lunes, 11 de octubre de 2010

Desafiante.


(Lo he encontrado en Piedra con aletas


 (Burt Glinn  1959)

Digo y digo, pues eso, ya, vaya racha, que acarreo esta página y la visto como me da la gana, hoy de hilos de plata, mañana de reflejo de candelas, pasado de sierpes, al otro de frío en el costado al estar yaciendo en versos, en verdades, en saber que esto es lo que hay, no sé si piedras, vegetales, animales de fuego o es solo una absurda forma de pasar el rato, tú mismo, lee y calla (o no).

¿Qué pasa?



(Este Julio Cortázar sí que escribía bien, lee, por favor) 

Carta Abierta a La Patria.

Esta tierra sobre los ojos, este paño pegajoso, negro de estrellas impasibles, esta noche contínua, esta distancia. Te quiero, país, tirado abajo del mar, pez panza arriba, pobre sombra de país, lleno de vientos, de monumentos, de esperpentos, de orgullo sin objeto, sujeto de asaltos, estúpido curdela inofensivo puteando y sacudiendo banderitas, repartiendo escarapelas en la lluvia, salpicando de babas y estupor canchas de fútbol y ring sides. Pobres negros. Te estás quemando a fuego lento y donde el fuego, donde el que come los asados y tira los huesos, malandras, cajetillas, señores y cafishios, diputados, tilingas de apellido compuesto, gordas tejiendo a dos agujas, maestras normales, curas, escribanos, centrofowards livianos, Fangio solo, tenientes primeros, coroneles, generales, marinos, sanidad, carnavales, obispos, bagualas, chamamés, malambos, mambos, tangos, secretarías, subsecretarías, jefes, contrajefes, truco, contraflor al resto.

Y qué carajo si la casita era un sueño, si lo mataron en pelea, si usted lo ve, lo prueba y se lo lleva, liquidación forzosa, se remata hasta lo último. Te quiero, país tirado a la vereda, caja de fósforos vacía.

Te quiero, tacho de basura que se llevan sobre una cureña envuelto en una bandera que nos legó Belgrano, mientras las viejas lloran en el velorio, y anda el mate con su verde consuelo, lotería de pobre.

En cada piso hay alguien que nació haciendo discurso para algún otro que nació para escucharlos y pelarse las manos. Pobres negros que untan las ganas de ser blancos, pobres blancos que viven en un carnaval de negros. Qué quiniela, hermanito, en Boedo, en Palermo y Barracas, en los puentes, afuera, en los ranchos que paran la mugre de la pampa, en las casas blanqueadas del silencio del Norte, en las chapas de zinc donde el frío se frota, en la Plaza de Mayo, donde ronda la muerte trajeada de mentira

Te quiero, país desnudo que sueña con un smoking, vicecampeón del mundo en cualquier cosa, en lo que salga: tercera posición, energía nuclear, justicialismo, vacas, tango, coraje, puño, viveza y elegancia. Tan triste en lo más hondo del grito, tan golpeado en lo mejor de la garufa, tan garifo a la hora de la autopsia.

Pero te quiero, país de barro, y otros te quieren, y algo saldrá de este sentir. Hoy es distancia, fuga, no te metás, que vachaché, dale que va, paciencia. La tierra, entre los dedos, la basura en los ojos, es estar triste, ser argentino es estar lejos, y no decir mañana porque ya basta con ser flojo ahora.

Tapándome la cara, me acuerdo de una estrella en pleno campo, me acuerdo de un amanecer de Puna, de Tilcara de tarde, de Paraná fragante, de Tupungato arisca, de un vuelo de flamencos quemando un horizonte de bañados.

Te quiero país, pañuelo sucio, con sus calles cubiertas de carteles peronistas, te quiero sin esperanzas y sin perdón, sin vuelta y sin derecho, nada más que de lejos y amargado. Y de noche.

(Julio Cortázar)



Respuesta a Nikté.

Nikté, desde mi sincero aprecio, insólito por lo inhabitual de apreciar a quién solo se conoce por lo que dice (y por lo que calla) entro en el intento de explicarnos. Corazón.

Estamos confundidos, nosotros, los comunicadores, los psiquiatras, todo dios, esto no hay quién lo entienda.
Dejamos en una pared nuestro corazón y pretendemos que lo lean, que le entiendan, secretamente que le quieran. Describimos los fluidos que nos circulan por la mente, el corazón, el sexo (algo tiene que circular ¿no?), meticulosamente lo dibujamos, mirad, va de aquí, aquí, riega todo este terreno antes baldío.

Antes? Y ahí entra el factor antes, ese que dices, el de quedar en la puerta de nuestras casas, con los del barrio, con los nuestros. Hemos entrado en un barrio global, en una comunicación universal, contamos a nadie lo que no contamos a quién duerme a nuestro lado. Así nos va.

