jueves, 30 de octubre de 2008

De urólogos y monotemas.




...La poesía es como el viento,

o como el fuego, o como el mar.

Hace vibrar árboles, ropas,

abrasa espigas, hojas secas,

acuna en su oleaje

los objetos que duermen en la playa..."

José Hierro



Cuento lo que ya conoces, que estuve a un paso de la frontera, el perro negro no me dejaba respirar, vivir, a punto estuve en convertirme en el mejor paciente de los parientes de Freud, de ser un llorón de las esquinas, joder, no quería estar enfermo, no quería perder el control, no quería perder la vida, amo la vida, estoy lleno de deseos, como un animal, tengo un deseo imperioso de (hacer el) amor, de acariciar, de besar, morder, tocar, dulcemente entrar en, tiernamente estar al lado de una mujer con la cabeza en sus brazos, la suya en los míos, hablándole, hablándonos, dándole lo que es, desafío a la vida, ese es mi desafío, lo que es, cómo es, lo que quiero, me atraen los días, me estimulan, me retan, me dejan anzuelos, siempre pico, arrastro los días por la calle al final del sedal, mi triunfo, exhibo el tiempo, le saco fotos en el muelle sujetándole de la cola, pescado en alta mar, fíjate que pez tan raro, lo pescaron los años, nadie me ayudó, tantos saben algo de mí, cómo soy, cómo amo, lo que digo, lo que siento, amigos malos cuando son malos, amigos buenos cuando son buenos, mujeres y hombres tan inteligentes, tan sensibles que me quito la cota de mallas y me enfrento a ellos desnudo, con el corazón abultándome en el pecho, con las manos abiertas, “sé todo de ti” ¿tanto saben? claro que saben, cuento cosas que jamás hubiera sospechado ni siquiera que estuvieran en mi alma -¿las cuento yo?- abro mi cabeza, mi amor más puro, mis recuerdos más íntimos, mis miedos más ocultos, mis pensamientos prohibidos, mis instintos desconocidos, escribir ha hecho que afloren, ay, que me entran ganas de luchar con ella, -lector, lectora- de pelear, de romperme los botones de la camisa y desafiarla, salgamos a la calle, sí, me desequilibra, me tienta, me empuja, me reta, me gustaría verla vestida de negro, con zapatos de tacón, con el pelo mojado, seria, que me sedujera, que me contuviera, que no me dejara tocarla, que me hiciera desfallecer de deseo, saber que no lleva nada debajo de esa falda estrecha, negra, que me hiciera saltar sobre ella como un leopardo de la sabana, ay, que me llena de imágenes, que me agita, me conmueve, me arrastra por el zarzal de mi impotencia -me refiero a la vida, claro-, cuantas tonterías digo, cuantas más escribiré hoy, cuanto me atrae hacerlo, y yo, yo ¿por qué siguen dejándome un hueco en los buzones?, ¿quién escribe sobre mí?, ¿quién soy?, ¿dónde voy?, de donde vengo ya ni me importa. Bilbao es una gruta y los pies resbalan por el asfalto. La vida es corta. En la puerta del metro me encuentro con Ángel, caminando torpemente ayudado por dos muletas “Estoy en una residencia. Tuve una operación en la cabeza, de 15 horas. Me tienen que hacer otra. Ya ves, seguir, he engordado mucho”. Ángel era de mi barrio, con más edad, cuando era pequeño él era mayor pero me hablaba, era mi amigo; luego se volvió un tío raro, trabajaba de conserje, le veía y saludaba todos los días. Ahora está casi inválido, alelado, vivo. Me impresionan estas cosas, en los últimos años me he convertido en una persona diferente, más rico (en experiencias), más fuerte, más débil, más sensible, más femenino, más hombre, más dependiente, más independiente, mi vida solo tiene sentido cuando en ella mora la pasión, digo