lunes, 24 de mayo de 2010

Desconexión.

Es que todo es muy raro, en cuanto te fijas un poco. Lo raro es vivir. Que estemos aquí sentados y se nos oiga, poner una frase detrás de otra sin mirar ningún libro, que no nos duela nada, que lo que bebemos entre por el camino correcto que es y sepa cuándo tiene que torcer, que nos alimente el aire y a otros ya no, que según el antojo de las vísceras nos den ganas de hacer una cosa o la contraria y que de esas ganas dependa a lo mejor el destino, es mucho a la vez, tú, no se abarca, y lo más raro es que lo encontremos normal.
(Lo raro es vivir – Carmen Martin Gaite)


Una central nuclear abandonada.

La cámara 1, fija, ofrece la vista superior de un interminable pasillo, con puertas a derecha e izquierda. Una mujer uniformada lo recorre a intervalos exactos de veinte minutos.

La cámara 2 está centrada en un gran panel de control, pintado en verde pálido, con relojes y sistemas de control.

La cámara 3 apunta a la noche.

La cámara 4 está instalada en el coche de seguridad que recorre la carretera al otro lado de la verja que bordea el edificio de la central y los pabellones cercanos.

Cuento todo esto como controlador de cuatro monitores, como espectador, sin capacidad para intervenir en aquello que pueda ocurrir. Es mi nuevo trabajo, como el anterior, mal remunerado.
Un molesto zumbido de fondo acompaña esta monótona actividad.

Desde el aburrimiento quiero escribir el post para mañana, este puede ser un tema diferente. No quiero cansar a los lectores con las habituales historias de amores imposibles y lamentos clandestinos.

La cámara 4 se centra en un agujero en la tela metálica, el coche se ha detenido y varias sombras cruzan frente al campo de visión.

La cámara 3 sigue a un hombre con un traje parecido al que usan los astronautas, jadea mientras sube por unas escaleras con barandilla amarilla. En su mano derecha lleva un objeto que parece un arma.

La cámara 1 muestra una luz roja de alarma que se enciende y apaga. La mujer uniformada atraviesa corriendo el pasillo.


Esto está ocurriendo ahora y quiero contarlo mañana.
Además sin que la habitual mezcla de sentimientos alborotados interfiera. Algún lector me reprocha que hay temas que repito demasiado. La vida es una repetición, una rutina de actos inútiles, un absurdo transcurrir de los días. Lo raro es vivir.
Por eso estoy frente a estas pantallas, intentando lo diferente.
Aunque me empieza a parecer peligroso.

La cámara 1 continúa mostrando la luz roja de alarma.
La cámara 2 se dirige a un punto concreto del gran panel de control.
La cámara 3 enfoca diferentes lugares, pasillos, escaleras, pero no hay rastro del hombre vestido con un traje parecido al que usan los astronautas.
La cámara 4 nos muestra a varias personas uniformadas que entran precipitadamente por una gran puerta.

Repaso el manual, no acabo de encontrar el protocolo para un caso así, nunca ha pasado antes.
Debo centrarme en mi trabajo y olvidar de momento intentar contar lo que sí para suplir lo que no.
Para colmo se ha perdido el sonido en los monitores, las pantallas tienen algún tipo de interferencias, se apagan y encienden, se forman rayas, debo estar atento.


Sigue la luz roja de alarma en la cámara 1.
En la cámara 2 puedo ver que del gran panel de control sale una densa humareda.
La cámara 3 se ha centrado en el cuerpo inmóvil de la mujer uniformada, tendida en el suelo en una postura extraña.
La cámara 4 no funciona.

A partir de aquí me fui. Quizás no debí abandonar mi puesto de trabajo pero el sonido de la sirena pudo con mis nervios. Corrí escaleras abajo, salí al exterior y me metí en la noche. Seguí carretera adelante, sin detenerme. La explosión me lanzó de cabeza contra unas zarzas. En ningún momento perdí la consciencia.

No me han quedado secuelas. No me acusaron pero tampoco recibí ninguna indemnización. He vuelto al desempleo. Sigo escribiendo. Creo que debo centrarme en lo sentimental, en la ficción de los sentimientos, la vida es demasiado real. Seguiré con este blog, ahora tengo más tiempo.

 



17 comments :

Tempus fugit dijo...

