martes, 28 de octubre de 2008

Cuento para leer en los viajes a París.(1)

…Los estereotipos socioculturales de la feminidad y de la virilidad están en plena mutación. Los hombres son invitados a alojar sus emociones, a amar, a feminizarse; las mujeres conocen por el contrario un cierto "empuje al hombre": en nombre de la igualdad jurídica, se ven conducidas a repetir "yo también". Al mismo tiempo, los homosexuales reivindican los derechos y los símbolos de los héteros, como el matrimonio y la filiación. De allí que hay una gran inestabilidad de los roles, una fluidez generalizada del teatro del amor, que contrasta con la fijeza de antaño. El amor se vuelve "líquido" constata el sociólogo Zygmunt Bauman. Cada uno es conducido a inventar su propio "estilo de vida", y a asumir su modo de gozar y de amar. Los escenarios tradicionales caen en lento desuso. La presión social para adecuarse a ello no ha desaparecido, pero es baja.


Fragmento de una entrevista a Jacques-Alain Miller (Psicoanalista)
Por Hanna Waar .-. Psychologies Magazine, octobre 2008, n° 278




Aquella tarde llovía tanto como en los tiempos en que se reconocían. Bajo esa lluvia él adivinó en ella una dulce sonrisa. Hablaron de tal manera que las palabras se prendían en la hierba y subían por el tallo de las flores. Al caminar ella le tomo del brazo y justo ahí se abrió un claro entre las nubes, cesó la lluvia y él se perdió para siempre en aquella mirada que le dejaba indefenso, entregado.

Ella le contó que tallaba en madera de brezo pequeños peces, hipocampos, estrellas de mar.
Él no tenía habilidades especiales, solo curiosidad.
Ella era la dueña de un mundo submarino.
Él no tenía ni siquiera una sombra.
Ella vivía en una cueva bajo el monte Og.
Él nadaba sobre las olas para visitarla.

Entre esas olas les sorprendió una tormenta de espumas rabiosas, frío viento, cielo negro. Pudieron volver a la orilla saltando de planeta en planeta, cabalgando en un viento de levante.
Ella hablaba, miraba, sabía, era enigmática.
Él sospechó que era una sirena y quiso descubrir bajo su falda una cola plateada de escamas.

Los pescadores eran orgullosos, hablaban de perfil, remendaban las redes y limpiaban sus barcas, fumaban y bebían en la taberna, no creían en mujeres mágicas, mucho menos en sirenas, apenas podían señalar el sur.
Las mariscadoras rastreaban la arena con el agua hasta los tobillos, creían en las mareas, en los ciclos de la luna, en los gritos del hombre del bosque, sabían que no existían las sirenas.

Ella tenía la mirada detenida entre dos océanos.
Él apenas veía más allá del faro.
Los barcos llegaban al puerto con griterío de gaviotas, salían entre sollozos infantiles.



(sigue mañana)


24 comentarios :

  1. Qué maravilla.
    De mayor quiero escribir como tú.

    Un beso de envidia sana.

    ResponderEliminar
  2. No lo estropees,
    casi pierdo los ojos cuando entro y veo el colorido de esa cara roja y verde y amarilla, es el cuadro perfecto para una noche de lluvia.
    El texto psicoanalista bah,pero tu cuento me gusta mucho, espero que el de mañana no sea peor, este perdería mucho por una 2ª parte no tan buena.


    He ido a mirar el fichero y no está Carlos Ortiz, imperdonable ni el nombre conozco, ¿quizá en alguna antología?

    Pues, gracias por los cuadros que pones siempre, por el cuento y por el poema de Carlos Ortiz de ayer, que mañana tengas mejor día.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  3. Caramba, Pedro, me ha gustado -me está gustando.
    Intento analizar por qué y sólo anoto:
    "Aquella tarde llovía tanto como en los tiempos en que se reconocían."
    "Ella era la dueña de un mundo submarino.
    Él no tenía ni siquiera una sombra."
    "Ella tenía la mirada detenida entre dos océanos.
    Él apenas veía más allá del faro."

    Hasta mañana seguiré pensando.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Hipocampo....


    (rescatador de palabras)

    Mañana vuelvo....

    (me encantó, Guapo de la Ría...desayuno ictiológico hoy...delicius!)

    muacks varios!

    ResponderEliminar
  5. En un mundo dónde unos no creen en nada y otros lo creen todo, los que como él y ella son capaces de hablar de “tal manera”, de tener un mundo propio y demostrar curiosidad e interés, son, los que como tú, nos descubren a todos las pequeñas maravillas de ser humanos.
    No soy amable, me siento a gusto contigo.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  6. Me quedo como los chicos...