Tengo en mi facebook personas con las que preferiría un zarandeo mutuo antes que intercambiar soledades, un morreo interminable antes que ese “qué bueno lo tuyo, chati”.

Que entramos aquí y allá, nos leemos, nos encariñamos [seguro que muchos son/somos unos bordes, unos engreídos/as que se creen qué y no han leído a Dostoievski, ni siquiera la Canción Desesperada] y un día, uno/a, atrevido/a dice/escribe “esto, verás, que voy a pasar por tu pueblo, ¿tomamos un café?, oye, sin compromiso ¿eh?, si puedes”. Y puedes, y tomas ese café, y dos, y resulta que es milagroso, que te hablas con el corazón en la mano, con brillo en la mirada (sin acordarte de tu pareja, de tus hijos, de tus padres, de tu perro, del susum corda, eres tú, milagro, ese tú que eras cuando eras, no te lo puedes creer, eres el del barrio, sin conocerte te conoces, es inaudito. Te alegras mucho).

Un inciso, saludos a C.

Pues eso, que es complejo entender la soledad entre tanta gente, el aislamiento entre tanto ruido, el encariñamiento hacia alguien que puede ser extraterrestre (los últimos estudios demuestran que puede haber vida más allá de las estrellas), el porqué este sí y este no (algunos este escriben muy bien pero se nota demasiado que se escriben), el porqué se puede ir desde Santurce a Bilbao (por toda la orilla) con el riesgo de encontrarse con un friki, con una señora loro, con un adolescente con acné, todos muy dignos pero no el/la que tú esperas.

Querida Nikté, todavía estoy en primero y no creo que ni siquiera apruebe pero te prometo que me estudio para que nadie se de cuenta, que finjo para que parezca qué, que me esfuerzo para pintar las paredes con tu nombre, con otros nombres, con todos los nombres [estoy solo en casa, suena el timbre, una señorita hummm, “¿puedo hacerle una encuesta?”, me la hace (la encuesta), me ordena “dígame cuantos nombres de mujer recuerda” y ahí me empiezo a reír, a reír, cada vez más alto y la señorita hummm se marcha mosqueada (no me extraña)]

Me pierdo y no quiero, sí quiero, hacerlo bien, ¿qué es hacerlo bien? Entro en un blog con un solo, intenso, brillante, magnífico poema, escueto, dice lo que dice y tiemblas, sientes cada letra, cada frase te agarra del cuello, te corta la respiración, te mata; visitantes, veinte, comentarios, cero. Entro en un blog, leo el texto del día, mierda (lo ha titulado así) y me aparto para que no me salpiquen los aplausos; visitantes, quinientos mil, comentarios, cien. Hacerlo bien.

Pero me acaba de llegar una luz y ya entiendo, ya empiezo a entender. Uno va caminando por el camino, camino. Se encuentra con alguien que te buscaba y a la que buscabas (en una fracción de segundo temes por su desilusión). Te ves y temes (la fracción de segundo que compruebas que es una mujer bandera, por fuera). Te ves por dentro y gozas (todo el resto del tiempo en el que a cada segundo disfrutas de una persona bandera, por dentro, por fuera, al norte y al sur, al este y al oeste). Y a partir de ahí la risa, su risa, esa risa te hace entender, eso es, la felicidad del otro, eso es, saber hacer feliz al otro, intentarlo con sinceridad, con lo que tienes, con lo que sabes, ser mejor para ser felices, todos.

Otro inciso, saludos a G.

Modestia, no fingida, auténtica, esto es lo que hay, mucho, poco, lo que es, no hago sudokus cuando voy al baño (soy hombre, hacer dos cosas a la vez no entra dentro de mis capacidades. Por eso no pongo música cuando hago (¿hacía?) el amor, tarareo y no estoy a la faena).

Me gritan por el patio, van a cortar el agua, debo preparar los cubos. Antes te recuerdo que te aprecio, mucho, quizás no lo suficiente porque tú necesitas que te lo repita, por eso lo digo aquí, públicamente, te aprecio, Nikté (que lo sepan) y lo repetiré cuantas veces haga falta.

A mí estas cosas de besos y abrazos, virtuales, como que no, como que prefiero los reales (los de amistad, los de ternura, los de pasión, los salvajes, los de aquí te pillo aquí te mato –mutuamente, por supuesto-, los prohibidos) pero es una fórmula eficaz para confirmar aprecio, cariño, ¿qué será eso del amor?, y he intentado dejarte también mi realidad.

Mi agradecimiento con todo el corazón.



14 comments :

LA ZARZAMORA dijo...

Shissst!!!!

Besos, Pedro.

Pedro M. Martínez dijo...

