viernes, 22 de enero de 2010

Siete años.

Los muertos, con un fuego congelado que abrasa,
laten junto a los vivos de una manera terca.


(Miguel Hernández)


Hoy se cumplen siete años.
Escuché la noticia en la radio del coche.
Ocurrió un jueves en una calle cercana al despacho de G.
Pasé a unos metros del lugar del crimen.
Vi la sábana que cubría el cuerpo del juez, los familiares llorando, la policía, las luces azules de las furgonetas girando en silencio, la neblina de aquella mañana de enero.

Al llegar se lo conté a ella, impresionado.
Eso no impidió que en aquel frío e inhóspito cuarto que daba a un patio interior, como cada semana, amara a G con absoluta pasión.

Hoy, siete años después, apenas recuerdo a G.
Pero sí recuerdo el frío y aquel cuerpo sin vida cubierto por una sábana.





14 comentarios :

  1. Soberbio, tu texto de hoy.

    ¿A quién, con corazón, no le deja cicatrices la tragedia?

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  2. Hay fríos que no se olvidan.
    Sobre todo los más injustos.
    La pasión -amor u odio- es otra cosa.
    Pasa su vuelo y quedan sus motivos.

    Abrazos.

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  3. Me llama la atención que hayas utilizado como coche la furgoneta. Hoy, en la policía, o se es coche o se es furgón. Entiendo más la furgoneta tratándose de los Carabinieri que de la policía española.
    También han pasado 7 años. Ya apenas recuerdo a Gracita Morales. Entonces la policía era gris, un color a veces duradero, pero ejemplar en un buen carboncillo. La escala de grises, me decían, en la clase de dibujo. Ahora sólo pienso en que ella no se difumine.

    Abrazos.

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  4. Tesa, lamentablemente a muchos.
    Empezando por los que las provocan.

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  5. Fríos y muertes ybris
    Sabes que aquí intento (con la osadía del torpe) escribir.
    La muerte que cuento es cierta (el asesinato de un juez por Eta), por casualidad pasé por el lugar del suceso. El amor…ya digo, no lo recuerdo.
    Un abrazo.

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  6. Puestos a contar Tempero, te diré que la primera fotografía es de Centelles y pertenece a nuestra guerra civil.
    Por desgracia hay tantas fotografías de muertes violentas recientes que he preferido utilizar una antigua (no por eso menos dolorosa)
    En la segunda solo me he fijado en el efecto dramático (para mí) de la sangre. No entiendo de modelos de furgonetas policiales, ni de ahora, ni de hace 7 años, ni de nunca.
    Explicar un texto (que no pretende ser pretencioso, que me parece humilde, de sentimientos) es como destripar un chiste (saben aquel que dice…). Para mí fue un momento triste, duro, impactante, que una fría mañana de enero, mientras trabajaba, me encontré con la tragedia de un hombre asesinado en plena calle, delante de su hijo.
    El resto lo he añadido con efecto “literario”.
    Pero la muerte no necesita literatura.
    En fin
    Me voy a trabajar.
    Un saludo

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  7. la muerte siempre hace mella, no se puede comparar con nada.

    es irreversible.

    me quedo con:

    "so no impidió que en aquel frío e inhóspito cuarto que daba a un patio interior, como cada semana, amara a G con absoluta pasión."

    la muerte siempre nos lleva a querer aprovechar más la vida, porque cuando la vemos tan cercana recordamos que no somos nadie, que en cualquier instante podemos dejar de existir.

    biquiños,.

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  8. Es cierto Aldabra, es exactamente así.
    Gracias.
    Un beso.

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  9. " La triste ceremonia del velorio evitaré y te amaré en el filo de un cuchillo "

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  10. Hay momentos que se quedan grabadas a fuego en la retina; nada es capaz de borrar la huella del dolor.
    Besos

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  11. Le hemos dado al dolor el honor a cicatrizar y quedarse, y a la voluptuosidad, el decoro de irradiar y volatilizarse.

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  12. La muerte da frío, yo no lo sabía hasta no hace mucho. En realidad es el miedo...

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