estas cosas aunque no me vean, aunque no me amen, aunque a veces me sienta en el filo de la navaja de la indiferencia, esa que ella – la vida, de nuevo- tiene en la mano y con la que amenaza, su cara cortada, su alma herida, sangrando de no poder, de no saber, de contener el dragón que hay en mí, he estrangulado al niño y lo he hecho sonriendo, estoy llamando a la bestia en la puerta de la cueva, que tenga cuidado, estoy en un momento de gran fortaleza, de enorme percepción, debo medir mis fuerzas, seguiré, pero tengo vértigo, los días no vuelven, no sé separar mi imaginación de mi vida, esta es mi vida, ¿dónde queda el otro? yo, el que sea, esperándome, sentado en el muelle, mirando el camino, no debo hacerle caso, estoy revuelto, estoy contra una pared, ah, todo esto es ternura pura, que igual crees, lees, que estoy vociferando, gritando mi rabia, no la tengo, el amor me dulcifica, me amansa, me acaricia la cabeza como a ese oso domesticado, pero no acerco la mano que me la muerde (el oso de la desilusión), tengo ganas, también, de morder, me despierta todas las ganas, todas las ansias, soy un cachalote a punto de entrar en el banco de peces (y sé que ese pececito no sabe nadar sin salvavidas) y salto dentro de una película de dibujos animados en la que el ratón empuja al gato por la borda de un trasatlántico, este trata de aferrarse al casco del buque con las uñas pero, sin remedio, resbala y resbala haciendo surcos, lentamente se desliza hasta el agua donde le esperan voraces tiburones, desde un ojo de buey me mira el cíclope y un millar de cangrejos se me ha metido en el estómago y lo muerde con dientes diminutos, hacen nudos con mis nervios, plantan substancias picantes en cada agujero. Aún medio dormido estoy en la ducha porque tengo revisión médica y el urólogo está sentado en el borde de la bañera, me ordena que me baje los pantalones y sin atender mi rubor palpa mis partes pudendas, indefensas, me toca y retoca y pregunta y estás perfectamente pero, pero?...(Ya, puede parecer muy gracioso pero imagina la primera visita al ginecólogo, en esa postura humillante, nadie me había tocado ahí – un hombre me refiero- “aquí se advierte algo, humm, veamos”) El doctor saca una raqueta de tenis y de un limpio pase en corto me golpea enviándome al radiólogo (ahí, tumbado sobre la camilla, asustado, pienso y tiemblo y cómo puede cambiar la vida en un minuto y yo venía a una consulta rutinaria, preventiva y ¿qué tendré?, ¿qué habrá detectado? justo en esa parte tan delicada ¿hay alguna parte del cuerpo, del alma, que no lo sea? Tengo mucho miedo) que me vuelve a desnudar, me impregna con un helado gel, pasa por mis ayyyyyyyyys un aparato de tortura y la ecografía le dice que no tengo nada, que tranquilo. Salgo mojado de la bañera con un tubito para los análisis de sangre, orina, de alma, por si acaso, preventivos también, mi brazo temblando, mi corazón no, vuelvo a despertar, saco el cuaderno de bitácora y apunto la posibilidad de pasear el sábado, de correr el domingo, pero no sé si el físico me acompañará y no quisiera agobiaros en absoluto pero se me terminó la tinta de todos los calamares, tengo la justa para enviar tímidos besos, creo que me dejo algo, bueno, seguiré desde el fondo del mar, desde mi hotel submarino, donde se hospedan los peces golfos, las anémonas traviesas, las piedras nadadoras y un corazón helado que ya no sé de donde saco estas historias ni a quién coño le importan ¿decías? si, 1347 palabras (ahora 1349) (ahora 1351) etc, etc.




