y con él los pecados se olvidan incluso, como cuando con el cuerpo ausente nos abandonamos al vacío y a la nada para llenarnos de un todo.
ResponderEliminarBesos, Pedro.
Me encantó esta entrada ;)
"El mundo muere de frío y de indiferencia. Es el error trágico de considerar el amor como un asunto secundario. El verdadero pecado original fue una apostasía de la vida. No existe ninguna filosofía que ofrezca un sucedáneo del calor, los colores y los olores que le son propios.
ResponderEliminarMarlen Haushofer.
Olvido: sustancia gelatinosa que cubre la parte afectada y crea un aislamiento aseptico para la mejor recuperación de la zona dañada. Si se aplica sin sanear la herida podría causar el efecto contrario dando lugar a la proliferación de germenes nocivos como prurito o deseo persistente, estrechez en el tiempo, pérdida de la posición geográfica, y en un 2% de pacientes se ha llegado a detectar enfoque infinito de un pasado continuo. Consulte con su mediadora esotérica si nota alguno de estos efectos.
ResponderEliminarBesos
PS.: Disculpame so guapo, ya sé que ésta es una página seria. Es que hoy me he levantado cañera ;-P