Aquella tarde de agosto llegaron cientos de mariposas amarillas. Se posaron en los olivos y en la hierba, sobre las flores de acónito y en los tejados.
Es una plaga- dijeron unos.
Es el preludio de noticias - dije yo.
Cientos de mariposas amarillas de volar torpe, con trazos de continente, entrando por las ventanas, regocijando a los niños, sorprendiendo a los ancianos, rompiendo la monotonía, proponiendo barruntos y conjeturas, acariciando mi mirada distante.
Papá, vuelve a casa- dijo, escueta.
Pensativo, salí al balcón y desde ahí vi acercarse las nubes negras, el chaparrón que descargó gruesas y ruidosas gotas sobre las grietas de la tierra, las horas vacías, las amarillas alas de las mariposas, sobre mi remordimiento azul.
Es un alivio-dijeron unos.
Es un castigo–dije yo.
La lluvia se comió la tarde y la noche trajo los recuerdos, la añoranza insuperable, el silencio. Después el sueño levantó miedos ocultos, el temor del regreso, la culpa.
Pasaron los días y se fueron las mariposas amarillas.
Mi hija no volvió a llamar.
Tampoco su madre.
Ahora, en diciembre, no me puedo mirar en el espejo.
El suave aleteo de una mariposa, desatando tormentas en el alma,despertando momentos encontrando huidas...amaneciendo tristezas que salen por ventanas, lluvias y memorias.
ResponderEliminarMe gustó, si.
Besiño,Pedro,grande.
Saludos Pedro. Las crisálidas suelen sucederse, por temor a su efecto. O a sus congéneres.
ResponderEliminarPlaga o noticias, alivio o castigo.
ResponderEliminarQuizás no sea el color de las mariposas sino su vuelo transitorio el que suscita llamadas y sentimientos, también transitorios, cuya más importante consecuencia es no dejar que nos miremos en el espejo.
Abrazos
Me encanta.
ResponderEliminarEste texto me encanta.
Mayteღ las mariposas son insectos premonitorios.
ResponderEliminarYa te digo.
Besos inmensos.
Saludos, Eli, es que a según a qué congéneres yo también les tengo miedo
ybris la última vez que me miré en el espejo no me reconocí.
Algo ocurre. No sé quién es ese que se afeita cada mañana frente a mí. Pero es muy feo. Abrazos
Encantadora Mirada, tú también me encantas, muá
Es precioso.
ResponderEliminarComo el remover de las cenizas descubre, con los recuerdos en mente, lo que ha sucedido entre el hecho y su narración.
ResponderEliminarSalvo que tú… haces los hechos, los quemas, los remueves, recuerdas y narras la historia. Una maravilla de color en movimiento este no poderse mirar en el espejo.
Un beso
A veces nos enfrentamos al reflejo de unos ojos que no nos miran desde el amor,ni siquiera desde la caridad.
ResponderEliminarA veces no nos esperamos encontrar unos ojos tan crueles,sobre todo después de haberse bañado en la negrura del remordimiento y el miedo.
Diciembre no es un buen mes para mirarse al espejo,pero no perdamos la esperanza,quizás por primavera regresen con su aleteo y consigan el reflejo de una mirada renovada
“Podrías enviarme antes de tu partida:
ResponderEliminar3 tubos blanco de zinc.
1 del mismo tamaño cobalto.
1 tubo del mismo tamaño ultramar.
4 tubos del mismo tamaño verde veronés.
1 del mismo tamaño verde esmeralda.
1 del mismo tamaño mina anaranjado.”
(Cartas a Théo, V.V.G.)