viernes, 11 de julio de 2008

Soy un hombre duro (1).




El pelícano, herido, se alejó del mar
y vino a morir
sobre esta breve piedra del desierto.
Buscó,
Durante algunos días, una dignidad
para su postura final:
acabó como el bello movimiento congelado de una danza.

(José Watanabe)



Los niños no lloran y otras lindezas.
Me educaron para ser hombre, muy hombre.
Me enseñaron a tragar los sentimientos.
La calle me enseñó a defenderme con los puños, a defender mi orgullo, mi territorio.
Fui un alumno aplicado.
No lloraba ni pelando cebollas.
No demostré mi tristeza ni en los funerales de mi madre.
No había en mí más demostraciones de emoción que la carcajada o el grito.
Que nadie supiera, que nadie intuyera ni un atisbo de sensibilidad.
Al final es una forma de ser, una forma de vivir, te acostumbran.
Con los hombres era duro para evitar que fueran duros conmigo.
Con las mujeres era duro para lograr que fueran dulces conmigo.
Me iba bien, los hombres conocían mi frontera, las mujeres la traspasaban.
Todo estaba en orden.
Hasta que me enamoré.
De Begoña, la mujer equivocada.
Suele ocurrir.
Y no podía ser blando, no me salía.
Ella no quiso saber nada de un hombre tan duro.
No me hizo ningún caso.
Fue un sufrimiento ¿qué pasa?
Y no podía llorar, no sabía.

Luego el tiempo pasó y fui el novio de una mujer tan dura como yo. Nos juntamos como seres duros que somos. Nos casamos. Tuvimos dos hijos y una hija. Les educamos en nuestro estilo. Son buenos chicos. Menos Mikel a quién sorprendí escribiendo un poema o una tontería de esas. Con la bofetada que le di no creo que le quedasen ganas de repetirlo. Todo en orden, la vida sigue su curso. Estoy contento por vivir de esta forma. Hasta tengo dos libros en mi biblioteca. Tomo vinos con la cuadrilla y no dejo que nadie entre en mi terreno, conversaciones de fútbol, del trabajo, de coches, de los ladrones del gobierno. Aunque me estoy haciendo viejo, algunas películas de la televisión me producen un cosquilleo extraño en la garganta. Me lo aguanto.

Dije que todo iba bien.
Mentí.


(sigue...)

Dylan Thomas

(Gran Bretaña, 1914-1953) Poeta, escritor de cuentos y dramaturgo galés, famoso por su brillante imaginería verbal y por su canto a la belleza natural. Thomas nació en Swansea, Gales, el 27 de octubre de 1914, hijo de un profesor de escuela. Terminados los estudios de enseñanza media, marchó a Londres, donde en 1934 publicó su primer libro de poemas, Dieciocho poemas, en el que a pesar de su juventud mostró un excepcional talento tanto en sus imágenes como en la dicción poética. El libro fue muy elogiado por la crítica. Los temas de estos poemas, el sexo, la muerte, el pecado, la religión y la redención, parecen oscuros porque contienen elementos del surrealismo y de su propia fantasía personal, pero la frescura y vitalidad de su lenguaje sumergen al lector en los poemas revelándole la universalidad de las experiencias que describen. Esta tendencia introspectiva es menos patente en Muertes y entradas (1946) y En el sueño campestre (1951), consideradas como sus mejores obras. Un ejemplo de esto es el poema 'Fern Hill'. Otras obras de Thomas son Veinticinco poemas (1936) y El mapa del amor (1939), escritos en prosa y verso. Retrato del artista cachorro (1940) es un grupo de apuntes autobiográficos, y Aventuras en el tráfico de pieles (publicada póstumamente en 1954) contiene una novela inacabada y otros escritos en prosa. Durante la II Guerra Mundial escribió guiones para películas documentales. Después de la guerra trabajó como comentarista radiofónico de la BBC (British Broadcasting Corporation). La obra de teatro para voces Bajo el bosque lácteo (publicada póstumamente en 1954) la escribió para la radio; cuando la leyó en su primera aparición pública en Cambridge (Massachusetts) en 1953 todavía estaba inacabada, pero se convirtió en su obra más famosa. En ella evoca las vidas de los habitantes de Llareggub (Buggerall pronunciado al revés), una pequeña población costera galesa. Sus últimos años se vieron ensombrecidos por su creciente inquietud y sus relaciones tempestuosas con su esposa Caitlin. Murió en Nueva York el 9 de noviembre de 1953 a causa de su alcoholismo y una sobredosis de medicinas. © eMe


14 comments :

Magnolio dijo...

Estaba a punto de gritar: PEDROOOOOOOOOOOOO!!!. Pero hombre, la obligación antes que las devociones y la tostada - sin la compañia de Glup - se me ha quedado en la glotis.

Y ahora no me da tiempo, con las ganas que tengo de comentar a un hombre duro.

Anónimo dijo...

Qué mal lo hemos hecho,socialmente hablando, siempre nos quejamos de que si han educado a las mujeres para esto o para lo otro, y el hombre??? Ser un tipo duro tiene que ser realmente jodido y se necesita una dosis muy alta de valentía para romper con ello y ser él mismo, tú...eres el "tipo duro" más sensible y con buen gusto del universo, jijijij, tú nunca serás este, no, no...
muááá

Tempus fugit dijo...

