sábado, 9 de enero de 2016

Parker está al loro.


Ellen Kooi

09. Parker sabe  bastante bien lo que ocurre cuando ocurre, es decir el tiempo que pasa, es decir lo que pasa cuando pasa el tiempo. Nunca ha soportado que le digan lo que tiene que hacer y menos ahora con todo lo que está pasando. No le gusta perderse aquello a lo que cree tiene derecho, no por un absurdo concepto de lo que debe ser, pues no es, mira,  no pasa nada aunque sí pasan, pasan muchas cosas extraordinarias que pueden ser maravillosas, lo son. Parker se mira  espejo y ve a un señor lo suficientemente mayor para  no peinarse, que tiene toda la energía o la suficiente para ir, venir, subir, bajar y comerse el mundo, al menos la parte que le toca y se la come a pesar de sus obligaciones porque  es cumplidor, porque lo ha sido siempre y cuando hay que estar está el primero hasta que se apaga la luz y entonces es el mismo, también, diga lo que diga el cabrón de espejo, las gentes murmuradoras y todos los cardenales del concilio de Trento asomados a una barandilla de envidia. Parker recuerda aquello que le decía su abuelo: muerto el burro la cebada por el rabo. Al loro.

1 comments :

Maribel dijo...

Hay veces que necesitamos pronunciar nuestros votos en voz alta para que no se nos olviden. Piter Parker, el niño que salta a la comba o el señor que no se peina, que se mira al espejo y observa lo que pasa y cómo pasa. Al que me apetece cogerle la carita y decirle que está hecho un chaval porque vive, porque se apasiona, porque una persona tiene la edad de la persona que ama y el tiempo se cuenta por caricias por segundo; besos por minuto.
Sé que estoy ante un buen libro, una buena historia, cuando esta logra que se produzca un diálogo callado entre el escritor y lector. No hay más que dos. Y aún siendo consciente que habrá miles (o millones) de ojos que recorrerán las mismas páginas, las mismas palabras, yo tengo la convicción que me las está contando a mí, únicamente a mí, porque logra aislarme del mundo, porque sé que sin hacer, está regalándome un guiño cómplice. Y puedo cerrar los ojos, apoyar las frases contra mi pecho, rodearlas con las manos, cerrar los ojos y ser capaz de conjugar el verbo SENTIR en todos sus modos.

Besets!

PD: Qué carácter que tiene su Parker Sr. Glup (guiño).

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