martes, 16 de mayo de 2017

Parker, Tomás y Tobías.



Alguien cantó, desafinando ─creo que era Tomás.
En la madrugada lisa y blanca, Tobías adivinó la lluvia de estrellas y aulló, un viento de congoja soplaba en el jardín.
A la playa llegaban legiones de anchoas de plata, grandes cantidades de peces ebrios, desorientados, reposaban sobre la arena.
Parker siente la fiebre de arroyos de sueños que atraviesan la niebla de su cabeza. Arropado bajo una manta de cuadros delira en la sequía de su estar y no estar.
Apesadumbrado se levanta y es ahora y escribe sin saber a quién escribe, debajo de un cuadro de Kandinsky escribe con un jilguero que le pica la oreja.
A lo lejos alguien recita a Quevedo «Quiera Amor, quiera mi suerte, /que nunca duerma yo, si estoy despierto, / y que si duermo, que jamás despierte. / Mas desperté del dulce desconcierto;/ y vi que estuve vivo con la muerte, /y vi que con la vida estaba muerto.  ─creo que es Tomás.

Mi foto
Bilbao, Euskadi
pedromg@gmail.com

Creative Commons License Page copy protected against web site content infringement by Copyscape ecoestadistica.com site statistics

Vistas de página en total

Lo que hay.(Desde 08.02.07)

Se quedaron

Así vamos

Aquí desde 08.02.2007

(Antes en Blogia desde 07.2004)

(Y mucho antes en "La tertulia en Mizar")

6.756 entradas