viernes, 15 de mayo de 2009

Benignamente d´umiltá vestuta.

En aquel tiempo los chinos creían que los peces eran almas fugadas. Inmóviles, los miraban hora tras hora. Y si un pez atravesaba su imagen reflejada tenían el convencimiento de que aquel animal era parte de su propio ser.( Max Aub)


Vi a una niña de melena lacia apoyada en una barandilla, sonreía.
No me atreví a hablar.
La recordé desde entonces, día a día.

El tiempo ha pasado como en un sueño, perezoso, rápido, atroz, ligero, lento, ha pasado.

Una vez volví a verla, con su melena lacia, aún sonreía.
Me acerqué a hablarla.
Dijo que no me conocía.

El tiempo ha pasado, recuerdo a aquella niña que existió en mi cabeza, recuerdo quién era yo entonces, recuerdo pocas cosas más. Ahora que tengo tanto tiempo apenas tengo recuerdos. Ni siquiera sé si estoy vivo.


10 comentarios :

  1. Esos recuerdos juegan con ventaja... no se marchitan ¡Quién fuera un recuerdo! ¿Te has parado a pensar en que tú puedes ser para alguien un recuerdo parecido y que si te vieras igual ni te reconocías?
    Vuelvo después de unos días enredado entre las zarzas. :)

    un abrazo.

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  2. Los recuerdos convertidos en humo...
    Una suerte para aquel que mantiene frescos sus recuerdos; buenos y malos.
    Una pena para el que solo mantiene los malos...
    Un beso y un deseo; conocerte. De esa forma podría recordar tu mirada.

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  3. De cenizas, es más, cuando los recuerdos son inventados, se marchitan menos, sobre todo por el riego, sin riesgo, es decir por poca agua que les caiga florecen, independientemente del tiesto, del florero, incluso del jardinero.
    Ser un recuerdo es mejor que no ser nada.
    Ser un recuerdo de uno mismo es más complejo y plantea un escenario atrayente. Pensar en ti mismo como un recuerdo de cuando eras sin serlo ahora pero evocándote (quién será ese señor mayor de detrás del espejo que me mira con ojos tristes y la frente marchita).
    Ser un recuerdo de alguien es bello, que te recuerden, cómo eras -¿cómo eras?-, es peligroso preguntar cómo eras, sobre todo si lo contrastas con cómo eres, aunque para eso hay que saberlo y la franqueza suele ser peligrosa y ¿ves? por preguntar, que ojos que no ven, etc.
    Chaval, son días apresurados, de agobio y confusión, este blog me da alegrías, como tu visita.

    Un abrazo.

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  4. Yo no te olvido... es lo que tiene ver cómo te buscas y te buscan...

    Precioso recuerdo, Pedro.

    Un beso, un beso enorme.

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  5. Los recuerdos se nos amontonan como pilas de papeles en la memoria, cajones desordenados, sentimientos palabras...serán memoria ? serán inventos? solo latimos suavecito en otras miradas y quizás en sus recuerdos.

    Bikos y salgo de puntillas.

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  6. Suele pasar con los recuerdos a los que no hablas, luego ni te conocen.
    Lo malo es que hay veces, que a los que hablas no hay forma de que te dejen en paz.

    Un beso de órdago.

    P.S. Probablemente a la tal Rosa le habría encantado la cerveza y lo que se hubiera terciado :-D

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  7. Es cuestión de memoria Arantza G..
    Buena o mala.
    Conocerme no es difícil, vivimos cerca.
    Buen sábado

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  8. Ya, gloria, buscarse para encontrarse.
    Y perderse de nuevo.
    Un beso a la altura.

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  9. Mayte, no se puede saber en qué otras miradas estamos.
    Sí sabemos –y muy bien- quién está en las nuestras
    Bikos.

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  10. En paz gaia07, están los muertos (me refiero a los recuerdos).
    Los vivos no paran de dar guerra.
    Un beso de tres envido

    P.S. Le llamaré y se lo preguntaré.

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