viernes, 13 de febrero de 2009

Escrita a mano en días aletargados (5)

Ha venido tu lengua; está en mi boca como una fruta de la melancolía.
Ten piedad en mi boca: liba, lame, amor mío, la sombra.

(
Antonio Gamoneda)



...grabando letras en los árboles sin corteza, esquivando los pueblos y sus luces, ortigas en las piernas desnudas, el maldito recuerdo que aún no se deshuesa y se me clava dentro, me erosiona, camino, camino, pero ella, se me ha quedado el futuro tras las rejas, lorigado en el apodo trazo signos en el escenario, blanco, mímica, señas fragmentadas para que alguien sepa, ingenuo sueño sin ombligo, atónita lectura de los otros, disciplinada palabra cotidiana, perdido el paraíso, sobre la pretensión de metonimia vana dejo este apólogo, leve fábula escrita en un país de sordos –lo cuenta Oliver Sacks- o quizás en un reino de ciegos –lo cuenta H.G. Wells- sumergido bajo la superficie de nuestra diversidad aunque en tanto coincidimos, diferentes pero iguales, ni más ni menos, otros, atentos, este mundo se ha vuelto muy pequeño, me asombra la placidez poética de tantas páginas sin grietas, con lenguaje pausado, con limites educados, sosegadas, simples a veces, sin extremos, sin delirios, diálogos familiares, hadas que no se escandalizan, niñas disfrazadas de hadas, teoría de las hadas, cicatrices en la piel de las hadas, heridas, tantos Lewis Carroll mirando como esclavos desde la cornisa, territorio de lenguas húmedas, poemas herméticos ahora que las flores amarillas crecen en la conciencia, estamos inventando alfabetos, ahora que no hay infierno esta grabación se destruirá en cinco segundos, cuatro, tres, dos, uno. 0.

FIN


12 comentarios :

  1. ¿Por qué al aferrarme a ti brota sangre de mis muñecas? Y si fuera dolor .... pero me reconforta. No me quites el clavo, el calor de la llama me mantiene con vida ... para no seguir siendo fantasma.

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  2. Estaba echado yo en la tierra, enfrente
    del infinito campo de Castilla,
    que el otoño envolvía en la amarilla
    dulzura de su claro sol poniente.

    Lento el arado paralelamente
    abría el haza oscura, y la sencilla
    mano abierta dejaba la semilla
    en su entraña partida honradamente.

    Pensé arrancarme el corazón y echarlo,
    pleno de su sentir alto y profundo,
    al ancho surco del terruño tierno;

    a ver si con romperlo y con sembrarlo
    la primavera le mostraba al mundo
    el árbol puro del amor eterno.
    Juan Ramón Jimenez


    Así te siento.
    Un muy cariñoso abrazo.

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  3. Y es que la vida de las moscas, ya se sabe: es breve.

    Un beso

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  4. Ya lo sé que es un recurso muy manido y hasta me sonrojo, pero es la frase que me insiste e insiste desde que he leído tu, como de costumbre, atractivo texto: los paraísos siempre son perdidos.
    Un beso.

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  5. Te echaba de menos.
    Y no sé, pero este texto me ha gustado especialmente.
    Tendré que leer los anteriores. Pasaré con más tiempo.
    Espero que estés recuperado de tu contractura.
    Un beso.

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  6. En cierta manera, un Anónimo es un fantasma.

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  7. gaia07 don Juan Ramón era un personaje más bien raro.
    Escribía estas bellas cosas.
    Y tenía la inmensa suerte de tener detrás a Zenobia.

    Mi fortuna son tus ojos, esa mirada.
    Te beso en la fría mañana sin lluvia

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  8. Nikté y la de los humanos.
    Excepto Matusalén.
    Un beso

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  9. Es así, Bel.
    Somos tan tontos que no sabemos reconocerlos cuando vivimos en ellos.
    Al menos yo.
    Gracias,
    Un beso.

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  10. Pero Arantza G., ¿No estabas en Londres?
    Disfruta cada calle.
    Mi contractura sigue (un fastidio. Y doloroso) Gracias por interesarte.
    Un beso.

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  11. Me fuí el lunes y volví el jueves.
    Creo que me he traído Londres en la maleta.
    No dicen que es bueno para liberar penas. Pues eso, de compras, de fiesta.
    Los museos y monumentos ya los tengo más vistos que Vitoria.
    Cuídate mucho.
    Un montón de besos para el fin de semana.

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  12. Arantza G., un día quise traerme una londinesa en la maleta pero no cabía.
    Se quedó allí.
    Lo malo fue cuando vino por sus medios.
    La magia (se me) había pasado
    Me alegro que lo hayas pasado bien
    Besos, muchos

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