jueves, 2 de octubre de 2008

Carta a J. bajo un magnolio.

El que no posee
una sombra en su interior
una Sombra a la que uno pueda retirarse
de la multitud humana
una Sombra, una penumbra, un manantial secreto
que murmure pacíficamente
un Manantial cuyas aguas curen
la fiebre del alma
se encuentra desamparado en el desierto,
cegado por el sol,
condenado a creer
en todo espejismo
y la arena del desierto cambia
constantemente de forma,
la ciudad, desaparecida del mapa,
seguirá igual de alejada

El que no posee
una Sombra, una penumbra, un manantial secreto
un Manantial cuyas aguas curen
la fiebre del alma

Desgraciado aquel que no tiene una Sombra en su interior

Arto Melleri
(Traducción de F. J. Uriz)


Niña bonita inmune al tiempo, que se le sientan al lado, enfrente, escritoras llenas de manías y magnesio, invadidas por seres extraños, jóvenes ahítas de aminoácidos, melancólicas con libros de poemas bajo el brazo, jubiladas de vivir, adolescentes subiendo la cuesta de sus bajadas, curiosos novelistas atraídas por la magia femenina, exclusiva, encuentro de mujeres escritoras, virgen del Umbe donostiarra, ¿qué haces tú ahí? que ni cartas escribes ya, agobiada en la proa de tus días, rozando con los dedos las ondas de la bahía con peces oscuros y voraces, J. rozando con los dedos su alma de tecnología última generación, proclive a deteriorarse con el viento que gira frente al Guggenheim, viento cargado de humedades de las montañas del fondo, las de alrededor, las que construimos con dedos de niños jugando a los castillos de arena – Gozad bajo el sol y la lluvia en los días que os han sido concedidos. Todo lo demás no tiene sentido – J. construyendo símbolos para el prisma de mis ojos de poeta que refleja, refracta y descompone esa luz de tu silueta en mil colores de arco iris, en millones de emociones pintando los días grises, líneas separando incoherencias y deseos, interminable gama de uñas desgarrando el indefenso envoltorio del que soy, fácil presa en mi sensible mirar, no el que ha corrido con placer en sus muslos, en su corazón de atleta, en su alma de no rendirse y seguir corriendo aunque el frío, la distancia, el dolor en un costado, el jadeo, la alegría de un año más en el sudor, en esta emoción por la fortuna, por tantas brebajes en mi copa, la que levanto en las cenas familiares, con mis amigos, espacio singular y preservado, J. preciosa, que te quiero desde un territorio que aún no abarcas, lejos aún de tu distancia, algún día se equilibrarán nuestras dioptrías y veremos, nos veremos, no hoy, tú en la proa del barco de tu terraza y yo corriendo en las riberas, que ya lo sabía, no por listo, no, por la experiencia de tantos comienzos y finales, uno corre y corre, sabe cuándo debe respirar, cuándo apretar la zancada, cuándo pararse y beber agua y cuándo decir qué demonios, que hago aquí con las piernas al aire y este frío, con jóvenes que me pasan por los lados, por arriba, sí, pero llego, satisfecho y sonriente, otra vez me he ganado, mis apuestas, me conozco, me disfruto, es una parábola, no te preocupes. Besos, ah, busca Tu Tiempo, el Tuyo, para ti.



24 comments :

Anónimo dijo...

Hermosa carta, me recuerda a las virutas de humo, que agazapadas tras los lejanos arboles, se asoman levemente. Felices sueños, feliz desayuno. Bicos

Lena yau dijo...

Coincido con lobito.

Yo tengo exceso de sombras y de manías...

(Algunas me retrasan, me ponen trampas, me hacen bromas...)

El Tri!!!!!

(jajaja...si te contara....jajaja...lo que he gritado sus canciones antes de un examen de literatura grecolatina...jaja)

Muchos besos, Peter the handsome...!!!

Me voy desayunando sonrisas y volando a la ducha que me pilla el tren!

Pedro M. Martínez dijo...

Oye, Lobito, vaya comparación, mi carta te recuerda a las virutas de humo.
No sé qué pensará J
Yo ahora no puedo pensar, tengo que desayunar y estaré todo el día en una presentación en un hotel (¡help!)
Because.

Pedro M. Martínez dijo...

