lunes, 18 de octubre de 2010

Catgut



 El Catgut Simple es el nombre genérico de una sutura absorbible hecha del entrelazamiento conjunto de filamentos de colágeno purificado obtenido de los intestinos bovinos u ovino. El hilo natural simple es tratado con precisión con el fin de alcanzar un carácter de monofilamento y además es tratado con una solución que contiene glicerol. Simple es absorbido mediante proteólisis o hidrólisis enzimática al cabo de 8-10 días. Su uso se indica para afrontar tejido subcutáneo y cerrar pequeños vasos sanguíneos severados. Su uso es también frecuente en operaciones del estrabismo, suturar la conjuntiva, cirugía urológica, dental, gastrointestinal, subcuticular, obstetricia y ginecología.



(Para Teresa, que nunca me lee)

Es decir un artículo de uso común, catgut para las operaciones que se hace uno a sí mismo. Sí, ayer mismo me operé de estrabismo mental y estoy envuelto en catgut, como una momia simple, como un extravagante usuario de filamentos, que se me juntan y mezclan las emociones, que ya no sé si mi testosterona mengua o me desborda. Antes, es decir antes, todo era más sencillo, que el tiempo era de goma y lo mismo se alargaba que se encogía, que era un símil, una metáfora sin buscarla, un tránsito entre nombres, una búsqueda por los portales con pájaros negros mirándonos desde las farolas de la noche, con sentimientos subcutáneos, con ese temblor en las manos impidiéndonos brindar por los ausentes, que no los había, estábamos todos, sentados alrededor de una mesa imaginaria, mirándonos a los ojos, midiéndonos. Creíamos que el tic tac de los relojes perezosos era el lógico, el deseable, el óptimo. Un día supimos que no. Hablo en plural y estaba solo. Hábito de la soledad. Descubrimiento del espejo. Exploración de mi selva. Reparación de la brújula heredada. Indicar en los mapas el consabido usted está aquí. Pero no estaba/estábamos y el desierto era mi/nuestro hábitat, travesía con camellos sin doble sentido, que nos libramos de los mercaderes por minutos, del polvo y el humo por segundos, de la cruel enfermedad de los promiscuos por un suspiro, solo el alcohol nos arrasaba, nos transformaba y decíamos/decimos lo que nunca decíamos/decimos. Entonces apareció el catgut y todo empezó a cambiar, que supimos leer la línea que había detrás de la línea que enmascaraba otra línea, es decir tinta invisible, tinta de limón, nada, que matar al padre es un largo proceso y al final se muere él solo, de aburrimiento, que te deja de herencia su búsqueda y resulta que buscaba lo que tú buscas y así no hay manera de progresar, ya te digo. Menos mal que al suturar la conjuntiva se amplió el campo de visión y vimos que no veíamos, nos apuntamos a cursillos de calle y vida y, vida mía, descubrimos la venda, nos tapaba la mirada, el otro estrabismo, no a la vez pero sí muy seguido, así que nos ordenamos, quemamos la venda, ellas los sostenes y así, con ojos y pechos al viento desafiamos la autoridad y la gravedad hasta que la realidad nos puso en nuestro sitio, el uno por dos en el que apenas cabemos, que nos tira la sisa, que se alborotan las costuras y quizás en la próxima liquidación de almas pueda cambiar esta de ahora, con glicerol y entrelazada con tantas mentiras que no hay pinzas que puedan extirpar las espinas del desencanto, que me estoy volviendo un puercoespín, que estoy tenso como un hilo de plata entre tus ojos y mi corazón, gracias por leerme.

(Las tres ilustraciones son de Moebius)

17 comments :

Tesa dijo...

Bueno, yo me llamo Teresa y te suelo leer.
:)
Este post me ha recordado tiempos vividos con mi amiga Mayte (otra Teresa) que era veterinaria y me permitía acompañarla mientras trabajaba en el quirófano. Era alucinante ver sus manos mientras manejaba el bisturí eléctrico o suturaba, bien con catgut o con hilo para el exterior que luego había que retirar.

Un abrazo.

mabel g. c.© dijo...

No sé si ésta será una reunión de Teresas que suelen leerte, tb soy Teresa en los documentos (no, en los de word, no).

