jueves, 5 de noviembre de 2009

Esbozo del invierno próximo.


....Hijos míos, el hombre es ya como uno de nosotros: conoce ya el bien y el mal desde que ha gustado el fruto prohibido; pero solo puede vanagloriarse del mal ganado y el bien perdido: mucho más feliz hubiera sido si le hubiera bastado conocer el bien por sí mismo, y de ningún modo, el mal. (Milton J. El paraíso perdido.)




En estos últimos meses G se altera, está alterado y escribe, ciego, tanteando el espacio, está buscando, aún está buscando, con su candil escruta en la oscuridad de tantos días, lleva una linterna en la frente y se introduce en sus propias simas, en las profundidades de sus deseos, en la exploración sistemática de sus cuevas más allá de lo consciente. Imagina, sensible, herido de amor, convaleciente, se debate en su sí pero no, se escuda detrás de una catarata y mojado escribe y sueña, escribe con los ojos de su cabeza escrutando los signos porque sabe que jamás, jamás, será lo que era. Todo eso le tiene intranquilo, inseguro, con ansiedad, pero no tanto como para perderse en este esbozo del invierno próximo. Bajan las temperaturas, hay fuertes vientos y muere en el río, debajo del puente en el que, desnudo, se refugiaba del frío de la incomprensión.





18 comentarios :

  1. ...habría sido más feliz, pero menos sabio (sorry, Mr. Milton)

    Con G me hubiera ido al cine, a ver una de vaqueros (falta una niña en esa foto...yo misma!). Bueno, pues le mando besos, sí!

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  2. Y más aburrido virgi (este Milton...)
    Ya le pregunto a G si estabas viendo los carteles. Y dentro. Y en sus sueños de niño feliz. Y le doy tus besos (bueno, se los transmito)

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  3. ¿Por qué se piensa que ser malo es divertido? Pues no lo es tanto como dicen, lo se porque soy mala y no me divierto por ello.

    Ser bueno si que lo es y lo es, por ser muy complicado, mucho más que el mal, el mal es fácil, solo tienes que dejarte llevar y a mi me tira más lo complejo.

    Cambiemos de tema.
    El viento.
    El viento se puede llevar a los árboles muy lejos.

    Calígulaporvos

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  4. No Nikté, no es así, tú comentas lo que lees y así no vamos a ninguna parte. Y mira que te lo agradezco ¿eh? (me refiero a que me leas), pero no va por ahí. Ser buenos o malos o tibios o prrft es lo de menos, se trata de ir a tu aire (hablando de viento...). Durante un tiempo pensé que era malo, después lo pensé mejor y llegué a la conclusión que no, que era simplemente un pardillo, un tontolculo. Y empecé a ser bueno. Pero no por afición, no, por incapacidad. Y así no vale. Pobrecico, que bueno es ¿Ves?, no vale. Es un buen chico que es como decir, no sirve para otra cosa. A mí me gustan con un leve toque canalla (en el buen sentido de la palabra, claro), que me decía J (y C, y B, y tantas, pero esa es otra historia). Como eso de a este le cambio yo, que nunca le cambias y te cargas con un capullo inmaduro para toda la vida, un mariposón siguefaldas, o un bebedor, un putero, un Arturo (no, el rey, no). Pero volviendo al tema, y perdona que te lo diga, no se trata de comentar lo que lees, coño, que estás lejos de la moda, se trata de dejar espejos (de mano) es la última tendencia. Esto tiene un problema, y es que en el espejo no se ve al que lo deja sino al que lo lee y bien puede ser que diga a este/a ya le conozco. O que se empañe. No te digo nada si se rompe (cien años de desgracia, por lo menos). Y es que mirarse uno mismo tiene el riesgo (otro, además) de aburrirse por demasiado visto, que ya cansa ver siempre al mismo (es decir, a uno mismo). Es como jugar al tenis, que lo juegan dos (o cuatro, en el colmo de la variedad), que si lo juega solo uno es más bien frontón (aquí se juega mucho al frontón, digo aquí y me refiero a donde vivo, no, mi casa no, un poco más, alrededor). Pero todo esto, mi admirada Nikté, trata de ser un tributo a tus comentarios, siempre inteligentes, muchas veces geniales, insuperables, siempre llenos de ironía, salero y olé (aunque alguna vez me acusaste de ser el toro que mató a Manolete). ¿Te has limpiado las orejas? Vale, te las beso, las dos. Muchas gracias.