    Pido más y espero más---

    Siempre me sorprendes!!

    Besito de sirena enamorada!!

    ResponderEliminar
  7. Ayer estuve hablando con Ireth. Era tarde, yo estaba dando un paseo por la orilla y por momentos el rugido del mar me impedia escucharla. Casi no habia nadie, a esas horas!!!!! Besos

    ResponderEliminar
  8. Qué bonito cuento!!!. A pesar de no creer en las sirenas (ni en los sirenos). Sólo en los peces, jejeje.
    Me quedo con el enamorado.

    ResponderEliminar
  9. Cómo me ha sorprendido tu cuento esta mañana Pedro, para bien, claro. Esta historia entre dos almas tan distintas, todo lleno de misticismo y magia... No lo esperaba, y me ha encantado. Por eso gracias maestro, esperaré impaciente una segunda parte.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  10. Esperaba encontrar una cola plateada bajo la falda... ejem, ejem...

    Después de leído el fragmento de la entrevista a Miller...

    un abrazo.

    ResponderEliminar
  11. Mandarina azul, gracias.
    De mayor quiero ser tan joven como tú.

    Un beso sin envidias, al loro.

    ResponderEliminar
  12. alfaro, me estás desequilibrando ¿tú ves?
    El otro día me dices que más de lo mismo.
    Hoy te metes con ese cuadro tan bonito (quizás un poco triste ¿no?)
    Miller es el number one, tú sí que estás bah (aunque respeto tu bah)
    Mi cuento terminará bien, ya verás.

    Y de Carlos Ortiz te hablaré más cuando encuentre su libro, lo tengo tan bien guardado que no sé dónde está (cosa rarísima en mí)
    Un beso.

    ResponderEliminar
  13. Es un cuento poético ybris, escrito pensando en Elanchobe (un puerto en Vizcaya).
    Allí meto a esos dos personajes.

    Muchas cosas de las que escribo están pensadas con Elanchobe como fondo (veo que pesa mucho en mi subconsciente).
    Cuando te hagas real te lo enseño.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  14. Lena, Hipocampo lo serás tú (jajajajaja).
    ¿Han llegado ya los del seguro inseguro?

    Besos submarinos.

    ResponderEliminar
  15. Es mutuo, gaia07, lo sabes.
    Este cuento está escrito con el alma, ya ves.
    Un día te la contaré (si quieres)
    Un beso.

    ResponderEliminar
  16. Sirenita de Piel bella, mañana lo termino.
    Copio los seriales antiguos, para darle emoción.
    Besos de hombre de toda la vida.

    ResponderEliminar
  17. Vale Lobito, por deducción Ireth es de Vigo.
    (Si he acertado mándame un centollo)

    Ten cuidado con el mar, hay olas traicioneras.
    Besos

    ResponderEliminar
  18. Vale, ven, pasa, pasa, a-escena, el enamorado soy yo.
    Mañana un pez te sorprenderá.

    ResponderEliminar
  19. Te apuesto un euro querida gloria, que mañana te sorprenderás más ¿va?
    De momento el abrazo

    ResponderEliminar
  20. Lo sabía, lo sabía, desde que lo he puesto lo sabía
    Tenías que ser tú.
    De cenizas eres un c...azo (desde el cariño) jajajajajja
    un abrazo, chavalote.

    ResponderEliminar
  21. Me encanta necesito dosis de magia, yo si creo en ella, y en sirenas con colas de escamas, y en hadas...y en ti,pintor de arco iris...No imaginas como te echo de menos, llevo más de un mes para invitaros a cenar pero desde que comenzó hechicerita txiki ikastola no ha estado una sola semana sin estar enferma, espero que en un par de semanas, pero mañana te llamo si no lo he hecho antes es por que soy más cortada...te echo de menos? dije te echo de menos?pues más que eso.Te lo contaré.
    Dulces sueños...muá

    ResponderEliminar
  22. Me encantó tu historia y mira justo cuando leí el final me dije pero esto falta terminr y leí continuará, ahora paso a leer el otro post... tiene mucha ficción, me gusta tu prosa poética esta plena de metáforas ... me voy a la siguiente, un beso

    ResponderEliminar
  23. hechi existe (pues no parece), oye, cortada, que no me como a nadie.
    Cuando nos veamos nos lo contamos.
    Muchos besos.

    ResponderEliminar
  24. Mixha, gracias por tu comentario, un beso

    ResponderEliminar

Gracias por venir

Mi foto
Bilbao, Euskadi
pedromg@gmail.com