sábado, 3 de octubre de 2009

Del otoño y la fidelidad.

Ana María Matute considera que escribir es “siempre una forma de protesta”, no necesariamente política o social, a veces “contra uno mismo”, y también una manera “de decir las cosas que todos sabemos y, si no sabemos, intuimos”




Por si no lo recordaban, ya ha entrado el otoño. Aquí.
Es curioso, en algunos ahí, en cambio, ha entrado la primavera.
A veces, gracias a la técnica aeronáutica, he pasado de estación a estación en unas pocas horas. Débil límite entre ahí y aquí. ¿Será lo mismo? ¿Estaremos en un solo aquí con diferentes estaciones, sensibilidades, lenguas, colores, sabores, razas, etc?

Quise contarlo antes, pero con eso de las colaboraciones lo he ido posponiendo. El sábado pasado estuve invitado en una boda, magnífica, por cierto. Deseo mucha felicidad a los contrayentes.
Todo salió perfecto y fue una reunión hermosa, llena de concordia y momentos agradables. Como curiosidad, durante la ceremonia el oficiante repitió muchas veces la palabra fidelidad. Quizás sea normal -no me invitan a demasiadas bodas, ni siquiera me invitaron a la mía- pero me llamó la atención.

Fidelidad. Eso dio lugar a que durante la cena, antes, después, en algunos grupos se hablase de ello, ser fiel, qué es, como lo entiende cada uno, etc. Felicidad. Fidelidad. Falsedad. Lealtad. Mentiras. Verdades. Esas cosas.
La mayoría asociaba fidelidad con lealtad. Es decir, entre otras cosas, que si tu pareja se acuesta con otra persona debe contártelo al llegar a casa o a la mañana siguiente como muy tarde. (El asesinato de tu pareja, o no, depende ya de cómo te pille en ese momento).

Otros asociaban fidelidad con honradez, confianza, amistad, compañerismo y otras virtudes que adornan a los seres humanos. Es decir que la infidelidad era más cosa de dentro que corporal (aquí me enternecí). Algunos, osados, llegaron a decir que la fidelidad es algo profundo, íntimo, que tiene más que ver con el compromiso adquirido, con lo moral y que no (sólo) tiene que ver con que tu pareja se acueste con otra persona, que también, que, hombre, que sí, pero no solo, vaya, que si es un calentón, un aquí te pillo aquí te mato, que quizás. (En las bodas, con el cava, se miente mucho, incluso se dicen tonterías. Con el cava y con el disimulo).

Muchos no decían ni pío, asentían, movían la cabeza en círculos, guiñaban un ojo, sonreían, se ponían serios, negaban con gestos, estaban ahí, herméticos, sin mojarse. En algunos temas muchos no se mojan nunca. Conozco personas vírgenes de mojadura, nunca han dado una opinión en público, nunca se han significado (conozco a muchos hipócritas). Luego, con la música, nos pusimos a bailar y dejamos el tema, fuimos todos fieles y felices. A las señoras y señoritas les dolían los pies por los tacones y a los señores y señoritos nos apretaba el nudo de la corbata. Alguno quiso saltarse las normas y –que yo sepa- no hubo manera, con lo que seguimos siendo fieles y nos fuimos a la cama, solos o con nuestra lealtad. Ejemplar.


Ah, conclusión: que la única infidelidad -digan lo que digan, con cava o sin ella- es que tu pareja folle (etc) con otro/a y que tú te enteres (aunque seas el último/a en enterarte). Admito opiniones.



(pinturas de PetrusVan Schendel)


37 comments :

Arantza G. dijo...

¿Es infidelidad mantener relaciones con tu pareja y pensar en otr@?
¿O solo es infidelidad si esta la produce el cuerpo?
Con este tema puedes abrir un foro, ja,ja.
Buen fin de semana
Besos

LA ZARZAMORA dijo...

Ufff, a estas horas me vienes con este temita. Mejor vuelvo en otro momento..sonrío.

Si yo te contara jajajj

Besos.

