martes, 11 de octubre de 2011

Sábado noche con voces de fondo.


 
¿Qué es un obsesivo? Es un actor que desempeña su papel y cumple cierto número de actos como si estuviera muerto. "Se trata de un juego viviente incluyendo todas sus características ilusorias-- que consiste en mostrarse invulnerable. Con este fin, se consagra a una exhibición de dominación que condiciona todos sus contactos con los demás". Es decir, hasta donde puede llegar con los demás, el otro con minúscula, que es sólo su alter ego, su propio doble. Su juego se desarrolla delante de un Otro que asiste al espectáculo. El mismo es sólo un espectador, y en ello estriba la posibilidad misma del juego y del placer que obtiene. Sin embargo, no sabe qué lugar ocupa. Lo que hace, lo hace a título de coartada. Esto si lo puede entrever y por eso casi nada de lo que ocurre tiene para él verdadera importancia. (J. Lacan)

¿Qué (me) pasa? {ahora} Estoy aquí cada día, dejo lo que escribo. ¿Siento lo que escribo? ¿Es simplemente rutina, técnica, un juego? {el momento es ahora} Hoy es el momento para dejar los intestinos encima de la mesa y sin embargo sigo detrás de la puerta mirando por la rendija, contando lo que sobra, toreando al toro negro de la ansiedad, de la angustia, del vamos, vamos, actividad, que no se pare, doy vueltas sin cesar. {vive} Cuando estuve en la UVI no quería dormir, tenía pánico a no despertar, a morir durante el sueño. Pensaba que estaba tranquilo, dominando la situación. “Hay alguno nuevo”. “Sí, uno que está pasado, tiene más miedo…”. Era yo, soy yo, tengo miedo, sí. De la soledad, del tiempo que pasa, de no recordar, de que se me hayan olvidado tantos momentos, tantas caras, tantos nombres que en un momento fueron todo para mí. “Eres los más bello que ha pasado en mi vida”. {ama}¿Cuántas veces lo he dicho, lo he sentido? ¿Qué será de Elena? ¿Y de Isabel? ¿De mi amigo…? Recuerdo su rostro, no recuerdo ni cómo se llamaba.  {disfruta de lo que eres}  “No sabes amar”, me lo dice a menudo aquella a quien amo. Si no sé quizás no la amo. {disfruta de lo que tienes}”Eres neurótico obsesivo”, me lo dijo el primer momento de verme. {sé libre} ¿Se nota así, en la epidermis, en la piel, en el gesto, en qué? “Y tú vas de sobrada”, pensé, pero no dije nada, era la mejor amiga de mi mejor amiga y no fuera  a ser qué. {da} Pero me hizo cavilar. {juega} No iría a un psi ni loco (y no es un juego de palabras), no hay nadie que sepa lo que hay aquí dentro mejor que yo. {cálmate} “Si te duele una muela vas al dentista, si tienes malestar vas al médico de cabecera, si te duele el alma ¿dónde vas? En ese quo vadis sigo, sabiendo que paso a paso me meto en un túnel. {sé tú mismo} La soledad, ya lo he dicho. {busca} ¿Cuántas noches habrán llorado solos tantos a quién quiero? {no temas} Aquellos que al día siguiente paseaban conmigo, tomaban un vino en las Siete Calles, me hablaban de fútbol, de la rubia de la esquina de la barra, jamás de su ánimo, de su soledad (es la tercera vez que escribo esta palabra) {goza}. Silencio, la casa está en silencio, me voy a la cama con mi amigo orfidal. (Me) Miento y lo sé, soy un cobarde. {vive}



5 comments :

Magnolio dijo...

Le deseo buenos días, señor obsesivo (¿el que escribe? ¿el protagonista? ¿el compulsivo? ¿el impulsivo?).

Y de paso le agradezco su obsesión de escribir aquí (o allá) tantos días de tantos años. A veces (la escritura) con regular, otras, con muchísima fortuna. Con mensajes cifrados, sin ningún mensaje, tal cual, escondiendo/se, desacougando/se, mintiendo/se, desnudando/se, etc. etc. pero siempre, siempre (that,s the question) con la sorpresa entre las letras, vídeos, canciones, cartas, reportajes... que Vd. deposita aquí.

Por todo ello, me repito, Vd. se merece, cuando menos, unos buenísimos días (cuando más,
un etcétera imposible de comentar aquí - Vd. comprenderá - por la premura inexorable de espacio, tiempo y horario).

Joselu dijo...

Como un simple suricato. Así somos. Almas abandonadas y doloridas que disimulan en compañía de otros, que con otros sobreviven y se defienden, pero siempre acojonados. De la que se va la luz, aunque sea por un rato, no sabemos ni cómo somos. Lo mismo da el tiempo que llevamos con nosotros mismos. Habrá que hablar con Leguineche antes de que le mate el tiempo y la enfermedad y nos quedemos mas tristes, mas abandonados, aún. Hacernos de su club de faltos de cariño...No. Estamos solos, pero aciertas con cada uno de los corchetes con los que atas y rompes el texto. A nosotros nos salva, precisamente, el cariño. El del roce de cada palabra aquí escrita. Cuando salgo de mi madriguera, recojo mis manos al pecho y me estiro todo lo que puedo con la nariz en alto. Siempre vengo. Me encantan tus guisos de entrañas que me conmueven. Ya casi se acabó la espera...
Beso de buenas noches.

cristal00k dijo...

Cuando comenta Joselu, casi nunca queda nada por decir... Hoy tampoco.

Pero como él, te deseo todos esos corchetes e incluso algunos más.

[Sé feliz, Pedro]

Y un beso.

Anónimo dijo...

la rueda siempre gira al ritmo que uno desea cuando tan solo se conforma en girar,hay otras opciones,tan solo hay que desearlas
de verdad

saludos

Anónimo dijo...

no temas

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