Bordaba cuando era joven y los puntos sobre las íes intento no olvidarlos, después punto seguido, de cruz (ay, qué...), punto y aparte, de cadeneta, pero son otros hilos... La sutura se me da mal y cuando necesité puntos me pusieron grapas.

Usted, ¿estrábico? Debe de ser por eso que junta tantas líneas.

Atte. le saluda,

otra Teresa.

cristal00k dijo...

El tiempo sigue siendo de goma y sigue sin faltar nadie... No, mientras recuerdes... sólo se han ido un poco antes porque, a veces, el maldito, se encoge raro.
Y más, mucho más... pero virgencita, virgencita, que te quedes como estás Sr. estrábico mental.

Un beso para Teresa (aunque nunca nos lea) y otro para tí, claro.

Sei Iturriaga Sauco dijo...

A veces hace falta darse algunas puntadas entre los órganos que, heridos, dejan escapar su vida en líquidos. A veces, fugas de frío nos piden que tejamos a nuestros pulmones bufandas, con hilos de esos de los que hablas, hechos de quién sabe qué tejidos de otros animales que hicieron con sus vidas algo más noble que nosotros y nos regalaron esas finas fibras para nuestras reparaciones, hilos que se absorben y no dejan marcas, buenos para olvidar, entre-tejidos en nuestras entrañas.

Nikté dijo...

Qué pena que no me llame Teresa, si no, esto se hubiese convertido en un reunión de las teresianas, aunque no es el caso.
Y el ilustrador es buenísimo, cada vez me decanto más por la ilustración, pero solo se dibujar caracoles.
Ya se que esto te...unnnn...pero bueno es lo que hay, y con respecto a lo que hay, es el conocimiento de la palabra, toas junticas ¡Lo que pueden llegar a comunicar!
Ayer aprendí una: lamín
A qué es bonita.

Por lo demás me quedo con el final-que los intermedios me entretienen-que te estás convirtiendo en un puercoespín.

Ains, la soledad ¿Qué será eso?,
Tú te callas que estoy hablando yo, ¿Y tú quien eres?, No se padezco carencia de colágeno y por eso caí en estado amnésico, Oye, amnesica que Pedro ha dicho puercoespín, Si, es una palabra que pincha, aunque el bichejo no tanto, Bueno, pues me tengo que ir pa el curro,¿ Tú también te vas?, Si, Oye, pues si quieres nos vamos juntas, Pos será mejor.

Pedro M. Martínez dijo...

Tesa, gracias por leerme.
Es curioso como mi bisturí espiritual te evoca bisturís eléctricos. No sabe uno como realizar las operaciones a corazón abierto. Al menos espero haber suturado bien. Un abrazo.

Pedro M. Martínez dijo...

mabel g. c., todas somos Teresa, todas hemos bordado de jóvenes, yo mismo sin ser joven soy un borde (solo a veces), estrábico no soy (de momento) pero sí es cierto que se me juntan las líneas (y los días, y la vida, y tantas cosas). Quedo gratamente saludado, otro para vos.

Pedro M. Martínez dijo...

cristal00k, es una batalla perdida, quizás porque saco toda la infantería y esto es más virtual, más como que sí como que no, o sea no, o sea que eso, que me quede como estoy, y estoy así, con los ojos perdidos, mirando con uno a Cuenca y con otro a Antequera ¡viva Rusia! (que es lo que gritaba cuando no se podía gritar nada. Solo cuando bebía) Un beso para nosotros.

Pedro M. Martínez dijo...

Largo tiempo Sei Iturriaga Sauco, gracias por volver.
Una buena herida debe dejar cicatrices, recuerdo, constância física de los dolores, del desgarro, de las rupturas. Es una buena forma de recordar (esta es de cuando me partieron el corazón, esta de cuando se me partió el alma, esta de la ruptura de mis esperanzas, está…esta…sigue abierta)

Magnolio dijo...

Ando un mucho liada con tu texto, con ese estrabismo que no me aclaro si es/era de los que antes veías doble pero nítido, o tu visión es/era simple pero borrosa, esos dos supuestos que dicen los oculistas. Yo de ojos entiendo lo justo, pero me tengo que operar también de la vista y si dices que con el catgut mal, sin la venda peor y, sobre todo, lo de la tensión “como un hilo de plata entre tus ojos y mi corazón” ¡uys!!