40 comentarios :

  1. Bueno, pues me alegro que no fuera nada...¡vaya susto!. Y que rápido se reflexiona en momentos así nó?
    Saludos!

    ResponderEliminar
  2. Rápido, rápido cristal00k.
    Pero esta es una historia, larga.
    No recuerdo si me pasó.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  3. Curioso el torrente de palabras que suscita la palabra que comienza desde dentro.
    Acaba uno dándose la vuelta de dentro afuera pero dudando de si uno escribe, se escribe o se describe.
    Lo ciertas son siempre las ganas de decirlas.
    No todos aciertan en hacerlo tan bien como tú.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Qué belleza de palabras todas revueltas!!!. Y qué alivio, comprobar que no soy la única a quien se le atropellan a veces los pensamientos. Y también qué alivio, por que tus partes nobles estén sanas y dispuestas, aunque sólo sean para ELLA ( que se le va a hacer...).
    Besos en el ombliguito ( hoy estoy juguetona ).

    ResponderEliminar
  5. Andaba yo aquí, en mi playa, espabilando, leyéndote… ¡jolin!
    Me has zarandeado, abrasado, removido, acunado en un oleaje que casi ha sido maremoto. Tengo los ojos tan abiertos que veo la densidad del aire.
    ¡Vale! ya he espabilado, me siento como nueva, estás bien, estoy bien, estamos bien. No me extraña que tengas un corazón helado, si vas a pecho descubierto sacándolo todo, aunque tranquilo aquí tienes suficientes manos para calentarlo a golpe de teclado. En este, tu hotel submarino, ya nos sentimos como en casa.
    Un beso muy tierno.

    ResponderEliminar
  6. http://goear.com/listen.php?v=84c1f2b

    ay corazonciño mío...
    ¡cuánto transmiten tus palabras!
    Ven que te beso, mucho, mucho, mucho.


    Gracias por ser así.

    ResponderEliminar
  7. "piensas en una mujer joven y elástica corriendo desnuda sobre la arena de la playa pero al cabo de unos instantes el pensamiento se te borra la mujer envejece y se detiene de golp y la playa se convierte en una larguísima galería de hospital de la beneficiencia por la que cruzan lisiados pálidos y flacos médicos bigotudos cubiertos de condecoraciones ymonjas con grandes tocas almidonadas y voluminosas posaderas quieres rectificar el pensamiento pero no puedes te faltan fuerzas para hacerlo observas que los síntomas del cansancio se suceden de modo alarmante y en las mejillas empiezan a brotarte racimos de percebes incoloros colonias de mejillones incoloros"
    o
    "levántate temprano pero no mires jamás al sol naciente déjalo que sea él quien te alumbre e imagínate por un instante que eres el eje del mundo el ombligo de todo lo creado" (esto último dedicado al anónimo no tan anónimo)

    Ah, y salud, Pedro y que disfruten todos de esos textos no tan anónimos sino de alguien que reventaba literatura por dentro y que está un poco olvidado.

    ResponderEliminar
  8. Así estoy yo, vibrada por tus poesías y monotemas, tan a gustito me quedaría comentándolos a ellos, o qué se yo, de pasteles - ¿Te gustas de nata o merengue?, ¿Para comer o ponérnoslos? - o de perros negros transformados por besos y caricias en rojos y amarillos refulgentes. Yo sin falda negra, tú sin armadura, anónimos que quieren dejar de serlo, sin espejos de ficción, despacio, muy despacio.

    Pero tenemos que salir afuera, a la lluvia y protegernos bajo cornisas de palabras aditivas, disfrazadas, disfrazándonos y tú torciendo el morro porque no te gustan, ya, no te gustan los anónimos.

    ResponderEliminar
  9. Más bien diría 'vibrado'. Eres un anónimo fácil de salvar y nada disfrazado por cómo escribes. Pero, sinceramente, me das pena que llegues a ese látigo del anónimo. Yo me mojo largo y tendido y cuando me pongo el disfraz de anónimo me lo pongo para esa persona y porque sabe que soy yo, por cierto algo más jóven que tú y aún me faltan 22 años para jubilarme.

