sábado, 18 de octubre de 2008

Hoy no escribo


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Por lo demás, Vaudesquin, observador modesto, pero tan sagaz, de los desfallecimientos morales entre los soldados del Imperio, resumió, ya en 1802, observaciones de ese género en una memoria, hoy clásica, si bien injustamente despreciada por nuestros estudiosos actuales, en la que notaba, como digo, con mucha exactitud y precisión, crisis llamadas "de confesión", que sobrevienen, señal exce­lente, al convaleciente moral... Nuestro gran Dupré, casi un siglo después, supo establecer a propósito del mismo sín­toma su nomenclatura, ahora célebre, en la que esta crisis idéntica figura con el título de crisis de "acopio de recuer­dos", crisis que, según el mismo autor, debe producirse, cuan­do la cura va bien encauzada, poco antes de la derrota total de las ideaciones angustiosas y de la liberación definitiva de la esfera de la conciencia, fenómeno secundario, en resumen, en el curso del restablecimiento psíquico. Por. otra parte, Dupré, con su terminología tan caracterizada por las imá­genes y cuyo secreto sólo él conocía, llama "diarrea cogita­tiva de liberación" a esa crisis que en el sujeto va acompa­ñada de una sensación de euforia muy activa, de una recuperación muy marcada de la actividad de comunicación, recuperación, entre otras, muy notable del sueño, que vemos prolongarse de repente durante días enteros; por último, otra fase: superactividad muy marcada de las funciones genitales, hasta el punto de que no es raro observar en los mismos enfermos, antes frígidos, auténticas "carpantas eróticas". A eso se debe esta fórmula: "El enfermo no entra en la cura­ción: ¡se precipita!". Tal es el término magníficamente des­criptivo, verdad, de esos triunfos en la recuperación, mediante el cual otro de nuestros grandes psiquiatras franceses delsiglo pasado, Philibert Margeton, caracterizaba la recupera­ción de verdad triunfal de todas las actividades normales en un sujeto convaleciente de la enfermedad del miedo...
(Viaje al fin de la noche – Louis-Ferdinand Céline)




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Hoy


no escribo




he salido a recolectar.


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Se aceptan limosnas.
Aunque sea mentira.






22 comments :

Tempus fugit dijo...

Pues yo no te leo, ni te comento, ni...trato de Chile.

:(

mjromero dijo...

¿y qué vas a recolectar? ¿setas, manzanas, uvas, estrellas, palabras, veleros...?
Aún recuerdo el cuadro del bosque rodeado de ocres.. y luego una rosa, si recolectas rosas que sea sin espinas.
Un beso.

Pedro M. Martínez dijo...

De cenizas:

Nitrato de Chile, sólido cristalino compuesto por nitrato de sodio, NaNO3. Se encuentra en las grandes superficies de Sudamérica (especialmente en Chile) en estratos con espesores que varían entre los 15 cm y los 3,6 m. Los estratos aparecen entremezclados con arena, depósitos de yeso, cloruro de sodio y otras sales. El nitrato de Chile puro cristaliza en el sistema romboédrico formando cristales blancos semejantes a la calcita. Su dureza varía entre 1,5 y 2, su densidad relativa entre 2,24 y 2,29, y presenta una segmentación romboédrica perfecta. Es delicuescente, es decir, absorbe agua de la atmósfera, humedeciéndose y disolviéndose gradualmente. Se utiliza como fertilizante y para fabricar ácido nítrico y salitre, menos abundante.

Te envío dos kilos, para tus macetas.

Pedro M. Martínez dijo...

Te lo voy a decir alfaro:

Mirlos.
Piel.
Máscaras.
Labios, lengua, boca.
Frutas
Sombra
Mar
Lectores.
Este poema de Gamoneda

Estoy desnudo ante el agua inmóvil. He dejado mi ropa en el
silencio de las últimas ramas.
Esto era el destino:
llegar al borde y tener miedo de la quietud del agua.

mjromero dijo...

Lo de los mirlos lo entiendo, lo de la piel también, pero las máscaras para qué las necesitas, hasta es mejor estar sin rostro que con demasiadas máscaras,
Gamoneda lo dice, al final uno siempre está desnudo.

Sol - Estaré siempre dijo...