Por si acaso, me cambio de gafas y que le den al catgut.

Magnolio dijo...

Por cierto, un escrito precioso que parece una carta que parece demasiadas cosas para alguien que parece que no te lee.

Pedro M. Martínez dijo...

NoTeresaNikté, un caracol es como un peregrino en el camino de Santiago pero con cuernos y buena baba, fíjate que hasta hacen con ella (con la baba) crema para los cutis femeninos (y algunos masculinos). Dibujar un caracol es más o menos sencillo, cogerlos después de la lluvia es un ejercicio nada arriesgado (excepto en México), comerlos es más complicado, te puedes poner la pechuga/pechera perdida de salsa, mientras sorbes. La mejor salsa se hace con trocitos de jamón, por eso no te preocupes por no saber dibujar un caracol, dibuja un jamón, o un lamín (ya eres rebuscada, nena). Lamia (que se parece a lamín) en euskera es una bruja buena, casi buena, no conozco ninguna bruja buena (y conozco muchas). Es lo que tiene ser estrábico que miras pa´un lao y parece que miras pa´otro. Si además te pones gafas de sol no hay dios que sepa pa´donde miras, mira tú por dónde. La soledad del puercoespín es un buen título para un post, incluso para una novela. La soledad del puercoespín. Me opero un rato más y seguimos hablando ¿vale?

Pedro M. Martínez dijo...

Magnolio, el tema es que veo, incluso antes de operarme veía. Es la parte buena. La mala es que antes te tienes que sacar los ojos. Además. Previamente te has sacado el corazón /cuore y lo has dejado encima de un zapato, lo miras fijamente y ves lo que no veías, es decir desde dentro, es decir desde ese lugar que llaman alma y es clarividencia, a veces simple sentido común, ese sentido, sentir es el tema, el privilegio, que contestar según cuando es un ejercicio arriesgado, como torear, o pasar las cataratas del Niágara sobre un alambre, nada que ver con ese hilo de plata, yunque de platero= tas, zass, que lees y entiendes, pero para entender hace falta leer y Teresa no me lee (lo que no quita para que, como ayer, cuando me gusto, le lea lo que ella no lee) y tú sabes que en este catgut me he dejado parte del esófago, pero eso es fácil claro, tú me lees, incluso cuando escribo oscuro, debe ser por Cortázar, o por Salinas o por los dos perros negros o yo qué sé, que se me echa la tarde encima y tengo que escribir lo de mañana, señor, señor, qué tarea. Beso su mano (también)

mirada dijo...

¿a qué no frivolizo si propongo lo siguiente?
Los protagonistas bailen y canten mirándose con Benny Moré, ¿podría ser no?
Esa si que es una rica salsa....
ummmmmm, vea usted todo lo que quiera, me encanta su mirar por dentro por fuera, pues nos hace sentir que late nuestro corazón, cuando lo redacta así.
Gracias, Pedro.

Pedro M. Martínez dijo...

mirada ya que no se llama usted Teresa no frivoliza ni un poco, es más, su propuesta queda aceptada, bailaremos y cantaremos mirándose con Benny Moré, puede ser.
Lo que no me queda claro es con quién debo bailar (Benny Moré no es mi tipo).
Sigo redactando si obtengo sus emociones, gracias, salsera.
Un besazo.

gaia07 dijo...

Ni el catgut, con las suturaciones perfectas, evita que siga el proceso del desencanto del puercoespín.
Sigues en tránsito, mirándote a los ojos. Ya vale.
Nada de catgut para tu mente perfecta. Deja que transcurra y hábite donde quiera.
¡Nada de meter al genio en la botella!

Gracias por escribir.

Un abrazo.

Pedro M. Martínez dijo...

gaia07, el puercoespín es un bicho mu malo, no se mata con piedra ni palo, que dice la canción. Quise meter al genio en la botella pero no cabía, busque una botella más grande y le sobraba botella por todos los lados (quizás es que faltaba genio). Yo qué sé. Gracia por leerme. Abrazo.

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