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  5. Creo que G. está al borde de una crisis de lo que sea, pero crisis.

    Es la época.

    bicos,

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  6. Lo mismo tiene un trastorno bipolar...
    Seguro que necesita ayuda....
    Besos dulces, los que quieras.

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  7. Pero qué bien describes las emociones, de mayor me gustaría ser como tú....

    :-)

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  8. Ay, Aldabra, a quién se lo vas a contar. Está como una moto.
    Ya se le pasará. Bicos

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  9. Arantza G., lo mismo.
    ¿Dónde puedo llevarle? O sugerirle que vaya
    Mejor te doy su teléfono y se lo dices tú.
    Besos de nuez.

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  10. ¿Me estás llamando viejo? Mirada.
    ¡¡¡Me estás llamando viejo!!!
    Ay, como te pille…

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  11. ¿Por qué yo? a mí no me conoce...
    De todas formas; Tengo una amiga spicóloga que trabaja en la cárcel de Nanclares; si se pasa al lado oscuro, también lo pueden encerrar. Ayyyy, madre mía, que estoy divagando...
    Vale, mejor me voy.
    Beso

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  12. Tranquila Arantza G., no conoce a nadie, está medio lelo con esto de la súbita entrada del invierno. ¡Cómo llueve!
    Yo también tengo una amiga psicóloga, pero esta está dentro.
    Besos en el frío

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  13. ¡Hummmmm, desnudo, herido de amor...! ¡Ejem! Estoy pensando en aprovecharme de la situación y hacerme mala al mismo tiempo, más que nada porque eso de ir al cielo no me hace niguna gracia. Debe de ser un rollo, ¿no?

    Y ya sabes..., "y si llueve, abre tu paraguas, tu sabes que siempre te llevaste el gato al agua y si bailas bajo un sol ardiente ten cuiado las quemaduras con la luna mas se siente..."

    Besos de caída de hoja, jejejejeje...

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  14. mabel g. c., ya te vale, este pobre G muriéndose de frío y tú pensando en esas cosas…ay.
    Lamento no poder ayudarte con mi opinión sobre el cielo porque no he estado allí nunca. En el purgatorio, sí, un rollo. Y en el limbo estoy a menudo, vivo allí.
    Besos otoñales.

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  15. corre.. corre... jajajaja

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  16. Hubo un tiempo en que el embozo era casa, era Ella, era un esquilmar constante a la incertidumbre. Tenía el embozo en invierno un reflejo de brasero delicado.
    Ahora ese embozo es como si se hubiera desbrozado, es en una guarida donde se halla. Gime. La G, la de su nombre, le persigue para lo ingrato, nada de gozo, la garganta se le exacerba con los cardos. Y sobre todo el frío. El muy condenado le aporta el sonido gutural que no se atreve a pronunciar. ¡Ay!

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  17. Los helechos entre el pescado (eso creo que antes).
    El mar sugerente ante tanto oleaje.
    Y G como salmón al desove de su vida: el mar lo empuja, los fríos helechos lo arropan.

    Beso de temporal.

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  18. Era de esperar si G no está cuando está, da mucha inseguridad eso. Ya resulta bastante difícil vivir cuando no te conoces, con que si intentas saber qué eres y qué quieres, una de dos, o acabas en un sitio dónde todos hacen lo que tú (con lo que ya puedes sonreír porque estarás rodeado de comprensión) o acabas advirtiendo que aquello que te importaba pasó de largo.

    El invierno es un buen momento para dejar que los sueños se llenen de deseos y dedicarte tan solo a desearlos.

    Un besazo, vuelvo a comprobar que eres uno de mis amigos más maravillosos.

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