Conste que no he bebido ni cava ni nada.
Vuelvo mañana, como dijo el Larra.

YoSusan dijo...

¿ Te acuerdas de aquello que decía; con el pensamiento, palabra y obra ?
Pues ese es el curso de la infidelidad incluso para un agnóstic@:
Empiezas con el pensamiento, le sigue el acercamiento con la palabra y si te acercas mucho, ¡Zass!, la obra.
A mi de esas charlas casuales y espontáneas lo que más me gusta es descubrir al infiel entre los participantes, dime ¿ cuántos se aflojaron el nudo de la corbata o cuántas se agacharon a colocarse los zapatos ?
Y esos que dices tú, los "inmojables ", los que encogen el labio superior en un mohín forzado mientras piensan "Yo calladit@" o " A ver cuando traen el postre".
:)

 Mayte dijo...

Yo fiel a mi misma y de ahí parte el resto. Mi abueno decía algo que siempre me gustó, que cada cual haga de su cuerpo y su alma lo que desee, si es capaz de vivir con las consecuencias.

Bikiños de puntillas, bonitos días Pedro.

ybris dijo...

A mí me llamaría infiel un sarraceno o incluso un católico, pero mi pareja no.
Debe de ser que tengo asquerosa fidelidad hacia aquellos de quienes me fío.
Buen tema de otoño,Pedro.
Ya vez que me he mojado.

Abrazos.

Pedro M. Martínez dijo...

Arantza G., mantener relaciones con tu pareja y pensar en otr@ es, sobre todo, triste.
Más que infidelidad me parece una putada para los dos.
Hay tiempo para todo, lo mejor es disfrutar de ese momento con tu pareja y después repetirlo con ese otr@.
Puedo abrir un foro con el tema pero nadie será sincero.
Buen fin de semana
Besos, muchos

Pedro M. Martínez dijo...

Ya eva-la-zarzamora, a estas horas o a otras no me lo contarás.
Las infidelidades, si se cuentan, ya no lo son, pasan a otra categoría. Las infidelidades son íntimas, secretas, se llevan en silencio (y mira que cuesta ¿eh?)
Pero como de estas cosas, como de casi todas, no tengo experiencia, hablo (escribo) por lo que leo.
Besos.

Pedro M. Martínez dijo...

Pues YoSusan, a mí, visto lo visto, lo que me gusta es descubrir al fiel.
En esas reuniones el perro ladrador suele ser el menos mordedor y los/las discretitos que apenas sonríen suelen ser los que se llevan el gato al agua (pobre gato)
Ahora bien, de lo que dices, sí, es cierto, me fijé en los que se aflojaron el nudo de la corbata, claro, pero también me fijé en las que no llevaban corbata y se aflojaban otras prendas.
La infidelidad suele ser de dos (de tres o más es un tumulto), generalmente una señora y un señor (aunque esto podríamos ampliarlo y discutirlo) y cuando hay “uno” hay “otra”
Por cierto, en la boda, los postres fueron deliciosos.

Pedro M. Martínez dijo...

Vivir con las consecuencias Mayte, ahí está el tema.
Lo del alma se lleva bien, pero lo del cuerpo…
Aunque, ya sabes, lo que me cuentan que uno, como todo/as es puro como un lirio.
Buenos días y un beso.

Pedro M. Martínez dijo...

En primer lugar ybris. muchas gracias por venir. Nos tenías preocupados. No ves que se te quiere y tu silencio nos inquietaba. Eres un pilar y si no estás a todo este tinglado le falta un referente.
¿Ves? Si tu comentario de hoy es un ejemplo. No es que te mojes, es que en un tema que invita a la ambigüedad tú te tiras a la piscina vestido y todo.
(No entiendo como un poeta como tú puede ser fiel, tiene doble valor)
Pero como aquí no se viene a presumir te abrazo, aliviado por tu voz y te deseo un magnífico fin de semana

virgi dijo...