Lena, menudo panorama cocineril.
¿Preparas comida demasiado picante?
Va, en dos días como antes, pero vaya lío, pobrecita, qué susto.

Ten cuidado con las sombras.
Y acepto lo de generoso (la primera acepción, no. Pero gracias).
Ahora me voy a desayunar
Un beso.

a-escena dijo...

Qué belleza de carta. Un abrazo.

gloria dijo...

Tú en una presentación en un hotel (no te pega nada, no sé por qué, alguna vez podrías contarnos qué ocurre un día así...)

y J. buscando Su tiempo

espléndido

yo mientras, espectadora sorprendida ante esta carta sublime llena de misterios insondables, en mi propia Sombra, en mi propio Manantial secreto, corriendo de proa a popa sin saber qué busco...

Besos

Pedro M. Martínez dijo...

a-escena la destinataria es muy bella.
No merece menos.
Muchas gracias.
Un abrazo.

Pedro M. Martínez dijo...

Pero gloria...
Uno va, trajeado, encorbatado, como todos los días, llega, saluda aquí y allá, se sienta. Aparecen otros señoritos igualmente vestidos, saludan, se sientan, empiezan a contar esto y aquello, señalan lo que va apareciendo en una pantalla gigante, todo muy interesante, muy aburrido, muy serio. A las 11 tomas un café y unos bollos, vuelves a saludar aquí y allá. Los señoritos de antes, son siete, implacables, infatigables, siguen contando esto y lo de más allá y la madre que los parió. A las 13,30 horas sales a otra sala, no solo, con todos, y comes de pie unos suculentos sándwich que pasan jóvenes y serios camareros y camareras (en realidad estudiantes ganándose el duro/€), sacan más bandejas, todo regado con cocacolas, vino, agua, líquidos variados, después unos pastelillos, café y a las 15H vuelves a la sala del martirio. Los 7 de antes –se turnan- cuentan y no acaban de programas informáticos de gestión, estimaciones, nóminas, contabilidades, nuevas opciones, un coñazo. Aquí uno cabecea, allí otro se mantiene despierto por pura inercia, acullá Paco se ha puesto las gafas de sol y así hasta las 18, 30, más saludos, más sonrisas, qué interesante, ya hablaremos, te llamo mañana (pufffff). Y ya.
Con esto y muchísimo trabajo más durante todo el mes, los días 30 o 31 voy al banco y allí me han depositado el dinero suficiente para pagar parte de lo que he gastado en comer y vivir, para seguir aumentando mis números rojos y esas cosas.

De otra parte está J y todas las letras que llenan mi vida, la M, G, H, S, casi todo el alfabeto (contando familia, lo primero, claro)

Ah, cuando tengo un rato, escribo.

Me parece que te habías hecho una idea un poco…

Besos

Anónimo dijo...

Buen poema y bonita carta. Del primero escojo la frase "Manantial secreto". De la segunda "Te quiero desde un territorio que aún no abarcas" y "Busca tu tiempo". Rebelan un profundo amor hacia la destinataria.
Pedro, tienes razón. La poesía basta con sentirla o intuirla. A veces el lenguaje objetivo no puede aprehender o explicar determinadas emociones.

gaia07 dijo...

Ya decía yo que tenías mucha fuerza de voluntad para salir a correr todos los días, y es que J. desayuna en su balcón.
Tu sombra interior debe ser enorme, a pesar de estar rodeado de tecnología, tienes ese manantial que cura tus fiebres y disipa espejismos, permitiéndote reconocer arco iris, disfrutar de J’s, dejar pasar a los jóvenes y ganarte tu. Además de escribirlo para nosotros.
Un beso.

Pedro M. Martínez dijo...

dama shandy, es que, reina, en un entorno tan lógico, intentar, además, que la poesía sea lógica y que –el colmo- se entienda, me parece demasiado.
Con sentirla, de momento, vale.
Y vale –mucho- con disfrutar de tus comentarios.
No te marches que te seguiré.
Gracias, Dama.