La Zarzamora, llueve, mucho, te beso bajo el paraguas.

Nikté dijo...

Y qué importa si se hace mejor o no, lo que importa es la pasión que se le pone, si la hay, creo que todo es lícito.
Cada uno tenemos de referencia a alguno, que no son más que dioses con pies de barro, pero solo eso.

Coger el tono leyéndolós para después irnos para otro cauce, que es el propio.

Yo te prefiero a ti, y consté que lo hago por puro egoísmo, porque me llegas a donde casi nadie, aunque echo de menos tu sentido del humor-algunas veces-en la escritura, en las historias, aunque siempre le pones un punto, sin dejar de contar verdades, y alguna otra mentira también, piadosa, por supuesto.

Y si, ayer mismo lo hablaba con una amiga, de esas que compartes tu esfera creativa, nos deciamos lo solitario que es eso de escribir y otras florituras con las que nos entretenemos en vez de hacer sudokus cuando vamos al baño.

Me gustaría...no tener que pertenecer a Face Book para encontrar los amigos que los tengo en mi propia ciudad, me gustaría que fuese como antes, que viviesemos todos en el mismo barrio, y que quedasemos en las puertas de nuestras casas, como antes, Pero el mundo este en que vivimos nos ha hecho algo complejo todo ese asunto.

No se que hacer, me voy, vuelvo, para después volverme a ir, resistiéndome a esta verdad ensordecedora de la comunicación por el aislamiento, lejanía y otras idioteces inventadas por el hombre moderno.


Por eso hoy,te digo que te aprecio, sin besos, sin carantoñas vanas, porque es la realidad exacta de quien te lee.

C dijo...

:-)

Pedro M. Martínez dijo...

Nikté, pues eso.

Pedro M. Martínez dijo...

C, qué maja tu amiga. Y tú, claro. =:-)

gaia07 dijo...

Singular combate este.
¿Aislamiento social? Visto lo visto es cuestión de aprenderte feliz con lo que hay en cada momento.
Eso, leo.

Y te beso.

Nikté dijo...

Gracias, gracias, mil gracias.
Eres maravilloso, Pedro, maravilloso a mis ojos.
No tengo palabras para agradecerte la ternura que has puesto en esa respuesta, y esa clarividencia de quien sabe y se esfuerza por hacerme saber.


Y no te digo más, eah, que tengo el corazón encojío, y cuando está así, digo más tonterias de la cuenta.

Mayte dijo...

Pues intentaba poner un comentario, pero blogger siempre tiene caprichos.

El caso es que a mi me gusta leer lo que traspasa las palabras y se siente verdadero, y disfruto y me desparramo en sentimientos y me fluye como tomarme un café -de los que me gustan- y vuelvo y disfruto de ti, de lo que nos dejas leer de otros, en otros y de las peronas que te quieren -de verdá, verdadera-.


Besiño con jaqueca :/

Anónimo dijo...

Buenas noches...
Siempre he pensado que es maravilloso tanto tu Blog, como tus seguidores (seguro), pero una vez más me has vuelto a sorprender con una página por la mañana y otra (porque tu comentario a Nikté, no tiene desperdicio) cumplimentada por la noche.
Un verdadero lujo.

Pedro M. Martínez dijo...

gaia07, corre, corre, me pongo triste en 17 minutos, aprovecha, ay, que ya viene, 16, es que me está cambiando hasta la cara, jajaja, pero no me sale reír, 15, va, te bso, nos besamos y haber si pasa pronto. Ay.

Pedro M. Martínez dijo...

Nikté, lo mejor es que nos abracemos en silencio y que hable el martes, este martes festivo y silencioso (por mi calle no hay ni un alma). Gracias a ti. Muchas.

Pedro M. Martínez dijo...

Mayteღ, no me digas estas cosas que me meten en una bata, me colocan electrodos en la cabeza y me empiezan a estudiar (pues tengo la cabeza pa´ruidos…). Quizás el tema es que esta página no tiene adictivos ni colorantes, es una página ecológica, natural. Besos con aspirina.

Pedro M. Martínez dijo...

Anónimo, tienes aromas cántabros (la forma de la A, esa ondulación playera en la o), debo decirte que no, acabo de mirar para atrás y no me sigue nadie, al de un rato he repetido la operación y nada, quizás vayan por delante y entonces el que sigo soy yo, no lo sé, demasiado complejo y me acabo de levantar de la cama.
Nikté se merece eso y más. Entre otros afectos y cosas, aunque no tengo ranking de comentarios, uno suyo me tuvo riendo, maravillado por su ingenio, durante horas, lo recordaba y me partía (la gente diría, este tío está pa´allá)(lo estoy). Lujo y lujuria, escoge. Buenos días.

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