Ser leal y no ser fiel.
Ser fiel, pero no leal.
Amar a dos, a tres...y acostarte con ellos.
Sublimarlo todo, no amar a nadie y quedarte escribiendo posts...
Amar un sueño y quedarte en él: media vida juntos, sin nadie más.
¡Cuántas posibilidades y cuántas maneras de entender el amor y sus serpenteos!
Guiños y besos

Ventana indiscreta dijo...

La infidelidad como ese noble comportamiento de quien brama como habla. (En el buen sentido.)

Besos infidelísimos.

Pedro M. Martínez dijo...

virgi, admito pulpo.
Y todo (menos quedarme escribiendo posts)
Jajajajajajajajajajajajajaja
Ay, qué bonita es la vida
¡¡¡Viva!!!
Estamos vivos, es sábado, aquí, fuera, luce un maravilloso sol de octubre.
Me voy a disfrutarlo.
Os quiero.
(¿Es esto infidelidad?)

Pedro M. Martínez dijo...

Ventana indiscreta, he bramado.
En todos los sentidos.
Y fue el cielo y el infierno.
Qué más puedo decir.

(Perdona ¿y ahora?)
Ahora, como ya he dicho, me voy a disfrutar del sábado.
La vida es hermosa.
Un beso y dos susurros (se entienden?)

Ah, por cierto, mañana sales tú (muchas gracias)

LA ZARZAMORA dijo...

Que soy fiel, que sí. Al menos a mi palabra, que ya es, y aquí estoy.
Que sepas que hay infidelidades "a gritos" y el último que se entera es el cornudo-da de turno.
Siempre las he perdonado, vengan de donde vengan, hasta que te dan puñalada por la espalda.
Prefiero saber, hablando se entiende la gente, dicen. Y nadie es perfecto...

Un beso,Pedro y aprovecha el sol. Yo lo haré más tarde, que ahora dispongo de tiempo para estar aquí.
Otro beso, hala.

Shandy dijo...

Pedro, una buena novela para reflexionar sobre este tema (fidelidad, lealtad) es "El amor en los tiempos del cólera" Fidelidad y lealtad pueden entenderse o no como sinónimos. Y lo mejor es que sea la propia pareja quien establezca qué entiende por eso.
Para mí la cuestión es ¿Por qué se llega a la infidelidad? ¿Qué carencias puede haber? No es lo mismo un "calentón" que cuando alguien se cruza en tu vida y te cuestiona la relación con tu pareja.
Si tienes "un calentón" la penitencia es el silencio, dificilísimo de mantener (al menos lo sería para mí), porque la conciencia golpea y necesita descargar parte del peso en el otro (puro egoísmo). Otra cosa es que te cuestione la relación con tu pareja, esto ya es un tema mucho más complejo. En este caso,se debe de decir.

La moral católica nos enseña que se puede pecar de palabra, pensamiento, obra u omisión. Por eso entendemos que la infidelidad puede ir más allá de "poner los cuernos" físicamente. Pero cierto es que tocar la piel más íntima puede implicar, cuando hay algo más que sexo, una comunión entre dos personas, un mayor acercamiento, una complicidad.

Para mí fidelidad y lealtad no son sinónimos.Se puede ser leal a la pareja ( estar al lado de la persona en todo momento) y sin embargo no serle fiel.
La lealtad se matiene también con los amigos, los padres, los hijos... La "fidelidad" es una cuestión entre la pareja o la coherencia con uno mismo.

Todos quisieramos tener ambas cosas sin tener que pedirlas, sin exigirlas, simplemente porque salen de la otra persona sin esfuerzo.
Pero, ay, cómo entender al "Corazón loco"... A ver quien tira la primera piedra (sólo autorizados de quince a veinte, porfa)

Besos de corazón medio cuerdo y medio loco ( como el de todos, o ¿no?)

Tesa dijo...

