viernes, 22 de octubre de 2010

Comentarios.

“Martes. He estado observando la gran catarata. Es el lugar más llamativo del Estado, creo. La nueva criatura la llama Cataratas del Niágara, ella sabrá por qué. Dice que se parece a las Cataratas del Niágara. No es una razón, no es más que un capricho, y una majadería. Jamás llego a tiempo de ponerle nombre a nada. La nueva criatura se lo pone a todo lo que se le cruza en el camino, antes de que pueda protestar siquiera. Y siempre con el mismo pretexto: parece esto o aquello. Por ejemplo el dodo. Dice que basta con mirarlo para saber al instante que “se parece a un dodo”. Está claro que tendrá que quedarse con ese nombre. Me fastidia molestarme por esto, y de todos modos no me sirve de nada. ¡Dodo! Se parece a un dodo lo que yo.” (p. 9-10 de Fragmentos del diario de Adán) El diario de Adán y Eva, de Mark Twain (Ed. Trama, Madrid 1996).


Interactivo, este blog intenta ser interactivo. No sé muy bien qué significa eso y a qué me compromete, pero sí sé de ese intento.

Tengo claro que los textos se van desarrollando según la inspiración, emociones, lo que ocurre, lo que se me ocurre, lo que recuerdo, lo que ansío. ¿Mande? Pues eso que la interacción se produce entre quién escribe y quién lee. Si la transferencia va del corazón o la mente a otra mente a otro corazón o a la papelera es ya otra cuestión difícil de conocer. 

Algo más difuso está la cuestión comentarios. Es decir, la posibilidad de recibirlos y la capacidad de responderlos. En este apartado no incluiré el índice de satisfacción pero sí el convencimiento de que la interacción se produce. Nunca llueve a gusto de todos. En cuestión de gustos no hay nada escrito. Para gustos se han hecho los colores. Hay gustos que merecen palos. Vista, oído, aroma, tacto y gusto. Contra gustos no hay disputa. Y algunos dichos populares más que ahora no recuerdo ni me importan pero que me fortalecen en el entendimiento de quienes me envían comentarios y mi compromiso de responderlos dentro de mi capacidad, de la posibilidad de tiempo, espacio, absorción atómica, debilidades transitorias y demás zarandajas.

Alucino, vecino, que alguien se tome la molestia y el trabajo de comentar en esta página y por eso dejo todo mi agradecimiento al pie, no como una pira funeraria sino como un frondoso, oloroso, vistoso ramo de flores en las que se enredan mis balbuceantes palabras.

Pero.

Más quiero encontrar en ti comprensión, que cantaban los Mustangs, que cantaban the Animals, que cantaba Tom Jones (creo) y es que no es lo mismo escribir una opinión a las 3 de la madrugada que agradecerla, rebatirla, aplaudirla, contestarla a la hora que se pueda, si se puede porque los días son rígidos, inflexibles, insobornables, se ciñen a sus 24 horas y de ahí no hay quién los saque. Y no dan, las horas. Reloj, no marques las horas, que cantaba el trío los Panchos, que le gustaban a mi padre. No da tampoco el sistema de tanteo, que frecuentar según qué jardines es hollar un terreno pantanoso en el que a nada que pises fuera del tiesto te empiezas a hundir poquito a poquito, como en aquella película de Rod Steiger que se caía un niño indio mudo en las arenas movedizas y no le escuchaba nadie, claro. Cuando ya las aguas te llegan a la boca, es decir que te ahogas seguro, llega Manolete y sin capa ni espada, en un lance torero, pinturero, nos asegura que además de las corridas le gustan los toros y ahí empieza un sano compartir de opiniones, que si sí, que si no, ya sabes, lo de siempre. Olé. (el símil taurino no es baladí, busca la polémica). Que no se puede decir amén en todas las misas, que no disparen al pianista ni al cura, que el espectáculo debe continuar, que me aburro. Ya.

En otro orden de cosas, renuevo mi profundo agradecimiento a los lectores, a los que miran, a los que entran a la página buscando a Giovanna Casotto (unos salidos), a los breves, a los insistentes, a los indiferentes, a los ausentes, a todos los presentes, a los que vinieron y se quedaron, a los que se espantaron, a los confidentes, a los transeúntes, a los que aún no se graduaron las lentes, a los ópticos, a los del estrabismo, ellos mismos, a los que se operaron de próstata, a los que aplauden, a los silenciosos, a los ardorosos, a los que me besan, a Puri, a mi vecino del sexto, a Camilo (sexto), a los que no saben leer y escuchan la música, a los que alaban las fotos (joder, ya les vale), a los que se equivocaron pero se quedaron, a los que se quedaron y acertaron, a ese que se acaba de dormir, a mis amigos de la infancia, a mis enemigos de ahora (grrrr), a una novia que tuve en Córdoba (Andalucía, España. Se llamaba Rafi, Rafaela), a una novia que tuve y que tengo, a mi amigo Javi el Indio (mi gran amigo), a la enfermera que me cambia los dodotis, a la directora del asilo, a la madre que me parió, a mi padre que algo tuvo que ver, a Inés (la señora del post de ayer) por conmoverme, a Rosa por abrazarme, a Guada por su risa (lo resumo porque me alegra su alegría), a A, B, C, D, etc, por discreción, y como no quiero que nadie se sienta excluido termino aquí. Gracias, reyes, majos, emperatrices mías, público en general, un saludo, pónganme a los pies de su señora o de su señorito (si los tienen). Muack. 