    ResponderEliminar
  10. Ganas no me faltan ybris, quizás sí, a veces, inspiración. La suplo con entusiasmo y trabajo.
    Gracias por tu amabilidad. Y por el resto.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  11. Juguetona a-escena, ELLA puede decirte que mis partes nobles, incluso las innobles, están en plena forma (como soy de Bilbao puedo exagerar).
    Y no creas. Para escribir atropellado hace falta mucho entrenamiento.
    También tener pensamientos, claro.
    O no tan claro.
    Claro.
    Bueno, eso.
    Besos a tu disposición.

    ResponderEliminar
  12. Todo eso es querida gaia07 por tu tendencia a vivir bajo el agua.
    Y es que nadas tan bien, tan grácil, respiras y no respiras, a voluntad, te meces como una flor de las profundidades.
    Para tu conocimiento este es un post, solo, nada que ver con mi ahora, hoy, jueves 30 de noviembre de 2008. Mañana ya veremos, pero hoy, aunque llueve, como un león .
    Grrrrrrr (no te asustes).
    Un beso sin reservas.

    ResponderEliminar
  13. Mirada, esas sorpresas de media mañana son como un bálsamo en mi alma. Te lo agradezco mucho.
    Voy (a por esos besos)(y los que llevo yo)

    ResponderEliminar
  14. Tempero, gracias por venir.
    ¿De quién son los textos? ¿Céline?
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  15. Anónimo, solo una matización, morro lo tendrás tú.
    El resto sin comentarios.

    ResponderEliminar
  16. Tempero ¿a quién escribes?
    Con mejor o peor fortuna, intento llevar una página literaria. Los comentarios los agradezco, los acepto y en muchos casos los disfruto. Procuro contestarlos todos en la medida de mi capacidad y de mi posibilidad de tiempo.
    Lo que no hago, ni haré, es entrar en historias que ni me van ni me vienen.
    Este es un medio en el que es muy fácil encontrarte con personas maravillosas pero también con toda suerte de zumbados, solitarios, raritos que no tienen otra cosa que hacer. En este blog, de momento, no tienen sitio.
    Gracias por tu interés.

    ResponderEliminar
  17. Perdón por haber utilizado tu blog para contestar a ese anónimo no tan anónimo para mí pero no tenía otro medio de contestarle. A tu blog he entrado hoy y no por casualidad sino por un enlace que me mandaron sobre Rene Rodríguez. Ahora te seguiré aunque sé que ese anónimo sin no serlo tanto también rondará. La polémica está zanjada por mi parte.
    Ah, y los textos no son de Celine. Te diré que no son traducción y que Google no dará con ellos. Son textos con cierto 'flavor', y ésto es una pista.

    ResponderEliminar
  18. Luego de habérseme ido la conexión y un segundo luego de leer los comentarios perdí lo que iba a escribir,
    en el fondo y resumido, que me gusta mucho el texto de hoy y además largo, largo.
    Gracias, por un blog tan...tan..., (no son tantanes, es que llevo días peleándome con las palabras).

    ResponderEliminar
  19. Tempero, Rene Rodríguez.es un magnífico escritor, dominicano. Es también un tío simpático, con gran sentido del humor y buena gente. Es una gran persona.

    Aunque tiene algún problema de olfato ya que tuvo la equivocación de publicarme un cuento (con una caricatura de mi cara) en un periódico de Miami, donde él residía. Ya ves, me hizo mucha ilusión.
    También me hizo (y me hace) ilusión que me haya enviado sus libros firmados y dedicados (como sabe que le invitaré a comer cunado venga a España, jajajaja)
    No le haré más publicidad que se lo cree pero puedes buscar su página en http://www.rodriguesoriano.net/
    Saludos.