Ser infiel a tu pareja es mantener relaciones sexuales con otra persona.
Pero deberíamos ponerle grados y medidas también a la infidelidad.
¿No es ser infiel andar tirándole los tejos a otra persona a espaldas de tu pareja? ¿cuele o no?
¿esa intención no es ser infiel?.
¿Y tener un contacto por internet, en la distancia, habitual, intenso y prometedor, mientras la churri o el pariente dormitan en el sofá, no es ser infiel?

Yo creo que en todas esas situaciones se es infiel. Pero no creo en la confesión y sinceridad a toro pasao. Así no se borra la mancha.
Si me ponen los cuernos, mejor no me lo cuenten. Prefiero ahorrarme el dolor.
Es mejor decir, aunque te pillen en la cama "esto no es lo que parece"

LA ZARZAMORA dijo...

Amar en tiempos del cólera, lo siento, pero es de una masturbación a largo plazo, que me pudo desde mi primera lectura.

Besos a todos.

fgiucich dijo...

Y ojos que no ven, corazón que no siente. Abrazos.

Pedro M. Martínez dijo...

eva-la-zarzamora, gato blanco o gato negro, lo importante es que cace ratones.
Creo que eso de la fidelidad es un invento para que no, algo que han inventado para jodernos los que no joden. O así (y perdona las expresiones)
Un día magnífico.
Un beso, fiel a mis finales.

Pedro M. Martínez dijo...

Ay, Shandy

" Terminaron por conocerse tanto, que antes de los treinta años de casados eran como un mismo ser dividido, y se sentían incómodos por la frecuencia con la que se adivinaban el pensamiento sin proponérselo, o por el accidente ridículo de que el uno se anticipara en público a lo que el otro iba a decir. Habían sorteado juntos las incomprensiones cotidianas, los odios instantáneos, las porquerías reciprocas y los fabulosos relámpagos de gloria de la complicidad conyugal. Fue la época en que se amaron mejor, sin prisa y sin excesos, y ambos fueron más conscientes y agradecidos de sus victorias inverosímiles contra la adversidad. La vida había de depararles todavía otras pruebas mortales, por supuesto, pero ya no importaba: estaban en la otra orilla. "

Gabriel García Márquez El amor en los tiempos del cólera


Cien años de soledad, como a muchos, me abrió una puerta a un territorio nuevo y bello, insólito, mágico. (Aunque no tanto como “Rayuela”). Todo fue ya diferente en mis lecturas.
Devoré a G. Márquez, enterito. Gocé. Pero no, me faltaba "El amor en los tiempos del cólera". Lo leí un tiempo después, entre suspiros, en un tiempo de cólera (quizás por eso lo sentí tanto, tan adentro)

Ya, vayamos con la fidelidad.
La moral católica nos ha enseñado tantas cosas que lleva toda una vida desaprenderlas.
No sé cuantos millones de seres humanos estamos en el mundo. Pretender estar toda la vida con el mismo/la misma al lado es un desperdicio.
Bienaventurado quién lo consiga.
(Aprovecho a escribir todo esto porque sé que la misma no me lee. Jajajajajajaja)

Hace un día maravilloso, estoy contento, te beso junto al Miño. Mucho. Guapa, tengo que volver por ahí.

Pedro M. Martínez dijo...

Así, Tesa, tajante Ser infiel a tu pareja es mantener relaciones sexuales con otra persona. Sí señora, eso mismo es.
Lo de tirar los tejos, las intenciones, los contactos por internet…venga, venga, no nos pongamos estrechos.
¿Es ser infiel masturbarse pensando en alguien o viendo fotografías de otros/as?
Quería buscar una cita de Juan Pablo II sobre mirar a la propia esposa con deseo pero me da pereza (por cierto, a la esposa, como si la esposa no mirase nunca la esposo con deseo)
Esto no es lo que parece, no sé qué hacen estos comentarios en el blog.

Pedro M. Martínez dijo...

eva-la-zarzamora, ¿otra vez? Pero ¿vives aquí? Amar en tiempos del cólera es una buena forma de pasarlos (total al final te mueres)

¿Besos a todos? hala, exagerada.

Pedro M. Martínez dijo...

fgiucich, exacto.
Por eso a veces apagamos la luz.
Abrazos.