14 comments :

Angeles dijo...

Quizás y solo digo quizás, escribes para leerte en los demás. Quizás, y solo digo quizás, escribir es adivinarse en los otros. Quizás…

Ante las dudas, en ocasiones, un beso despeja la incógnita….

Pues eso, un beso…

ybris dijo...

Quien busca mejorar cada día, ya sea atleta, músico o adicto a la papiroflexia se ve obligado a practicar porque, como decían los ascetas empedernidos, "en la vida espiritual el no avanzar es retroceder".
Hay gente admirable como tú que se impone esa fidelidad a diario y se trabaja la escritura, la presentación y el detalle amable que pudiera hacer acogedora su página al lector.
Hay otra gente, como yo, menos admirable, que busca leyendo las palabras nuevas que de otro modo quedarían reducidas a las del mundo cerrado ya adquirido.
Podría, como así sucede, leer lo ya publicado en libros, en diarios o en cualquier manifestación artística de las que ya están a disposición de todos, pero hay algo en estas páginas que tiene una peculiaridad especial que es esa interactividad que a mí, por ejemplo, me mueve a estas horas tempranas a escribirte.
Cuando alguien escribe un libro o compone una música o pinta un cuadro lanza una botella al mar y espera a que alguien la encuentre.
Cuando alguien escribe en una página como ésta sabe que hay quien la lee, y no sólo porque un contador le da una número increíble de gente que ha entrado en ella, sino porque un reducido número de fieles deja aunque sólo sea una leve huella que demuestre que el esfuerzo del atleta no ha sido en vano y que ha suscitado acuerdos, desacuerdos, reflexión o admiración.
O, como en mi caso hoy, agradecimiento por la compañía en las horas silenciosas -ese "tiempo de calidad, que suele decir un buen amigo- en que me complace moverme.

Abrazos animosos, pues, y agradecidos.

virgi dijo...

...allá llega el atleta...ha corrido de madrugada y yo lo miro desde mi balcón...sonríe y manda besos volados...le tiro una corona de laurel que he hecho para él...me saluda con una reverencia...¡ah, me siento una emperatriz!

más besos, más...muchos!

gaia07 dijo...

Querida criatura,
Desde que llegaste e interactuaste conmigo, me siento desplazada totalmente, no esperaba que de pronto alguien como tú, desconocida criatura (al principio, ya no), me fuera descubriendo entre palabras todo cuanto sentía. Y siempre nombrándolos incluso antes de haberlos sentido.
Unas veces quiero inquietarte y otras quererte (ambas me resultan fáciles, los genes, ya sabes) y me fastidia que ese abrazo ya me sepa a poco.

El comentario ansía por escribirse, de tal manera, que si no le dejo expresarse me retuerce el ojo izquierdo hasta que lo materializo en pantalla, resulta un alivio, que además me hace dichosa si al estirar tu tiempo te “da tiempo” para deliberar conmigo.
Si esto es un trabajo solo falta que lo paguen.

Me sumo a cuanto ha dejado dicho Ybris, tan certero (como siempre) y afin a cuanto has expresado tú.
Un montón de besos.

PS. ¡Guapetón!
(Veo perfectamente resalao)

Arantza G. dijo...

Hay quien prefiere leer a escribir.
Escuchar a hablar...
Y usted caballero, habla y escribe muy bien. Entonces, para qué voy a interrrumpir?
Como cada mañana recorro esta página, me impregno de su contenido y salgo despacito. Hoy me he vuelto visible, será posible...me pondré de nuevo la capa y voilà....pero antes te dejo un buen beso, o dos, como prefieras.

Pedro M. Martínez dijo...

Angeles, hoy es uno de esos días en los que te sientes confundido. Para concretarlo mejor, hoy es uno de esos días en los que me siento confundido. Muy.
Quizás no sé distanciarme de lo que escribo, quizás me leo en los que me leen, quizás me estoy creyendo esta fábula y realmente soy un mono. Eso debe ser.
Quizás un beso lo cure. Un beso.

Pedro M. Martínez dijo...

Madrugador ybris…este abrazo lo resume todo. Muchas gracias.

Pedro M. Martínez dijo...

Emperatriz virgi, este animoso corredor que siempre llega de los últimos (pero llega) te saluda en este viernes luminoso de otoño. Dejo de correr y espero anhelante por sí aun te quedan coronas. Exactamente cada 7 minutos te hago una reverencia. Besos previos al fin de semana.