    ResponderEliminar
  20. alfaro con las campanas, alterno textos cortos, largos, medianos y lo que salga según el tiempo y las ganas. Sobre todo según la inspiración.
    No me suele gustar dejar textos largos ya que estoy seguro que muchas personas que pueden entrar a la página no los leen. Por eso muchas veces divido cuentos o historias (además por hacerlos durar, ya que no siempre se me ocurre algo, pero esto no se lo digas a nadie).
    Gracias a ti por venir por aquí y comentarme tan asiduamente.

    ResponderEliminar
  21. En primer lugar desearte que tu próstata esté en las condiciones optimas y que todo fuese un susto. De geles las mujeres como que sabemos mucho, por la infinidad de veces que hemos estado de visita rutinaria de embarazos y otros pormenores que no detallaremos por ser de escasa importancia.
    Luego tenemos ese tema que muerde ,esa necesidad de sentir en la propia piel la emoción del otro y anhelar esa complicidad de cielo,pero eso es harina de otro horno y en definitiva, entre salud, amor, deseo y piel, como que va el tema que nos mueve(Claro, las necesidades básicas de pan, agua y techo está resueltas, si no fuese así, el amor se iría a hacer gárgaras.
    Inuits

    ResponderEliminar
  22. Anónimo: "De autor no conocido o no declarado. Se aplica particularmente a escritos y obras literarias"// "Situación del que oculta su nombre o su personalidad".

    No se a qué se refiere Tempero, ni siquiera sé quien es él.

    Glup, no soy solitaria ni rarita y entre las muchas cosas que hago, una de ellas es leer tu página y disfrutarla, y en ocasiones (como la de arriba) comentarla cariñosamente y mostrar "vibrada" (en femenino, insisto) mi admiración.

    No acabo de entender - dadas las opciones de los blogs - la diferencia entre un pseudónimo (que oculta el nombre) y un anónimo. Creía que solo importaban las palabras y la libertad de expresión. Más aún, cuando ambas se utilizan, repito, con cariño y admiración.

    ResponderEliminar
  23. Me dejas sin aliento en los ojos porque te he leido de un tirón y algo asustada....
    No me hagas esto Pedro.
    Mas besos

    ResponderEliminar
  24. Es cierto, para escribir atropellado hace falta mucho entrenamiento. Algunos como Joyce incluso eliminaron las comas y los puntos. No es fácil, no lo es, pero cuando se consigue y el tema lo pide, como es el caso de tu post, el resultado es agradecido.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  25. Es que no se os puede dejar solos, me vais a dar un disgusto.
    Bueno, buenísimo, Pedro.
    Besos, mil.

    ResponderEliminar
  26. Si buscabas que tus lectores sintieran las dudas, la angustia del protagonista del relato... te aseguro que lo has conseguido... Has obtenido la cadenia necesaria en un texto atropellado.
    Me gusta la manera en la que has plasmado los temores, las dudas y también, la esperanza y la ilusión de amar la vida.
    Saludos

    ResponderEliminar
  27. A Inuit, gracias por tu interés. Lamento decirte que no tengo ni idea sobre cómo está mi próstata, hace mucho que no nos vemos. Si en breve nos saludamos te informaré.
    Aunque hay temas que no son para tomarlos a broma (que me tocan ahí –según quién- y me da)
    De otro tema ya hablamos demasiado en estas páginas danzantes.
    Saludos respetuosos quitándome el sombrero.

    ResponderEliminar
  28. Anónimo Anónima, sin que sirva de precedente y si la autoridad portuaria lo permite debo reconocer que tu primer comentario me ha parecido inteligente y cariñoso. Te lo agradezco.
    Pero, querida mía, se junta tu anónimo (es decir de autor no conocido o no declarado, con otros anónimos que en otros post me dicen cosas menos gratas, incluso inquietantes, que no quiero borrar ninguno pero me molestan porque citan a terceras personas escudándose precisamente en ese anonimato y, qué demonios, cada uno tiene sus manías y prefiero un Manolo a nada,
    Tampoco sé quién es ese Tempero ni a qué viene su comentario, pero déjale al chaval, ya te digo.
    Total que entre unos y otros tengo el blog sin barrer y encima con estos pelos.
    Te expreso mi sorpresa ante tu vibración, reitero mi agradecimiento por el cariño y te exhorto, te ruego un Paqui, un Vibrador Automático, no sé, un Chuchi, algo.