Pedro M. Martínez dijo...

Magnolio impaciente, no te lo crees ni tú.
Saldrá en su momento, aguanta los nervios, el pánico escénico.
¿Será posible?
Parisina

elena clásica dijo...

Empieza calentito el otoño, ¿eh? Cuando uno está bien servido o servida, y lo correspondes con creces, seguramente el deseo arde con la llama en el lugar adecuado, el que a uno le hace feliz.
Si la vela se descuida y no se enciente... el ser humano sexual por naturaleza, o enferma o da cumplida cuenta de las leyes naturales. Ahí sí podría hablarse de honestidad quizás: quememos nuestras vísceras de amor y deseo cuántas veces podamos, sin necesidad de engañar a nadie.
En todo caso a mí se me viene a la cabeza el final de la película de Kubrick, "Eyes swide shut", la saludable recomendación de la chica al marido cuando éste está asustado de su mujer y de sí mismo ante las infidelidades de ambos. ¿Qué pueden hacer? La contestación de ella es genial, ¿no? (No soy timorata, pero no sé si procede el escribirla, ja, ja).
Besazos.

Pedro M. Martínez dijo...

elena clásica (no te escandalices), exactamente ella le propone follar, lo que me parece muy saludable, dado que se han pasado la película atormentados por ese Kubrick genial que les lleva de sueños a camas, de tentaciones a orgías (¿imaginadas?).
Uno cree que se conoce bien, sus inclinaciones, sus gustos, sus goces. Con ingenuidad cree conocer también los de su pareja(al fin y al cabo ¿no es una obligación de los esposos?), y así va y vive y está tranquilo en sus límites (es decir, limitado)
Pero, ay, cuando uno/a, un aciago (¿seguro?) día descubre lo oscuro, lo que estaba escondido en ese yo profundo que también, sin saberlo, somos y se pierde en epidermis y suspiros, en los pliegues de la carne, se aventura en otra piel, desconocida, la toca, la acaricia, la besa, la manosea incluso, quiere conocerla de arriba abajo, entonces el corazón y la mente y el horizonte de la fidelidad se pierde según la tierra, ese nuevo mundo, gira. Y llega la noche y hemos sido otros y nosotros y no sabíamos que ahí, tan dentro, vivía esa pasión, esas sensaciones, ese desparpajo, esa naturalidad de mirase desnudos y que no se rompa el cielo (de momento).
Esto…perdona…no recuerdo de qué estábamos hablando.
Es que, mi querida poeta, eso que le propone el personaje femenino de Kubrick a su marido es, además de lúcido, sencillamente delicioso.
¿Ves? Yo no me atrevo a los besazos.
Pero te beso esos dedos que escriben tan bien.

pepa mas gisbert dijo...

Escribí una vez en otro blog "Mi cuerpo es infiel, mi Alma fiel" en un poema y no veas la de comentarios bruscos que tuve, desde entonces decidí no contestar nunca a comentarios, que cada cual piense y diga lo que quiera, yo tambien lo haré, quizás en aquel verso tampoco hablaba de mi, ¿quien sabe? ni sabrá.
Un abrazo

Magnolio dijo...

Claro que es posible. El relatillo que te envié trata - precisamente -de lo que aqui se trata y me ha parecido oportuno publicarlo aquí, hoy,como un comentario más.

Pero en fins, es tu blog, ya, así que:

"Fiel, se aplica a la persona cuyo comportamiento corresponde a la confianza puesta en ella o a lo que se exige de ella: el amor, la amistad, el deber, etc." (Maria Moliner).

Por lo tanto, cualquier duda, que cada cual la consulte con su prójimo/a.

- ¿Cariño, te importa que te ponga los cuernos, de palabra, obra, o internet?

Si su respuesta (verbal o tácita) es que sí, que le importa, pues ya está: si los pones eres ¡¡¡INFIEL como la copa de un pino!!! y no mareemos la perdiz, o sea al diccionario.

Pedro M. Martínez dijo...