Hoy no entiendo nada... parece una guerra interna o que?? Bueno de todas maneras pase a saludarte... Besotes y feliz finde!!

Pedro M. Martínez dijo...

alfaro, es que esto va de escribir, cariño.
Y de que te lean.
Y si no, no.
Conozco a un bloguero que puso su fotografía en la cabecera de su página y paulatinamente disminuyeron las entradas. ¿Casualidad?, no lo creo.
Hace poco envié una fotografía a una escritora/ lectora que me escribía varias cartas a diario y ya no sé nada de ella.
Y es que los feos necesitamos mascaras (me han llegado a tirar piedras en algunos pueblos, me han echado los perros, un horror)
Y el plural es que con una sola al final te conocen.
Gamoneda es un magnífico poeta.
Y de eso se trata, de estar siempre (o a menudo) desnudo. Si uede ser en compañía, mejor.
Vaya, que tengo un sábado salao.

Pedro M. Martínez dijo...

Aquí no hay guerras, SOL, quita, quita, demasiadas guerras hay.
Aquí solo hay buen humor y amor del bueno.
De vez en cuando algún acierto y muchos intentos (casi 600), es decir trabajo, es decir ilusión, es decir ingenuidad.
Pero no sabes cómo (me) disfruto.
Te deseo lo mismo, un buen fin de semana
Y besos, elaborados.

AlmA :) dijo...

De nada...

he llegado, he leído y creo que tengo algo que decir...la enfermedad del miedo es esa que no te deja ver más allà del escalofrío pánico... esa que te roba las palabras sonrientes... las idéas ingeniosas y los soplos de aliento..


los bordes son siempre inquietantes... a ves mágicos... otras....escalofriantes...

un saludo

mjromero dijo...

Pues, eso, va de escribir... y de leer.

No entiendo el traspaso de esas líneas de intimidad, ni de encantadores de serpientes,
y qué ingrata esa mujer poeta...
Como no entiendo mucho de esto paso...

Espero que por aquí no haya perros y menos sueltos, ni encantadores de serpientes, ni demasiadas mujeres ingratas ni hombres,

Sólo espero encontrar un poco de "belleza" y suelo encontrarla en las palabras, en los colores, en los sonidos...
y tampoco me parece mal esa figura sin rostro.

Pedro M. Martínez dijo...

AlmA :), esto…
No pillo.
En alguna parte entre el miedo y el borde me he quedado de un aire.
No recuerdo haberte dado las gracias, ni recuerdo tenerla, ni ná de ná.
Bueno ¿Qué es lo que querías decir?
un saludo

Pedro M. Martínez dijo...

Pues nada alfaro, es lo que tiene.
La belleza está en los lugares más insospechados.
Por ejemplo, hoy he dejado un post de transición, de juego, de ensayo de otra forma de expresión, una travesura. Entre otras cosas porque no puedo escribir cada día pero me place estar aquí cada día.
Y he aquí que cuando solo esperaba un sábado tranquilo aparece la Belleza: tú.
Y es que recibir tres de tus comentarios es una belleza y un lujo.
Debo decirte que al contrario que mi amigo no encabezo la página con mi fotografía por no romper las estadísticas (por arriba) y que, además, cuando he conocido a alguien de este medio ha sido el descubrimiento de América, que alguna ingrata esa mujer poeta hay, que mi sentido del humor a veces no sé transmitirlo, que sonrío continuamente mientras comento a quién me comenta, con alegría pero con respeto, que las ilustraciones que acompañan mi post remiten al surrealismo, que algo de eso hay, que deseo que tengas un buen sábado y que disfrutes lo que queda.
Y que beso tu mano.

gaia07 dijo...

Todo bebe nace valiente, no conoce el miedo. Cuando crece se le inculca porque así resulta más manejable. Y algunos terminan convirtiéndose en enfermos suyos.
¿Cuál es la dosis que serviría para su autoprotección sin causarle trauma?
Algunos acertamos, otros no. Andamos con la bureta midiendo cantidades de esto y de lo otro, hasta conseguir lo que para nosotros, a ojo de buen cubero, resultaría lo adecuado.
Espero que el fin de semana te sea provechoso y encuentres todo lo que necesites para darnos las dosis adecuadas a nosotros, que ya andamos algo creciditos.

