lunes, 31 de mayo de 2010

De cambios y realidades.

Devuélveme el golpe
y déjame ir
para volver
con una venganza más atroz, más enamorada.

(Gloria Gil Romera)


Has cambiado, cuéntame lo que quieras pero has cambiado.

Me siento y te miro, (léeme como si no me hubieras leído nunca). Quiero hacerlo como espectador, sin implicarme, sin emoción, como un científico. Intento quitarme de encima la ternura pero me cuesta, me doy cuenta que mi mirada no puede ser neutral.

Pero me concentro y te miro (léeme de forma diferente a como me has leído hasta ahora). Trazo líneas, hago cálculos, mido intensidades, me aproximo a tus círculos concéntricos, peso números, intento dejar tu figura bajo el microscopio. Es imposible, no puedo, tu intensidad de mujer rompe los pronósticos, tu luz desborda cualquier intento de encasillarte.

Ahora me levanto y sé que ya no me miras, que no me lees (no sé si me has leído alguna vez, sé que te has leído), que apenas resbalas tu mirada por mi intensa producción de textos, músicas, fotos, vídeos, poemas, blogs, correos. Tampoco me extraña, soy excesivo. Has vuelto a tu ritmo, a esa cadencia de regreso a tu propia vida, a reencontrarte, sin interferencias, sin ataduras, sin condicionantes.

Lo entiendo. Armonizar idiomas es complicado. A veces hablas en un complejo dialecto de las montañas y me pierdo en los matices de la oscuridad. Por otra parte tengo el traductor universal y leo donde no hablas, lo combino con lo que dices y sale un discurso complicado pero claro, entre lo que sé y lo que debería saber, entre lo que me has contado y lo que has callado. O sea, respeto. Me inclino, abro mis brazos, después junto las manos y te entrego mi respeto.

Sin saberlo, o sabiéndolo, hemos entrado en un territorio nuevo donde todo, o bastante, está sin descubrir. Antes de dar ningún paso te entrego la seguridad de qué, por mi parte, mi sentimiento amoroso hacia ti es inmenso, fuerte, cierto, grato, lleno de luz y alegría, bello, agradecido y sin límite de caducidad.

A partir de aquí andaremos o nos quedaremos quietos, esperando. Sea lo que será, no quiero perder nunca el privilegio de mirarte a los ojos y sentir que se me llena el corazón de dicha.

Ahora vuelvo a sentarme y te pienso (léeme hasta en los márgenes, como si me leyeras por primera vez).



Miquel Barceló

• CaixaForum Madrid, Paseo del Prado, 36. 28014 MADRID
• Hasta el 13/06/2010
• De lunes a domingo, de 10.00 a 20.00 h

CaixaForum Madrid repasará los últimos 25 años de trayectoria del artista en una gran muestra que permitirá al espectador vivir la experiencia pictórica de Miquel Barceló (Felanitx, 1957).

La exposición organizada por la Obra Social ”la Caixa” no sólo celebrará los logros de este importante artista vivo de talla internacional en los últimos 25 años, sino que sobre todo ofrecerá al espectador la posibilidad de entender el misterio, la adrenalina y la incertidumbre personal que implica el proceso creativo de Barceló.

Así, esta muestra será clave para poder experimentar de forma coherente y emocionante la obra de Barceló a partir de 140 obras, desde grandes telas creadas a partir del año 1982 hasta las más recientes, pasando por sus piezas cerámicas y escultóricas, sin olvidar las acuarelas, dibujos, pósters, libros y cuadernos de viaje. Todo ello permitirá subrayar el ritmo y la variedad de su trayectoria.

El objetivo de la muestra es que el público pueda vivir la obra de Barceló como una experiencia. Para ello, el artista se ha implicado directamente en la selección de obras, prestando algunas telas de su propia colección que convierten la exposición en un auténtico acontecimiento, y no tanto en una retrospectiva de su trabajo. El público descubrirá su respuesta enérgica al mundo material, su relación con la tradición, sus viajes —físicos y mentales, y a través del espacio y el tiempo—, el uso de elementos insólitos y su representación del mundo humano y animal. 