Un favor mi nombre es alma ¿dónde puedo leer ese poema?
¿Comentarios bruscos? Es que hay gente pa´too.
Y sí, ya, aquí todos hablamos entre el sí y el no
Me da que la mayoría solo hablamos
Un abrazo

Meri Pas Blanquer (Carmen Pascual) dijo...

Seré infiel una mañana de otoño, lo sé,
está escrito en el vidrio donde golperá la lluvia incesante que me buscará lasciva.
Seré tan infiel, que hasta los muertos se sentirán traicionados
cuando se retuerzan al escuchar mis jadeos constantes
ininterrumpidos resuellos
que han de mover la tierra ese día, esa mañana de otoño.

Pedro M. Martínez dijo...

Lo que se exige de ella, Magnolio, esa es la putada, que todo el mundo nos exige, todo el mundo tiene derecho a exigirnos el sagrado deber. Hasta María (Moliner)
Y si consultas a tu prójimo/a no es que seas infiel, es que eres tonto/a, del culo además.
O sea tontolculo.
Y la fidelidad pasa también en que si confías a otro cualquier cosa (un relatillo, por ejemplo) y luego lo divulgas antes, de tapadillo, pues como que no, que no se hacen así las cosas, coño.
Que si no lo quito y santas pascuas.
Pero qué sé yo, cada día entiendo menos algunas cosas.
Señor, señor.

Pedro M. Martínez dijo...

Pues sí que lo vas a pasar bien carmensabes, tú has escrito este comentario para dar envidia. A los muertos y a los vivos.
Es que a mí los jadeos y los resuellos es que me ponen…ni te cuento.
Ay, y es sábado por la noche

gaia07 dijo...

No nos engañemos, por favor.
La pareja que celebra un matrimonio o un compromiso, en el que la fidelidad es parte del mismo, es evidente que se expone a ser infiel. La forma es lo de menos.

Si te vinculas por un contrato, matrimonial, laboral, económico, a otra persona, tienes la obligación de cumplir todas sus partes. Lo que ya me parece de una tristeza supina es que gente que está aprobando, colaborando, atestiguando dicho contrato se ponga a discutir sobre cuando se puede o no se puede incumplir una parte del mismo.

Si no eres capaz de llevar a buen fin un compromiso sencillamente no te comprometas.
Vamos que te asocias con otra gente o te financia un banco, y pronto te van a dejar que de vez en cuando y sin deshacer la sociedad, te gastes parte de las pelillas en un viajito de nada a Punta Cana.

Y si eres cabal saca del compromiso la fidelidad. No puedes decretar amar por siempre a uno/a.
Es de dementes, el tema de la posesión es el trabajo personal pendiente de toda la humanidad.

Pedro M. Martínez dijo...

Ah, se siente gaia07, no haber firmado.
En lo bueno y en lo malo, en la salud y en la enfermedad, por los siglos de los siglos,
Amén.
Lástima de poca memoria, de cursillo de fin de semana en Almería, de Chati, que me tengo que quedar en la oficina, ya sabes, el cierre, de amnesias temporales ( a veces de años), de que estamos hablando de seres humanos, imperfectos, débiles, mortales, yo qué sé.
Lo que no quita para que te abrace en esta mañana de domingo con absoluta fidelidad a nuestra amistad.

Magnolio dijo...

No, a lo primero: el diccionario no exige nada, sólo nombra.

Si, a lo segundo: me guste o no la palabreja, tienes razón, he sido infiel a un compromiso, pero de tapadillo nada de nada(ahí estabas tú). Con torpeza, eso sí y te pido disculpas.

matrioska_verde dijo...

Creo que todos somos infieles por naturaleza, es la cultura, la educación, la que nos mantiene fieles, simplemente.

El instinto humano primitivo (si lo dejásemos) nos llevaría en todo momento a querer probar cosas nuevas y con personas diferentes a las habituales.

De hecho en otras culturas el tema de la fidelidad o no de la pareja no es tan importante.

biquiños,

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