domingo, 17 de agosto de 2008

Prófugo

Siete de la mañana, todavía no ha amanecido
desfilan por las vacías calles los nacionales espectros.
Atravieso el puente de la Avenida de la Libertad,
levanto los ojos al cielo,
allí está Marina Tsvíetaieva ahorcada de una estrella.
Oscila su cuerpo en la oscuridad,
péndulo del reloj de nuestros días.

Julia Otxoa.


Nació en mitad de una tormenta y fue abandonado a la puerta de un mercado. Prófugo de sí mismo, dedica su vida a buscarse. Como no se encuentra, se vuelca en redimir a la humanidad. La humanidad le queda demasiado grande y se concentra en la humanidad de alrededor. Aquí está, en su púlpito portátil, bendiciendo a diestro y siniestro. Ora pro nobis.

(Le conozco ¡qué pelmazo!).


2 comentarios :

  1. Interesante pelmazo.
    Abandonado, prófugo, buscador y altruísta moderado.
    Habrá que decirle que siga así.
    Que a lo mejor no es tan pelmazo.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. No seas suicida, ybris, lo es, es un pelma, ten cuidado.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar

Gracias por venir

Mi foto
Bilbao, Euskadi
pedromg@gmail.com