(si pueden )

¡No se la pierdan!

23 comments :

mabel g. c.© dijo...

Estimado Pedro:
No sé la causa, pero al leerte he entrado en una especie de dimensión extraña, como si hubiese hecho un viaje astral o me hubiese trasladado a una vida anterior.
Es muy bello esto que has escrito, tiene una carga emocional impactante... Que ella te lea hasta en los márgenes, como si no te hubiera leído nunca..., no pides poco aunque tampoco demasiado si tu sentimiento es correspondido. O el de tu personaje, vaya. Es lo que tiene escribir en primera persona, a veces confunde al lector y dificulta que distinga entre escritor y personaje.
Por mi parte, te leeré siempre como si nunca te hubiese leído, cada vez que abra esta página. Espero que ella también lo haga, el personaje, claro.
Besos, grabados al margen.

cristal00k dijo...

También me sorprendes siempre a mí. Y a muchos otros... anteayer lo hablaba con otro de tus lectores silenciosos.
Son muchas las veces que nos falta capacidad de comentario.
Me voy a leer de nuevo esos márgenes,
Besos Pedro.

 Mayte dijo...

Las líneas se marcan, las palabras se borran luego de ser leídas, los sentimientos se tatuan a fuego, mutan y se impregnan de ternura y devoción, de la tibia calidez, como la leche que bebes a sorbos con los pies colgando esperando por una galleta. Te desbordas como el primer beso de dos viejos amantes esperando el último tren antes de partir y te entregas a veces me temo sin saber a quien o por qué, ni para qué y la piel ajena de almas a distancia te poseen como huracanes llenos de promesas y estallan y todo lo arrasan y se te lee como si nunca y siempre hubieras sido parte de lo que es y no es, como esto que bien podría ser lo que parece pero no lo es...

Barceló es un mundo aparte, como decía el abuelo...uno mágico para el alma.

Bikiño extraño, porque para mi hoy ya es un día donde el corazón es una esponja húmeda. Bah.

mirada dijo...

Una fortuna muy grande para ambos, para todos cuando por fin hemos comprendido que cada día tenemos ante nosotros un ser nuevo...
También nos gusta leeros

Tinta de aterrizaje dijo...

http://tintadeaterrizaje.blogspot.com/2010/04/aterrizaje.html

Ya somos dos, que yo sepa, que recomendamos a Barceló. Me gustan sus intenciones de barro, me gusta como afarero de los lienzos.

A estudio se deberían poner lo que trasnocha la gente (o el insomnio) para comentarte. Quizás sea imposible leerte como si no te hubiéramos leído nunca.

¿Por qué no pruebas tú, que no mientes, a escribir como si nunca hubieras escrito? Quizás así te leeríamos como si nunca lo hubiéramos hecho.

Buen día, Pedro.

Nikté dijo...

Estimado Pedro

Le escribo desde las catacumbas romanas, aquí hay apenas hay luz pero puedo leer bien: la pantalla del book ilumina los pasillos.

No tenía ni idea de que Miguel Barceló era un mono.

Lo suyo de hoy ni fú ni fá. A ver si se me aplica un poquito más, que si no, no le pasaré la paga de la semana para que pueda ir a la disco.

Eso de dejarse llevar por los sentimientos como ha hecho usted en esta mañana calurosa de ¿verano?
-Cuando cambien la hora me avisas ¿vale? es que soy mu despista- estropea mucho el asunto, por eso no escribo, hasta que deje de sentir.


La que te lee hasta el dobladillo del pantalón.

Arantza G. dijo...

Descubriendo...como si fuera la primera vez.
Salgo por el margen del folio...
Besos

Pedro M. Martínez dijo...

mabel g. c., el escritor, por el hecho de serlo, ya es un personaje. Al menos tanto como el lector. “Esto me lo has escrito a mí” –me dicen-. Y sí, escribir en primera persona es puro egoísmo, incapacidad de ser otro, de contar como otro, una inutilidad de escritorcillo. Tampoco tiene demasiada importancia, escribir, leer, forma parte de intercambiar sentimientos y curiosidad, esperanza y caminos de vuelta. Te agradezco mucho que me leas. Y mi personaje, también. Ah, y Parker. Besos.

