miércoles, 30 de diciembre de 2015

Regreso.



-Mamá…
-Hijo, ¿estás bien?, ¿dónde estás?
-Abajo.
-Sube, hijo.
-No, te espero en la cafetería de la plaza.
-Voy, voy.

Un año y siete meses. Cosas que se hacen. Me pudo la responsabilidad. No, no llamé ni una vez. Estaba rabioso. Lo pasé mal. Sé que les defraudé.

Nos abrazamos.
Ella lloraba, mi madre siempre llora.

-Mamá, qué guapa estás, ¿cómo te encuentras?
-Bien. Has adelgazado, mucho. ¿Quieres comer algo?, ¿te pido una tortilla?
-No, no ¿y papá?
-Está bien…
-¿Ha preguntado por mí?
-Bueno, ya sabes cómo es, no entendió…
-¿Nunca ha preguntado por mí?
-Nunca.

El viejo, no cambia, me fui por él, no soportaba sus miradas de reproche. Tan perfecto, todo lo hace bien, un trabajador, un ejemplo. Mierda

-Murió la tía Elena, tenía ya 83 años.
-Ah, pobre, casi no me acuerdo de ella. ¿Nos vamos?

Al salir estaba en la puerta. Mi puto padre. Nos miramos. Primero me dio la mano, luego me abrazó. Se puso entre mi madre y yo, nos tomó de los hombros y caminamos.

-Vamos a casa-dijo.
Lloraba, nunca había visto llorar a mi padre.
Yo también lloré, qué cabrón, siempre termina jodiéndome.


Mi foto
Bilbao, Euskadi
pedromg@gmail.com

Creative Commons License Page copy protected against web site content infringement by Copyscape ecoestadistica.com site statistics

Vistas de página en total

Lo que hay.(Desde 08.02.07)

Se quedaron

Así vamos

Aquí desde 08.02.2007

(Antes en Blogia desde 07.2004)

(Y mucho antes en "La tertulia en Mizar")

6.741 entradas