Pedro M. Martínez dijo...

gaia07, no recuerdo si tuviste la oportunidad de tocar mis fuertes muslos, no tan fuertes como mi fuerza de voluntad, no, sí, pero no tanta (ni una cosa ni otra) como para correr hasta el balcón de J que vive a (exactamente) 100 kilómetros de mi casa.
Bella, que soy de Bilbao pero hay un límite…
Jajajajajajajaja
Y matizo, a los jóvenes no es que les deje pasar, es que pasan solos –qué c.- y cómo corren, como fieras,
2ª matización, no es sombra interior, es luz. (ole)
Te comía (de un bocado, guammm)
(o de varios ¿mejor?)

Ah, 3ª matización, no quiero que se curen mis fiebres, ni que se disipen los espejismos, pero sí disfrutar de J (aunque ella no quiere)
Ahora sí, Un Beso.

Anónimo dijo...

Jo.... cachis te falta, el dni, nº cta. en fin...
Oye.... cuando yo veo virutas de humo tras los arboles, puedo asegurarte y te aseguro que es una magnifica ensoñacion. La carta es magnifica en toda su elocuencia.

Pedro M. Martínez dijo...

No se me enfade Lobito que está el día negro, llueve, hace frío ya, el fin de semana estará igual (dicen) y si cuando ves virutas de humo tras los arboles te parece magnífico pues a mí también y anda, dame un abrazo y comencemos este miércoles con buen pie.
Por correo privado te envío mi número de cuenta.

Jajajajajajaja
Muchas gracias.

gaia07 dijo...

¿No recuerdas? ¡Claro! Si llego a tocar tus muslos no lo olvidas de por vida ¡leches! con el bilbaino. Jajajajajajja
Dejarles, no cediéndoles el paso, sino quedándote tú.
Tienes razón, que no se te curen, que así estas muy bien.
Varios, varios, ya sabes que a las señoras nos gustan los pasos lentos.
Otro beso.

Anónimo dijo...

Yo sí tengo una sombra... tengo mi manantial interior... y lo adoro... y me siento muy privilegiada.

Pedro M. Martínez dijo...

gaia07 era una broma inocente (perdona).
No les cedo el paso, me atropellan.
Y no entiendo de señoras, ni de señores, no entiendo de nada, cada día estoy más lerdo.
De besos, apenas.
Pero te envío uno, bien grande.

Pedro M. Martínez dijo...

Pues me alegro elshowdefusa, disfrútate.

Marina Culubret Alsina dijo...

me quedo con la tinta azul
y buscando mi tiempo, pero sobre todo, buscando mi tempo, que el pobre anda siempre "rubato"...
quizás, en el fondo del fondo, ya me va bien...


decías más arriba de los malentendidos con sonrisa...mmm...
sonrío yo también, cómo no!

un abrazo lluvioso (con pizcas de granito, pero eh! a cubierta...ah)

gaia07 dijo...

Perdóname tú a mi, amigo mío. (Tengo la gracia dónde te puedes imaginar)
Ese beso tiene mucho más valor para mí del que supones. Un beso.

Pedro M. Martínez dijo...

Es que marina durante un tiempo –no aquí- mi relación con los comentarios de los comentaristas eran comentados con absurda violencia, con descarnada sinceridad.

Tu escrito es muy malo, nena, les decía. (es que eran muy, muy malos. Con pretensiones además)Y se subían por las paredes.

Dedícate a otra cosa, chaval, tu texto de hoy es deleznable y durante meses tenía sus refunfuños, sus quejas, sus insultos Y tú... Y tú...

Me di cuenta que no tenía derecho, cada uno a su bola. Me domestiqué.
Ahora me he vuelto blando y comprensivo.

GRRRRRRRRRRRRRR

En el fondo soy un tigre presto a saltar.

Hoy es sábado ¿te apetece que te coma?
(Ja)
Abrazos simpáticos.

Pedro M. Martínez dijo...

Una semana mala gaia07, ahora voy al cementerio.
En fin.
Te beso y beso.

Magnolio dijo...

Perdona el retraso, pero ya sabes, el tiempo inexorable, ese Mío que dedico a los que beso, toco, acaricio, con los que hablo o escribo cartas en privado.

Hoy, día festivo y luminoso (de nuevo bajo el magnolio, sí) leo tu carta mientras sonrio y recuerdo: "Nunca escribas a un escritor", o algo así.

Pedro M. Martínez dijo...

Qué coincidencia Magnolio bajo el magnolio.
En este domingo lleno de sol te envío un beso con la punta de los dedos.
“Que nunca te escriba un escritor”, era así el título.
Creo.

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