Pedro M. Martínez dijo...

El sorprendido soy yo, cristal00k, que alguien hable de mí (por lo que dejo en este blog, imagino) me deja alucinado.
Soy tan tímido que viviría detrás de un biombo. Me perdería muchas cosas, claro. Por ejemplo, hacer el amor detrás de un biombo tiene que ser aburridísimo (o no, sería cuestión de probarlo). De todas formas, es cierto, en los márgenes es donde dejo lo que no escribo (pero digo). Besos (un día me dijiste que me llamarías si venías a Bilbao. Avísame para que pinte el biombo)

Pedro M. Martínez dijo...

Tus comentarios últimos, querida Mayte, tienen una profundidad y una hondura que me emocionan. Digo los últimos porque compruebo que te has soltado, que desde un momento concreto te dejas llevar, abres tu capacidad poética y dices. Y qué bien lo dices. Muchas gracias. Va un beso.

Pedro M. Martínez dijo...

Sí señora, mirada, tienes toda la razón. Por las mañanas, cuando me levanto, me miro al espejo con curiosidad, ¿quién seré hoy? Siempre soy otro, nuevo, diferente. Mi psi dice que es un trastorno de personalidad, ¿qué sabrá él? Hoy, por ejemplo, al despertarme me he dado cuenta que no he dormido y que soy un hombre cansado, con la preocupación del 31 (de mayo) y con la esperanza de que solo nos quedan dos meses para las vacaciones. Justo entonces también seré otro. Mi psi dice que no debo dejar la medicación. No tiene ni idea de glup. Te dejo que me aprietan un poco las cadenas, voy a rizármelas.
(Ayer hablé con Manuel por teléfono, fue nuestro bautismo conversacional). Un beso.

Pedro M. Martínez dijo...

Tinta de aterrizaje, pareces una persona seria, reflexiva, acústica, sinfónica. Leo tus comentarios sin saber si vas o si vienes, curioso, escarbando entre tus líneas, agradecido.
Barceló, por ejemplo, no necesita recomendación. Te gustará o no (si es que no, tienen un problema) pero es un genio, está al otro lado, en otra dimensión.
Pero volviendo a tu seriedad, escribes bien, me gusta, te leo y me gusta. Te agradezco la atención de comentar mis pobres escritos.
Y ya que me sugieres algo, te contesto.
1. La rutina da seguridad (escribir cada día, comentar a las 12 cada día, trasnochar cada día, esas cosas cada día)
2. Leer es un ejercicio voluntario y que debe costar. Si se lee como quién lee no sirve lo leído. Hay que leer con ojos nuevos porque si no, se lee siempre lo mismo. Yo escribo siempre lo mismo por eso hay que leerme con ojos diferentes cada día. (Ya veo que hoy tienes los azules).
3. Aquí escribo y miento (mucho, las dos cosas, no hay otra forma). Si tengo tiempo y mi Musa está espabilada quizás algún día intente escribir como si nunca hubiera escrito (miedo me da que salga eso de “mi mama me mima”). Lo intentaré, te lo juro.
Te deseo un buen día (yo estoy cansado, un fin de semana con demasiadas actividades, debe ser la edad)

Pedro M. Martínez dijo...

Nikté vidente, lee:

En la última sala de la exposición -sobre paredes rojo pasión- cuelga el retrato de un gorila. Ya estuvo en el pabellón español en la pasada Bienal de Venecia. Entonces nos explicaba Miquel Barceló que era un autorretrato; siempre se ha visto «muy animal» el mallorquín, quizá por esa costumbre suya de pintar «a cuatro patas». El título de ese «sui generis» autorretrato, «La solitude organisative» -creado sobre restos de la pintura que cayó de su polémica cúpula de Ginebra-, da título también a la exposición, que repasa 25 años de trabajo (1983-2009) en CaixaForum Madrid.