Pedro M. Martínez dijo...

Querida gaia07, que me califiques de criatura (querida además) me hace acomodarme entre tus brazos y seguir leyéndote.
Como mi nervio no me permite la pasividad quizás terminemos acomodándonos mutuamente, siendo dos criaturas a las que el viento de los días sorprende con sensaciones, emociones, alucinaciones, milagros o engaños para que pase de la garganta el sinsabor de ser sin ser, de imaginar sin palpar, de estar con la cabeza en las nubes mientras nuestros pies eluden charcos de líquidos negros, malolientes, rutina de semanas calcadas unas de otras, meses parecidos, años que intentamos clavar en la pared pero se caen, no hay manera, no se puede engañar al espejo, la madrastra de Blancanieves es implacable, ve lo que hay y solo el polvo mágico (con un único sentido disneyiano) nos puede hacer volar, E.T´s buscando “su casa”, allá en esas estrellas que imaginamos vivibles, con oxígeno y agua, con la suficiente soledad como para encontrarnos, corredores sin dorsal, náufragos sin isla, inadaptados de lo convencional, pobres carpinteros en el desierto, pasan las gentes por delante del ventanal, no huyen los monos de la pesadilla ante mis gritos, no se asustan, soy un mono dentro de otra pesadilla, poder de la palabra escrita ¡no! poder de la soledad, de la carencia, de la necesidad de encontrar, ¡no es esto, no es esto! Pero, entonces, ¿qué es?, ¿dónde lo encontraremos? Y más ¿qué demonios estamos buscando?
Dice Analía Gana
Los semblantes de esta época atornillan a los hombres en posiciones contrapuestas; aquellos caballeros al estilo Juanito aggiornado que les impide tratar a las mujeres desde una posición viril legítima, como dice Lacan, o esos otros inhibidos en su acto, hasta aquellos a los que hay que bajarles los pantalones, como bien lo decía una paciente.
Por otro lado, se ubican los que proclaman un goce para sí, que no pueden o no quieren saber nada de articular su goce al cuerpo de la mujer, son aquellos que se parapetan en los gadgets que les ofrece una sociedad donde los sex-shops, los clubes de intercambio, el cibersexo, están a la altura de su mano, como a la de su pene, donde impera la mirada, el dar a ver... Es el reino del goce.
,

¿qué te estoy diciendo? Rosa de Alejandría. Pues no lo sé, intenso saberlo mientras te escribo imaginándote. Se lo he dicho a Angeles, hoy es uno de esos días en los que me siento confundido. Pero añado, haberte conocido por medio de este blog me reconcilia con él (y conmigo mismo). Me congratulo de tu buena vista, lo comprendo desde que la mía ha mejorado espectacularmente. Quizás por eso. ¡Socoooooorro!. No sé nada.
Ay. Un beso, muchas gracias.

Pedro M. Martínez dijo...

Arantza G., transmutada en Bilbo Bolsón, espera, no te pongas la capa todavía. Dos besos. Vale, ya te la puedes poner.
Sigamos impregnándonos. Ay.
(Menos mal que hay quién me recuerda a menudo que soy un capullo)
Muchas gracias, guapa.

mirada dijo...

Para seguir interactuando:
http://www.youtube.com/watch?v=PO-lweEDKGg&feature=player_embedded#!

Te quiero mucho, pequerrechiño.
Gracias a ti por ser así con todas y todos. Por construir belleza.
Saúde de hoxe e moitos anos máis!

Mayte dijo...

Eres un bichito y a través de tus palabras encuentro sentimientos y esos me llegan en recuerdo de otros, en sonrisas y a veces nostalgías y entre que tejes y destejes, te salen unos crochets de emociones que a mi me gusta tenderlos en mi mesita del alma y dejar que la luz los traspase y la estancia se vea más bonita, y porque además puedo divagar en palabras y tú siempre haces un guiño que a mi me deja ser, en palabras (la confianza da asquiño ;). Es un acto egoista leerte, lo confieso.

Un biquiño, hoy.

cristal00k dijo...

Todo lo ha dicho el "Maestro", que al igual que tú, a muchos como yo, nos dejáis sin capacidad de comentario.

¿Qué decir que no parezca manido o una bobada?
Pero aún de puntillas... la interacción existe, sin duda... y volvemos, vez tras vez.

Sería bueno,para esos mismos "muchos", que ambos, continuaseis lanzando esa botella en este mismo mar.

Abrazos interactivos.

Elizabeth dijo...

Llegué tarde y tuve que llamarme como otros decidieron. Primero la nena, después el trance, fraude a falta de feudo. Hoy quizás sea otra palabra sin traje, puro espejo. Insobornable arpegio para el viento...


PD. Tu asintomática forma de ser, es contagiosa al escribír. Leo y es imposible lo que siento.

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