Bueno, tú eras "seis pesetas", te pasabas de duro.
Si yo te contará... tanto educar, tanto educar, y mi hija, en vez de aprender a planchar, coser y cocinar le dio por ir a la universidad. ¡24 años y aún no se ha casado, claro!
¿Encontaremos una postura digna para morir como el pelícano?

un abrazo(perdón, que eso son mariconadas)

Margot dijo...

Sigue? pues seguiremos... comprobando las justificaciones que cada bruto se da a sí mismo para ser eso, un bruto.

Maravilloso Dylan!! (Thomas, que el otro también; cada cosa en su momento, please).

Beso de viernes, qué gustirrinín!

Pedro M. Martínez dijo...

Magnolio sabes ese que va…tú sabes que no soy un hombre duro.
Otras muchas cosas no sabes (no se puede saber todo)
Hale, come tranquila y luego seguimos

Pedro M. Martínez dijo...

hechi, por lo menos reconocemos el tipo.
Te puedo asegurar que los tipos duros lo pasan muy mal.
Mañana lo termino y verás.
Tú pásalo bien, preciosa.
Besos,

Pedro M. Martínez dijo...

Margot los brutos es una especie aún no extinguida y al paso que llevamos parece que va a costar.
Ni siquiera el cambio.
Pero todo se andará.
Conocí a DylanThomas antes que a Dylan (Bob), pero esa es otra historia (muy interesante –para mi formación intelectual- y que quizás cuente algún día) (La cuento. Érase una vez que tenía una amiga, más que una amiga, que me regaló “Bajo el bosque lácteo” y me gustó tanto que me compré todo lo que encontraba de ese Dylan dichoso y mi amiga…bueno, otro día sigo)
Besos de viernes nublado (pero viernes ¡bieeeen!)

Pedro M. Martínez dijo...

De cenizas me gustaría contestarte ampliamente, pero este es un medio abierto y además de lo que se ve está lo que no se ve, tú sabes.

Sobre la dignidad ante la muerte… es tan extremadamente importante que merece un espacio más amplio que este. Lo digo con absoluto conocimiento de causa (incluida la propia).

Venga ese abrazo, califíquese como sea. En mi caso, sinceramente afectuoso.

Este medio, después de tiempo, me ha servido para muchas cosas. Entre otras no menos importantes me ha descubierto mi capacidad de adecuación al medio ambiente. Siempre he sido muy polémico. Ahora – salvo algún ramalazo esporádico- estoy de un suave, de un pacífico que hasta me preocupa. Debe ser un inicio de senilidad.

(Vale, vale, suéltame ya ¿Quieres un pañuelo?)
(Por suerte nos vamos educando todos, poco a poco, sobre todo los hombres de tu edad. Ya ese mariconadas rechina.
Hace poco vi una película antigua, española. El trato que da el protagonista a su novia hoy en día sería objeto de denuncia por acoso y malos tratos. Algo hemos mejorado. Y lo que nos queda)

Tempus fugit dijo...

Soy consciente de que tanto tú como tus lectores, como personas inteligentes, habéis comprendido el tono de mi comentario, pero como bien dices, éste es un medio abierto y se puede colar algún despistado y pensar que somos unos carcamales: ¡allá él!



un abrazo.

gaia07 dijo...

Era de esperar. Con esa vida si no se miente, acabas instalado en la esquizofrenia.
Esperaré a que continúes para dejarte alguno de los pensamientos atropellados que me están asaltando. Este tema de la enseñanza de cómo tiene que ser cada uno, según no se qué máximas de unos cuantos alucinados, me saca de mi natural serenidad.
Cómo siempre tu texto, tus temas, tus fotos, tu música es una fiesta para mis sentidos.

P.D. Aunque no puedo dejar de hacer referencia a la foto de la entrada de hoy, que desaparecerá mañana, loados sean los dioses y tú si lo tienes a bien, que me ha puesto sobre aviso y me ha hecho estar comedida a la hora de hacerte este comentario, y no poner lo primero que se me ha pasado por la cabeza (sudores me ha costado).

Un beso y un abrazo de los de verdad, con todas las intenciones.

Pedro M. Martínez dijo...

De cenizas tú no, pero yo si soy un carcamal.
Y muchas veces un capullo (aunque ya me voy corrigiendo)
Lo que quería decir es que ya vamos mejorando bastante porque frases y actitudes que hasta hace poco eran “normales”, “coloquiales” ya nos suenan mal. (Sobre todo cuando no las decimos nosotros. Ya sabes lo de la paja en el ojo ajeno).
Pues eso, que estaba claro lo tuyo.
Un abrazo grande, chaval.

Pedro M. Martínez dijo...

gaia07, cariño, siempre he sido un provocador, lo soy aquí aunque ahora de forma más sutil.
A veces tanto que parece que sí cuando es que no. Y viceversa.
Pero es una faceta de la que me voy curando.
O no.
En cualquier caso que mi humilde blog guste a una persona como tú ya lo llena de contenido y de intención.
Y me sueles pillar los guiños, tú puedes jugar al mús.
Gracias, bella.
Un beso de sábado.

Anónimo dijo...

Pero este hombre ya está superado :-)

Pedro M. Martínez dijo...

Malvada Bruja del Norte, ¿tú crees?¿Seguro?
(Conozco a muchos) (A muchos)

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