Posiblemente Miquel Barceló sea un mono. Estate segura que yo sí lo soy, un mono mediano, un orangután entretenido, un primate sin pulgar, un animal que te mira desde detrás de las rejas de un zoológico de Córdoba. No me extraña que lo de hoy sea ni fú ni fá, los monos escribimos así, al tran tran, según sentimos (la necesidad de nifunifanear).
Ha cambiado la hora, aviso, es la hora de dejarse de rollos y ser. Seamos pues (en cuanto de despiste el vigilante me escapo).
Pues eso, que sí, que tengas cuidado con el dobladillo, hoy los levo cortos.
Beso los dedos de tus pies caminantes.

Pedro M. Martínez dijo...

Ya, Arantza G., te sales tanto por el margen que me tienes aquí preocupado ¿Qué le pasará a esta dama?, que como eres tan intensamente viajera lo mismo te has quedado en una estación de tren, en un cruce de aviones, en una estación de autobuses, lejos de todo. Yo qué sé. Besos

mirada dijo...

Benditos los dos...
jejejeje

Pedro M. Martínez dijo...

Amén, , amén.

Anónimo dijo...

Te miro (y te leo) y me miras,…. me miras con precisión, con cariño, con profundas ganas, como si no hubieras visto nada igual.
Dejo de mirarte (y de leerte) porque no puedo sostener tanta pureza hacia mí, tanta generosidad ilimitada, tanta belleza, y si, me leo, porque lo que sí tengo de ti son las letras que has dejado escritas en mi piel.

Un besazo. Brillante tu escrito. Y Miquel Barceló un genio.
Paula

virgi dijo...

En mis círculos concéntricos notaba yo un algo...no sé, un cuerpo nuevo, una viveza diferente, un calorcillo, una sonrisa, una fina ironía, unas parrafadas que no eran las mías, una lucidez impropia...¡ah, andabas cerca! Ahora lo confirmo.
¿El qué? La maravilla que eres, besos, también en tus márgenes.

Tempero dijo...

Pedro, tienes una página como el que tiene un semillero continuo. Lo sabes. Lo de las 300000 superadas visitas indican lo, al menos, inquietante que es. Alimentas, alimentamos, alimentas, alimentamos, así como un tenis literario. Pero el éxito es el mantillo que echas. Es muy reconocible, como el mío. Quizá mi mantillo tenga más moho que el tuyo, quizá en tu mantillo el poder de germinación tenga mayor porcentaje que el mío.
Leerte de forma distinta es como pedirme que vuelva a nacer. Sabes que no. Sabes que tendrías que cambiar tú tambien de registro. Y nosostros somos inquietos, disfrutamos y no somos profesionales.(Y que conste que no te he dicho nada nuevo.)

Un abrazo, Pedro. Y nos veremos.

gaia07 dijo...

¡¡Qué embrujo!!

Has conseguido hacerme levitar.
Estremecida y dichosa no quiero moverme, no quiero entender nada y perder la levedad de este yo en este instante…
no comento más, he de leerte otra vez para seguir embrujada…

no dejes de ser excesivo, no…

Shandy dijo...

Pedro, no sabría decirte si esta lectora te lee de forma diferente, si lo hace de forma adecuada, si se lee, te lee o se va fuera del tiesto. Lo que sí sabe es que la emocionas. Este texto es bellísimo. Qué importa que se repitan motivos o temas, acaso no ocurre a lo largo de la historia de la literatura: el amor, el desamor, el paso del tiempo, la náusea, lo raro de vivir, el peso o la insoportable levedad...
Eres un venero de palabras que producen intensas emociones. Unos días más y otros menos. Hoy, especialmente
Gracias y besos.
(Y nunca perder la ternura, que tiene tanta fuerza).

Carmen dijo...

Le asusta verte por dentro, por eso nunca lee tus márgenes en ayunas. Aprendió a encontrarte entre líneas no escritas y en letras blancas, aunque te disfraces cuando te desnudas. Te lee mejor que nadie, y aguarda a tener el valor suficiente.
Seguro.
Besos de temporal.

cristal00k dijo...

Eeeeh... si hablas en serio, vas a tener que comprarte ese biombo a no tardar... pero para tomar un café, casi mejor "sin" no?. La verdad es que voy ahí con una cierta frecuencia.
stupidwoman11@hotmail.com
Tú dirás.
Abrazos.

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