    Dígase lo que se diga donde esté un mordisco al natural que se quiten las pamemas.
    Ea

    ResponderEliminar
  29. Insuflo aire a esos ojos Churra, que mis conductos están perfectamente, leñe, que transitan por ellos todo tipo de líquidos, viscosas secreciones, mi sangre azul, los bichos, yo que sé, toda la fauna y flora de los dentros, lo que no se ve pero se siente (se sienten, coño). Qu´estoy salao, ya ves.
    Te beso.

    ResponderEliminar
  30. Vamos a ver El peletero, uno transita, no mucho por lo del tiempo y eso, pero a veces. Y sabe ver, leer –mi mama me mima, yo mimo a mi mama- y cuando come jamón sabe si es de Jabugo, de Guijuelo o de esos de sobre de los super.
    Que, con tu permiso, te he subido a mi altar de Aquí, pa saber –más que nada –cuando subes tú.
    Pues eso, gracias por venir, póngame a los pies de su señora y hoy por ti mañana ya veremos.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  31. Háztelo mirar me dijo Єѕтnoм y ya sabes que no sé decir que no.
    Si es que soy un cuitado (cuitao, que se decía)
    Besos, tres mil (que no me achicas)

    ResponderEliminar
  32. Ya lo sé, lo he estado pensando, me preguntaba la causa de esa advertencia de los anónimos censores bloggerianos, ya.
    La causa es, bella Yurena Guillén que con esa cara eres un peligro para los corazones de los lectores no avisados.
    ¡Guapa!.
    Saludos

    ResponderEliminar
  33. Pido disculpas a la próstata de Glup por la metedura de pata de Inuit. Que los cielos le guarden larga vida en sus gracias. Próstata de Clups, !sssssssss!, Inuit es pequeña y no sabe leer muy bien.
    Auroras

    ResponderEliminar
  34. Pedro va al medico y Pedro, navega, Pedro, tiembla, Pero Glup le reconforta...

    Loa nonimos son anonimas y los comentarios ternuras, besos, caricias y sorpresas...

    MNe gusta visitarte Querido Amigo!!

    Me gusta leerte---

    Beso de agua nueva...

    Pieladentro

    ResponderEliminar
  35. Díselo tú misma (si la ves) Inuit, ya te he dicho que hace mucho que no nos hablamos.
    Besos a Inuit.
    Y a ti uno bien grande.

    ResponderEliminar
  36. uffff... vaya, hoy si que ha sido un dia "duro". Bueno, mañana será otro.
    Besos Pedro.

    ResponderEliminar
  37. Gracias Piel, deseo que tu vida vaya bien.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  38. Lobito, seguro que mañana, o sea hoy, será mejor.
    Hay que andar vivos ya que los mañana se convierten en presente en nada.
    Y de ahí al pasado hay un paso.
    Aprovecha.

    ResponderEliminar
  39. Gracias por subirme a tu altar, desde un estrado las cosas siempre se ven distintas, pero lo importante es que en él eres más visible también. Saber ver y saber leer es lo mismo, ya lo decía Wallace Stevens cuando afirmaba que “la lengua es un ojo”.

    Tienes una factura gráfica excelente, cuidada, elegante y muy sugerente.

    Gracias

    ResponderEliminar
  40. Gracias a ti El peletero, buscaré tiempo este fin de semana para bucear en tu blog.
    Saludos.

    ResponderEliminar

Gracias por venir

Mi foto
Bilbao, Euskadi
pedromg@gmail.com