Hay que elegir: o valiente muerto, o cobarde vivo.

¿Seguro que ninguna secuela?


un abrazo

Angeles dijo...

Entre los posibles usos en los que tengo pensado invertir un pequeño capital, (De cuya procedencia mejor no hablar) se encuentran un lobotomizador de bolsillo, (para casos de desolación intempestiva) un ralentizador de latidos, (Dicen que son fantásticos para esos casos en los que sientes que se te escapa el corazón del cuerpo) y lo último, de lo que hablan mucho las revistas especializadas últimamente, un interruptor de quinta generación, (va con un pequeño mando incorporado, muy discreto, que te permite una desconexión absoluta en cualquier momento).

El problema son los portes y los permisos de aduana, pero en cuanto consiga el capital que me falta, ya no tendré motivos para no ser feliz.

Besos, (Para esto, los científicos no han conseguido todavía inventar nada que los pueda sustituir)

ybris dijo...

Interesante cambio de visión con este enfoque sobre cuatro cámaras fijas.
"Sin capacidad para intervenir en aquello que pueda ocurrir".
No otra cosa parece ser a menudo la vida de quienes acostumbran a mirar detenidamente.

Abrazos.

Nikté dijo...

Precisamente vengo de Aquí y si que me ha impactao.
No te has dao cuenta de que lo peor no es como se trataba a la mujer si no el mensaje subliminal?

"Dale a tu marido coñac y así, convirtiéndolo en un borracho, te hará feliz"

Y no te creas que va mu descaminao.

En otro orden está tu entrada de hoy, sublime que no subliminal.

Eres un genio cuando tratas la ficción, lo tengo más que comprobao.
Soy la que lleva el control de la cámara ocho-la cual no has mencionado- esta es la del mirón, el que lo hace en un acto de amor.

¡Qué romántica soy, leches!


Porque no se dibujar como se debe, que si no, ilustraría esta historia, es genial para un cómic.
Tú pondrías el texto y yo los dibujos y nos haríamos inmensamente ricos y famosos, como consecuencia de esto nos llamarían a los dos para la isla de supervivientes y allí pasaríamos los días comiendo coco y pescando tiburones.

Es genial no crees?
Eso de vivir

Nikté dijo...

Para tu tranquilidad, te diré, que si que se ve el reproductor, yo lo veo, bueno y algún que otro muerto.
Juas.

Buen lunes, Pedro

Pedro M. Martínez dijo...

De cenizas, seguro, algunos mareos por la mañana, siempre lo achaco al vino.
Hip. Un abrazo

Pedro M. Martínez dijo...

Con todos mis respetos petitapetitesa, ese lobotomizador que citas más bien parece un consolador de última generación. ¿Has leído bien el prospecto?
Por cierto, me has dejado una duda, los científicos ¿besan?
Yo sí, el mío para ti.

Pedro M. Martínez dijo...

ybris es que, en general, no tenemos demasiada capacidad para intervenir en “lo que pueda ocurrir”. Ocurre y ya.
Me voy a ver vuelos de pájaros. Abrazos.

Pedro M. Martínez dijo...

Nikté, descubrí ayer ese anuncio y flipé. No sé de cuando es pero tampoco ha pasado tanto tiempo. Qué sociedad, qué país, qué gente.

Tomo nota de tu ofrecimiento de colaboración ¿lo es?, ¿en serio? Tú dibujas, yo escribo. Ay, ya nos veo firmando comics en el cortinglés, pasando noches de amor y sexo en hoteles de lujo pagados por nuestro editor, viajando a la feria de New York, después, tú con un amante japonés y yo con una señorita de compañía que me cambie los pañales. Qué bien.

Vivamos, reina.

Por cierto, vaya flash, entro anoche en la página y no entran Youtube, ni algunas fotos, ni la música. Cuando vuelva a casa (después de la mina, a la noche) lo miraré con calma. Besos.

mirada dijo...

Eres genial.
Tu creatividad no tiene límites, ni tu imaginación tampoco.
Millones de besos.

Angeles dijo...

¿Acaso no es consuelo, (Por lo de consolador) lo que buscamos continuamente de manera compulsiva?

Consolarnos mutuamente, el auto consuelo, consolar a los demás, consuelo físico, mental, consuelo del alma. La poesía nos consuela, la música, la literatura, el arte, los consoladores, la belleza, la piel ajena, los sueños, la desconexión….