Por cierto y cambiando el tema, puedo decir y digo que de feo nada guapetón ¿O pretendes impresionar a las mujeres cuando te vean al natural? Pues lo siento, será a las que no lean esto jeje.
Un abrazo sin miedos.

Pedro M. Martínez dijo...

gaia07, a veces no entiendo nada.
No sé a qué viene esto del miedo por aquí, miedo por allá.
¿Tú me imaginas con miedo? ¿He escrito algo sobre eso? Me lío

Te deseo un sábado y domingo de lujo.
Mi sábado está siendo genial (y lo que queda).
Sobre fealdades, la verdad, a estas alturas hay características que me parecen más importantes.
Un abrazo a lo loco.

gaia07 dijo...

Por supuesto que no te imagino con miedo. El texto de Ferdinand me ha llamado la atención. Incluso me he puesto a escribir un comentario y casi hago una tesis, me ha tocado empezar de nuevo.

Tú estas genial, y otros estamos a nuestro rollo jeje
Sigo en el abrazo guapetón.

Anónimo dijo...

Caray... no se os puede dejar solos. Menos mal que hoy estamos a dieta de lectura, el volumen de comentarios, rompe la estadistica!!!!!!Define "genial"? Yo puedo definir "trancazo". Feliz final de sábado. Bicos

Marina Culubret Alsina dijo...

No sé cuanto tiempo m he quedado observando los pececillos de colores (oye, está muy bien conseguido...!) intentando no hacer caso a la parte racional que seguro ya empezaba a encontrar una lógica matemática de movimientos, una secuencia..algo. Pero no. He conseguido mantener el raciocinio a raya y luego, después de unos minutos, he visto lo de "pica", y ahí ya ha estado lo más bueno.

Cuando era pequeña mi abuelo tenía en la huerta una piscina de obra que utilizaban para regar. Llena de hojas y peces, ahí yo metía las manos con trozos de pan o tomate muy maduro entre los deods, y eso mismo, "picaban", pero sobre todo, besaban.

Retroceder en el tiempo, por sorpresa, y hacia los momentos dulces de la infancia, eso sí que es un regalo.
Gracias.

Un abrazo,

Pedro M. Martínez dijo...

…verdad triunfal de todas las actividades normales en un sujeto convaleciente de la enfermedad del miedo...
Mis disculpas gaia07, la verdad es que no sabía a qué demonios venía eso del miedo. Ahora leo el final del Céline y me aclaro.
Comencé a leer ese Viaje al fin de la noche y llegué a la página 100, no podía con él. Después en un viaje a República Dominicana me lo devoré debajo de las palmeras, me pareció un libro magnífico. Me ha ocurrido con otros libros, que he necesitado un viaje – es decir paz- para saborearlos. Celine es un personaje contradictorio pero un gran escritor, rompedor en su tiempo.
Abrazos y/o besos.

Pedro M. Martínez dijo...

¡Otra vez! Lobito, se me están terminado los argumentos.
Me parto el alma en mis escritos y ploff, dejo hoy una faena de aliño y me hincho a comentar los comentarios.
Recupérate, está el tiempo revuelto.
Besos.

Pedro M. Martínez dijo...

marina, la infancia es un territorio (que no recuerdo quién lo decía).
Suelo tenerla presente para no olvidar quién soy ahora (aunque esté tan lejana).
Me ha gustado tu comentario. Gracias.
¿Qué tal el concierto?
¿Sabes que conocía esa “Santa María de Iquique en la versión de los Fronterizos?
Gracias.

Un abrazo,

AlmA :) dijo...

Cuando haces un comentario: aquí arriba donde pone haga su comentario, pone: Gracias por su comentario...
y ayer yo estaba gris como el día y espesa... :P

pues empecé diciendo: de nada... :)

acaba el trocito de artículo diciendo: la enfermedad del miedo...
y escribí casi sin pensar...
Espero estar más acertada hoy...

un saludo

Pedro M. Martínez dijo...

Ah, AlmA :), muchas gracias por la aclaración.
A veces me pierdo, no entendía lo de gracias ni lo del miedo.
Por supuesto muchas gracias por tus comentarios, digas lo que digas.
un saludo y feliz domingo.

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