domingo, 20 de julio de 2008

Con perspectiva.

Temeroso de la oscuridad donde vagamos
o nos desvanecemos juntos,

imagino una luz
que impedirá que nos apartemos demasiado,una secreta luna o un espejo,
una hoja de papel,
algo que tú puedas llevaren la oscuridad
cuando estés lejos.
(Mark Strand)

Con andar cansino y torpe, una vaca insomne baja al río.
El viajero sale del bosque, del paisaje inmediato de árboles, asoma la cabeza y una mano al negro cielo inundado de estrellas incomprensibles, más allá de las aguas de la noche.
Aprieta contra el pecho una nota de despedida.
Es solo un papel -se dice-.

Ladra un perro gris, solitario, pasa a su lado.
Un mirlo se pierde en el zarzal.
El viajero sigue caminando, errático.

No hay azar en el silencio que llega del valle, no hay lógica en el automóvil volcado en la cuneta. Sin embargo está ahí y arde.
No se puede medir el dolor, no se puede abarcar la angustia de la ausencia, pero él siente el desgarro.

En el camino al caserío, el pastor golpea el lomo de la vaca con su vara bruta.

Está lejos -¿de qué?- pero desde ahí divisa, por fin, el horizonte.
Está oscuro pero puede ver, o imaginar, o ya no hay obstáculos, o era la hora.
Se dice esto para no mentirse con abstractos consuelos que nada le dejan excepto palabras que suenan como el arroyo junto a esa cueva donde ha llegado, perdido hombre de ciudad atemorizado entre ruidos, crujidos, graznidos, chillidos de pájaros invisibles y los insectos se esconden entre las piedras.
Pero está la realidad del coche en llamas, lo ve desde allí.

Isabel no contesta en el móvil.

Qué le dirá a su mujer cuando vuelva a casa.
Maxence van der Meersch
(Roubaix, 1907 - Touquet, 1951) Escritor francés. Hizo sus estudios secundarios en Tourcoing y Lille. Licenciado en Derecho, ejerció de abogado en Lille durante dos años. Se inició en el periodismo como jefe de redacción de la revista Lille universitaire, y colaboró en diversos periódicos.
Utilizó un estilo realista para narrar las problemáticas de la vida cotidiana del norte de Francia, y realizó minuciosas descripciones de los conflictos sociales de la época.
En sus primeras novelas abordó temas conflictivos como el del contrabando, en La casa de las dunas (1932), o el de las huelgas textiles y sus represiones, en Cuando las sirenas se callan (1933).
Posteriormente publicó Invasión 14 (1935), un crudo relato sobre la ocupación alemana, y La huella del Dios (1936), obra que obtuvo el premio Goncourt y numerosos elogios de la crítica. Entre sus últimos libros se destaca Cuerpos y almas (1943), emotiva novela sobre el mundo de la medicina. Su principal inquietud fue la miseria y el dolor humano, y a lo largo de toda su obra expuso una mirada humanista y acentuó, desde su perspectiva católica, la necesidad del hombre por reafirmar sus valores.

20 comentarios :

  1. No hace falta que se lo
    diga, ella ya lo sabe.
    Algún día lo pondrán en
    común como si lo hubieran
    hablado desde siempre...

    Gracias por las recomendaciones
    y es verdad que Van der Meerch
    no está de moda, hace muuucho
    que no lo está, pero igual es
    interesante.
    Feliz "vermouth", un beso

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  2. Ultimamente como letras
    ¿estáré hambienta de saber??
    jajajaja!!!

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  3. A veces quedan adormecidas en el recuerdo de una infancia de lectora intempestiva: "Cuerpos y almas".

    Otras se transforman en un relato de coche en llamas: "...Es sólo un papel...".

    ¿Quién dijo que las palabras se las lleva el viento?

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  4. Estoy escuchando Guardame de Ruibal y leyendo Perspectiva de Pedro (Glup), me encanta estar ahora aquí.
    Y por las noches en los conciertos, ¿sabes? tremendos conciertos este fin de semana, y hoy para la guinda, Milladoiro...
    Muchos besos corazonciño.

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  5. Uf! Ultimamente tus finales sobrecogen...

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  6. navegar.es.preciso, ya, pero tú lo conoces.
    Ese conocimiento delata varias cosas, lo sabes. (todas buenas, claro)
    Un beso (y no sabes que vermouth preparo)

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  7. navegar.es.preciso, seguro, es un hambre que no se sacia.

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  8. Que no, Magnolio con palabras mecidas en sus ramas, no habías nacido, ni siquiera eras un tierno retoño.
    Algunas palabras no se las lleva ni el viento.
    Permanecen.

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  9. Mirada bella, tengo muchas cosas (Cd´s) de Ruibal, tiene cosas buenas. En Cádiz está muy considerado (y en otros sitios, claro).
    Pásalo bien con Milladoiro.
    Besos y besos.

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  10. Qué curioso, Malvada Bruja del Norte, soy un hombre de principios.

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  11. Serás bilbaino!

    Por esa razón nadie leería, ahora, el D. Quijote (y haberlos, hailos).

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  12. Lo soy Magnolio trasplantado a la Guipúzcoa profunda.
    No creas que hay muchos lectores del quijote, ahora. (lamentablemente)
    Pero, oye, a mí que me cuentas, que cada uno lea lo que quiera.

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  13. Con las circunstancias que le rodean no debe tener una visión real, anda luchando con la pasión del conocimiento y el miedo a lo desconocido (son sensaciones subliminales, siempre me las provocan las realidades en perspectiva).
    Buenos y descansados días, y besos buenos.

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  14. sigo atrapandome en tu telaraña ...

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  15. gaia07, en mi cabeza, el protagonista del post de hoy camina por paisajes y parajes que conozco muy bien.
    Trasladarlo así, brevemente, es algo superior a mi capacidad.
    Y aún así, de hacerlo, nadie lo entendería. (incluido yo)
    Besos de lunes.

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  16. jessica vega, pues no conozco ninguna araña con bigote.

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  17. Vino y Besos de Ruibal, me encanta....Un brindis.

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  18. jejej ...
    eres la primera! ... con bigotes!!!
    beijo...

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