Recordé los consejos, las enseñanzas como tatuajes en la ceguera, las banderas temblando con heridas emboscadas en deberes y fortunas, deshojadas en contar hasta tres.
Quise volver a la victoria de cadáveres, peces boqueando sobre los mapas y números temblando en lo oscuro. Tenía una estrella bordada en la bocamanga. Tenía también un abismo y hambre, un nombre y un sol dolorido.
Luego se fue la luz y no tuve nada.
Quise volver a la victoria de cadáveres, peces boqueando sobre los mapas y números temblando en lo oscuro. Tenía una estrella bordada en la bocamanga. Tenía también un abismo y hambre, un nombre y un sol dolorido.
Luego se fue la luz y no tuve nada.
Los consejos se recuerdan cuando ya no hay remedio
ResponderEliminar¿verdad?
Bromo e Yodo.
ResponderEliminarEstás muy químico, Pedro. Pedro II, el químico. De cloro sí sabes, ¿verdad? Nadador de incertidumbres humorísticas, mariposa en piscinas de olímpica poesía, brazadista a ciegas con una estrella, como un alférez de amor, destinado a ser más helio para dar al sol su dosis de cura. Tengo ganas de que hagas de la tabla periódica un cocido literario donde el clorhídrico apenas tenga que intervenir en la digestión: eso significará que no has sido pesado.
Abrazos, Pedro.
Que criminales pueden ser tus palabras a veces...y esa música de fondo...mejor salgo de puntillas ahora que puedo.
ResponderEliminarBikiños.
Es una de mis canciones favoritas, me gusta mucho con I.Ferrer. No conocía la versión que compartes.
ResponderEliminarEl cartel, pues también lo quiero. Uf qué pena.
Beso.
Tesa, procuro no dar nunca consejos.
ResponderEliminarTotal, nadie los sigue.
Claro, Tempero, es lo del miércoles y jueves (no me lo chafes, tío).
ResponderEliminarY sí, estuve químico, temía la quemadura del sulfúrico, no te digo nada la del (ácido) fluorhídrico. Pero poco a poco, casi imperceptiblemente, me fui volviendo más físico y temí la quemadura del amor. Fue inevitable, desemboqué en la física agua regia, la de la carne. Ahí sigo.
Abrazos.
Mayte esta es una página no violenta, pacífica y pacifista.
ResponderEliminarPero no se responsabiliza de la mirada de quién la lee.
De mis besos, sí. Uno para ti.
Clarice Baricco, tantas cosas no conocemos, tantas versiones.
ResponderEliminarLo mejor es que cada día algo nos sorprende, algo aprendemos.
Va para allá el cartel.
Beso.
...
ResponderEliminar...
...
que me dejas sin palabras
y me asombras
y me perturbas...
y que aún no hay luz
pero espero por ella
(pero así, a oscuras, te mando besos)
virgi a oscuras, los besos son más dulces.
ResponderEliminarTu página es una maravilla de poesía, sensibilidad y buen gusto.
Mi alabanza y mi abrazo a plena luz del sol.
La luz nunca nos es esquiva.
ResponderEliminarSiempre los dedos facilitarán los pasos para evitar el abismo.
Ver para tentar. Y viceversa (para creer ya tenemos los sueños).
Vuelves hoy con un poema que se niega a tener la estructura propia de un poema.
ResponderEliminarProsa poética?
Poesía desarmónica?
Yo que seeeeeeeeee
luego se fue la luz y no tuve nada.
ResponderEliminarSombras esquivas bajo manos revoloteadoras, descubridoras de una fórmula secreta.
Mis besos
Me ha encantado...
ResponderEliminarJo, eres muy bueno Pedro.
Has hecho que me sienta como un alemán en la primera guerra mundial.
Genial, enhorabuena.
Muchos besos, uno detrás del otro.
Por cierto, mucho madrugáis... (el cambio horario, ¿se nota, eh?
ResponderEliminarEspero puedas dormir bien.
Tinta de aterrizaje, ¿qué no?, ¿qué no nos esquiva?, ay maja, qué poco conoces las sombras.
ResponderEliminarTengo tentaciones incluso sin ver.
Me faltan dedos y manos para caer en ellas
Nikté la poesía no tiene forma. ¿O sí?
ResponderEliminarEscriba lo que escriba, cada día intento la poesía.
A veces (pocas) lo consigo a pesar de estructuras y otras zarandajas.
Pues eso.
Arantza G. un día se me fue la luz y fue mucho más que oscuridad.
ResponderEliminarNo quisiera volver a un tiempo así.
Por eso lucho en tantos frentes.
A veces gano.
Los míos (mis besos)
Mirada, soy bueno porque no puedo ser malo, ya me gustaría dejarme de rollos y ser un malvado, un tío grrrr, un borde.
ResponderEliminarDe pequeñito me dijeron que tenía que ser buena persona y no me sale ser de otra forma.
Pero, ay, como cambie verás.
Jajajajajajajaja
Besazos
Ah, sí, madrugo, no me acostumbro y todavía me levanto una hora antes
Sir Peter, el día que sepa cómo fue te lo diré, fue una luz que iluminó todo mi ser.
ResponderEliminarOmara canta y me revuelvo en el piano y me traen al pairo los consejos y las enseñanzas, estén tatuadas en la pinta de un alfiler o discriminados aquéllos por plastas. Mi consejo ábrete un kilómetro y sacia todo lo que lleve raudal.
Besos de brom@.
Después de 'Mi consejo', los dos puntitos ':'. Los puntos suspensivos los dejamos para la labor de ganchillo literario a que nos convoques mañana. Pedro, eres nuestro pastor, que nada nos falte.
ResponderEliminarBesos yodados (¿así huele el mar, no?)
Es que hay algo que no te dije y que me ha hecho pensar; es como si no quisieras que se reconociese como tal, por pudor o yo que sé,por una cierta timidez, de la que dudo.
ResponderEliminarPor supuesto que esta forma de expresión-como todas- debe ser libre, totalmente; y no debe estar sujeta a normas establecidas, aunque de alguna forma lo está.
Me parece genial que puedas y consigas manifestar de cualquier manera creadora o por inventar.
Me seduce; nada más por hoy.
Piuffffffffff
Supongo que es así como se quiebra a veces la claridad, tal como la imagen reflejada en el espejo que cae y se fragmenta...
ResponderEliminarMuy sugerente, la foto también. Y ahora,... ¿el lienzo en blanco?
Besos pintados de rojo.
Y la luz nunca vuelve aunque la acompañes de halógenos.
ResponderEliminarUn abrazo