Tenue es el límite,
sutil la gasa que separa
el dolor alborotado de la vida
del silencio inabarcable de la nada.
Caemos de una furia bulliciosa,
al abismo de dioses inventados
que disfrazan de gozos o suplicios
la eternidad, la muerte.
Ahora que estamos de este lado,
bajo un benigno sol, adivino
tus huesos al trasluz.
Enfadada porque olvidé una cita,
o besarte, o miré otras caderas.
Vuelve a la cama,
amémonos sin tiempo.
hasta que llegue la noche.
Desafiemos los granos de arena
que ruedan en relojes imposibles,
alteremos el latido que nos quede
con desordenadas caricias
ya que entre los dedos de los dioses,
tenue es el límite,
sutil la gasa que separa
la vida de la muerte.
Y andamos por el filo del límite enredándonos en la gasa, siempre enredándonos...
ResponderEliminarPero tú lo dejas tan nítido hoy (no puedo criticar, cachis!) que ganas dan de vivir creyéndoselo, poniéndolo en práctica, que es lo complicado
Mañana mismo empiezo, o era ayer, o pasado mañana?
(Me encantó el señor en moto con su Pi a cuestas. Los venden sueltos?)
Un beso epsilon
Desafiemos los granos de arena
ResponderEliminarque ruedan en relojes imposibles,
...
muy bueno, donde no existe el tiempo, y al mismo, todo es tan frágil y breve en esa eternidad finita en el hecho, eterna en las sienes
"entre los dedos de los dioses,
ResponderEliminartenue es el límite,
sutil la gasa que separa
la vida de la muerte."
Seguramente esa es la razón por la que hay que desafiar los granos de arena que ruedan en relojes imposibles.
Abrazos
Margot, te envío 20 señores en moto, con alfas y betas, también. Disfrútalos.
ResponderEliminarUno de ellos seré yo, distíngueme, anda, distíngueme.
Un beso normal (o sea, puff)
bajamar, existe el tiempo, vaya que sí, y como corre ¿ves? ya es lunes. Horror.
ResponderEliminarSaludos.
ybris, los desafío, pero no me lo aceptan y siguen a lo suyo, rodando y rodando .
ResponderEliminarAbrazos
Sí,este verso sabe a oráculo, a diálogo entre dioses y mortales, a Hiperión: " La necesidad, la angustia y la noche son vuestras dueñas. Ellas os separan u os obligan a juntaros, a palos. Al hambre le llamáis amor, y allí donde no veis nada, allí moran vuestro dioses. ¿Dioses? ¿Amor?".
ResponderEliminarSí, "tenue es el límite..." y encima, lunes, bueno, de momento empezamos con hados.
Y amor y muchos, muchos besos. ¡Leches! que corre el tiempo.
Te distingo, higadillo mío, te distingo, eres el que juega con la hipotenusa, a que sí?
ResponderEliminarBesos puff? al menos que sean guauu, o zas, o chucuchú... andaaaa
Magnolio, eres un árbol que mola cantidubi; que lo sepas. Me pido tus átomos para jugar con ellos.
ResponderEliminar(No todo iba a ser para ti, listillo, que te estamos habituando muy mal, malcriando, ya ves)
Magnolio, quién fuera gorrión (para anidar entre tus ramas), quién gato para subirme por tu tronco (con las uñas recogidas), quién búho blanco para ulular por las noches con el roce de tus hojas, etc.
ResponderEliminarEs que Hiperión sabía lo que decía. …allí donde no veis nada, allí moran vuestro dioses… Sublime. (muchas gracias)
Tanto beso al aire me está dejando con las ganas.
Margot ¿Cómo lo has adivinado? ¿Se me ve? Bah, no, no soy ese, soy el cateto.
ResponderEliminarY no soy tanto de zass (aquí te pillo aquí te mato), sino mas bien de ahhh, ohhh, (me matas, chato, etc)
Pero beso, sí.
Margot, oye, te lo aviso, soy un leñador con muy mala leche, lo mismo talo a ese magnolio (no a la tala, no a la tala), y luego te corto a ti las uñas (de los pies) con lo que me quede de hacha (si me queda, que es mucho magnolio)
ResponderEliminarY si fuera medianamente listillo aquí iba a estar, ya.
(Aunque malcriado si que estoy, lo reconozco)
Hermosísimo e intenso poema, querido amigo. Me quedo entre los hilos de esa gasa sutil que los dioses utilizan para separar la vida de la muerte.
ResponderEliminarIsabel Romana, agradecido, hermosura romana (y valenciana)(y de donde estés). Eso, gracias.
ResponderEliminarGracias MARGOT, mujer sapiens, sapientísima de la especie erectus, paleontóloga de sabanas y palabras propias, generosa con las ajenas.
ResponderEliminarOjalá, nunca, pero nunca, nunca, se nos muerda la lengua un gato.
Magnolio ¿ves?
ResponderEliminar"...Tenerte en el centro de mi mismo como un árbol, desprenderme poco a poco del tronco que me sostiene y me guía, flotar a tu alrededor cautelosamente, tanteando el aire con cada hoja (verdes, verdes, yo mismo y tú misma, tronco de savia y hojas verdes: verdes, verdes), sin alejarme de tí, sin dejar que lo otro penetre entre tú y yo, me distraiga de ti..."
ResponderEliminarAdivina adivinanza, GLUP, si sabes quien es, baja el beso del aire.
Las armas secretas.
ResponderEliminarCortazar.
Vemos, leemos, escribimos.
ResponderEliminarMagnolio,
ResponderEliminaren dónde la pava puso al pavo,
te dejé un comentario.
Cómo eres muy apaña-o, seguro que lo atraparás.
Buenas noches.
¡¡¡ADJUDICADO!!
ResponderEliminarNo me lo creo, no me lo creo, no me lo creo, no me lo....................................................................
Perdón, me he desmayado.
joder! cómo está el patio no?
ResponderEliminar(uyuyuy, pero qué perdidísima que ando tu. Vamos yo no aspiro ya ni a la autopsía en directo Pedro -mío- contigo).
no se si invitarte dónde mi ginecólogo para lo del frotis, y te deje alguna sustancia menos arcaica y pueda llegar siquiera conmoverte alguna hormona-masculina eso sí-. Y pudiera aromatizarte algo.
Porque visto lo visto. No tengo nada de futuro.
O sí?
;(
Vaya, que sigue aquí también.
ResponderEliminarMagnolio y/o Coblenza ¿No tenéis otra cosa que hacer? ¿Habéis probado a pasear? Relaja mucho.
También venden (solo en tiendas especializadas) unos aparatitos muy majos para masajear el cerebro.
Me dejo un pulmón en el poema y llegan los leones sordos y se comen al explorador.
No, si ya me lo habían dicho (no aprendo)
Os envío dos entradas para el cine.
No hay besos (miedo me da)
A mi que me registren (a ser posible, con suavidad)
ResponderEliminar