Vivir a palo seco es quizás lo más terrible y duro que existe, por eso inventamos continuamente nuevas formas de consuelo, de manera que vivimos pensando que la tristeza, la soledad, la desolación, el mal humor, la rabia…son enfermedades feas, vergonzosas, socialmente inaceptables, que necesitan ser tratadas y consoladas.
Y nos olvidamos que no solo son inherentes al vivir, sino que son necesarias para hacerlo.

Un beso (De regalo, no de consolación)

Pedro M. Martínez dijo...

No, mirada, solo soy trabajador.
La verdad es que el post de hoy podía haber quedado mucho mejor pero escribir es apenas una parte de lo que hago cada día y, la verdad, prefiero estar con otros que solo en casa escribiendo (que además de creatividad e imaginación requiere mucha dedicación). Este cuento requería más dedicación.

No te vi en el festival de Canes. Luis Tosar sí estaba.
Trillones de besos.

Pedro M. Martínez dijo...

Lo primero gracias por el regalo de tu beso petitapetitesa, lo acepto en todo lo que vale.

Miro por la ventana y luce un sol implacable, no hay ni una sola nube en el cielo, se caen los pájaros, los gatos buscan la sombra, los humanos se buscan y se pierden en proporciones no definidas.

Consolarnos, claro, en este lunes de mayo la vida brilla, he venido a trabajar con optimismo. Llamada telefónica: “la mujer de O. está muy grave. No pasará de esta semana”. Qué importa la cifra de ventas, el cliente X, los números, el programa, la facturación. Joder, nos morimos, no hay más.
Consolarnos, por supuesto, ay si nos contáramos. Me como el mundo (ja) pero busco consuelo en tantas, tantas cosas. Esta página misma es un consuelo, tus palabras de hoy son un consuelo, la voz que acabo de escuchar, la recepción a la que asistiré esta tarde (quizás lo cuente aquí mañana).

Me has hecho una faena, has abierto una puerta que suelo tener entornada. A ver quién me para ahora la cabeza (y, sobre todo, el corazón)

Ay, un beso (de corazón).
Ay.

mirada dijo...

Siempre nos decimos lo mismo,...
Que si: eres genial,
que si: no, soy trabajador...
que si, que si... que pronto lloverá de nuevo.
En Cans non. Pero ¿a qué viste os veraneantes animando a festa?
Este año escogí otro tipo de festival ;-)
Guapo, te adoro!

Shandy dijo...

Buena historia, Pedro: inquietante metáfora.
Que nos alimente el aire, lo raro es vivir y como dice Petitapetitesa "esas enfermedades" socialmente "inaceptadas" no son sólo inherentes al vivir sino necesarias. Pero no olvido aquel texto del Bartleby de Melville: “La felicidad busca la luz, por eso juzgamos que el mundo es alegre; pero el dolor se esconde en la soledad, por eso juzgamos que el dolor no existe”.

El Aquí es impactante. Te dejo esta otra perla:

http://es.youtube.com/watch?v=BhxQeJhtBWA

Un fuerte abrazo.

Abrazos

mabel g. c.© dijo...

Lo he leído varias veces, no es por hacerte la pelota y me ha gustado. Efectivamente, he visto las imágenes del Comic.
Has hecho bien, es mejor compartir el tiempo con tu gente, para un blog, la historia te ha quedado bordada.
Y estoy de acuerdo contigo, la vida es demasiado real, mejor la ficción, mucho mejor.
Te mando un beso desde el único escondite que encontré antes de la explosión, no puedo decirte dónde, es un secreto (a aullidos...).

 Mayte dijo...

Las secuelas son esas de maíz que tomas con leche y te alegran una mañana rápida luego de mirar bajo la mesa y ver encendidas las luces de paso, adelante, para terminar corriendo despacio hacía la puerta de la realidad cotidiana, con un beso sabor a leche tibia por recuerdo y las ganas queriendo regresar??

Ya desvarío y es Lunes...no tengo remedio. A ti seguro que no te lo han dicho, a mi si que soy demasiado triste, coñé no es mi culpa viene de familia! :p jejeje

Biko grandote Pedro, ahora que las cámaras parecen descansar. ;)

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